Al igual que otros que me han precedido hoy, creo que hemos alcanzado el objetivo que nos fijamos al organizar este primer Examen Global de la Ayuda para el Comercio. Hemos registrado un nivel impresionante y sin precedentes de participación, apoyo y buena voluntad.

El reto al que ahora nos enfrentamos es aprovechar esta dinámica para obtener más resultados en las próximas etapas. No es que no hayamos logrado ya resultados, pero tenemos que conseguir más.

Considero que es posible hacer progresos en dos grandes direcciones:

1. Mejorar nuestros instrumentos de análisis, cifras, datos, cuadros e indicadores de resultados. Y ello no sólo con los donantes, sino también con los países beneficiarios. Este principio fundamental de identificación concierne también a la forma en que se establecen parámetros de referencia para evaluar los progresos, a fin de que sea posible la rendición de cuentas en todos los niveles.
2. Centrarnos más en los países, las regiones y los sectores. A mi juicio, valdría la pena volver a aplicar en 2008 el modelo que aplicamos por primera vez en 2007 con los exámenes regionales.

Al margen de ello, creo también que sería provechoso recibir más aportaciones del sector empresarial y de la sociedad civil, y que debemos reflexionar sobre ese punto.

Para concluir, permítanme que les diga que desde que hemos empezado a trabajar sobre esta cuestión, me ha impresionado, como a Valentine, el espíritu de cooperación y las pocas divergencias que hemos constatado. Lo mismo puede decirse en el caso de la Ayuda para el Comercio Sur-Sur, que est?ya en marcha y que dar?mayor impulso al proceso.

Me alegro de que exista este espíritu.

Todo ello confirma mi opinión inicial de que la Ayuda para el Comercio es algo más que dinero. Por supuesto, tiene que ver con las corrientes financieras, pero se trata también, y tal vez eso sea más importante, de establecer conexiones y generar confianza, lo que, en definitiva, es nuestra principal ocupación en la OMC.

Por último, déjenme también dar las gracias al equipo de la Secretaría y a Valentine, Richard, John y otras personas que han realizado una ardua labor, con recursos limitados y bajo una gran presión. Pueden contar ustedes con todos nosotros para seguir avanzando.