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NOTA:
LA COBERTURA DE NOTICIAS QUE CON RESPECTO AL FORO PÚBLICO REALIZA LA OMC
EN SU SITIO WEB Y EN PÁGINAS DE REDES SOCIALES COMO FACEBOOK Y TWITTER
ESTÁ DESTINADA A AYUDAR AL PÚBLICO A SEGUIR LOS DEBATES Y ES
NECESARIAMENTE SELECTIVA.
EN LAS PÁGINAS DEL FORO PÚBLICO SE PUBLICARÁ UNA RELACIÓN MÁS COMPLETA
DE LA SESIONES POCO DESPUÉS DE QUE ÉSTAN HAYAN CONCLUIDO.
SI BIEN SE HA HECHO TODO LO POSIBLE PARA ASEGURAR QUE EL CONTENIDO DE LA
INFORMACIÓN SEA EXACTO, ÉSTA SE ENTIENDE SIN PERJUICIO DE LAS POSICIONES
DE LOS GOBIERNOS MIEMBROS.
Por: Voluntarios de la OMC
Sesión 15: De la gobernanza global a los pequeños agricultores y la seguridad alimentaria
TÍTULO DE LA SESIÓN: Los pequeños agricultores y la gobernanza de la seguridad alimentaria mundial: Esperando la coherencia
Esta sesión trató de diversas cuestiones relacionadas con la seguridad
alimentaria, incluidas las causas subyacentes a la inseguridad
alimentaria, las posibles maneras de mitigarla y la función que los
pequeños agricultores pueden desempeñar en aras de una mayor seguridad a
este respecto. Varios oradores recalcaron la necesidad de mejorar la
coordinación global a nivel internacional en este terreno.
El Sr. François Riegert, Representante Permanente de
Francia ante la OMC, señaló que la seguridad alimentaria y la
volatilidad de los precios de los productos de base ocupaban un lugar
central en las reflexiones del Gobierno francés de cara a su presidencia
del G-8/G-20 en el próximo año. Tras pasar revista a los diferentes
instrumentos estabilizadores y atenuantes utilizados para combatir la
volatilidad de los precios, subrayó que la reciente crisis alimentaria
ha puesto de manifiesto la falta de coordinación internacional a este
respecto y abogó por el establecimiento de un foro internacional
informal consagrado a la estabilidad de los precios agrarios.
El Sr. Richard Kozul-Wright, Director de la Unidad de Cooperación
Económica e Integración entre los Países en Desarrollo (UNCTAD), opinó
que algunos operadores depositan una confianza excesiva en los efectos
positivos de la globalización. Describió el proceso que ha permitido a
algunos países desarrollados pasar de una situación deficitaria a una
situación excedentaria, así como las resultantes consecuencias negativas
para los agricultores de los países en desarrollo que se ven obligados a
entrar en competencia con productores subvencionados.
El Sr. Paulo Estivallet de Mesquita, Representante Adjunto de la
Misión Permanente del Brasil ante la OMC, corroboró esta opinión
afirmando que ciertos países desarrollados han resuelto el problema de
su propia seguridad alimentaria a expensas de los países en desarrollo,
de tal manera que las exportaciones subvencionadas no tienen por objeto
combatir la inseguridad alimentaria sino gestionar los excedentes. Los
países en desarrollo no están en condiciones de financiar esta clase de
mecanismos de apoyo. Su objetivo es engrosar las rentas para incrementar
la demanda local. Las políticas comerciales no pueden solucionar por sí
solas el problema de la seguridad alimentaria, pero al menos no deberían
redundar en detrimento de ésta. El Sr. Riegert indicó que el
sostenimiento de los precios en el plano regional podría ser también una
idea interesante y merecedora de reflexión para algunos países en
desarrollo.
La mayoría de los oradores convinieron en la necesidad de
aumentar la productividad de las pequeñas explotaciones agrarias, un
sector que ha sido postergado en los últimos años. La solución a este
respecto se basa, entre otras cosas, en la inversión en el sector
agrícola, el progreso tecnológico, la investigación y la correspondiente
ayuda específica.
Esta iniciativa incrementaría las rentas agrarias y tendría por ende
efectos positivos en el resto de la economía. En los países en
desarrollo, la evolución de las pequeñas explotaciones agrarias se halla
estrechamente vinculada a la urbanización y la industrialización. Es por
ello que la seguridad alimentaria exige un planteamiento global e
integrado que trascienda las políticas comerciales o agrarias.
A fin de cuentas, según el Sr. Kozul-Wright, se formará un círculo
virtuoso que sin duda habrá de acarrear una disminución del número de
los pequeños agricultores. Los debates demuestran que la definición de
'pequeños agricultores' y la dinámica de la evolución de su número han
de ser evaluadas separadamente para cada caso individual.
En el curso de los debates se mencionó el tema de la apropiación
indebida del suelo, pero sin discutirlo en profundidad.
El Sr. Jeremy Hobbs, Director Ejecutivo de Oxfam International,
recalcó que el mundo permanece dividido en cuanto a la configuración
ideal de una futura asociación global en favor de la agricultura, la
seguridad alimentaria y la nutrición. Mientras que los países donantes
se adhieren mayoritariamente a la Iniciativa de Seguridad Alimentaria de
L'Aquila, muchos países pobres proponen que el Comité de Seguridad
Alimentaria Mundial (CFS) sea reformado y convertido en el supremo foro
político internacional en la materia. Arguyó que se requiere un
liderazgo político de alto nivel para promover una actuación global
urgente y coordinada en pos del Objetivo de Desarrollo del Milenio
relativo al hambre. Para ello sería preciso que los dirigentes mundiales
apoyaran el CFS como pilar político central para la agricultura, la
seguridad alimentaria y la nutrición.
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Sesión 16: Los panelistas piensan que la propiedad intelectual y la innovación serán esenciales en el mundo posterior a la Ronda de Doha
TÍTULO DE LA SESIÓN: ¿Más allá de la Ronda de Doha? Configurar el sistema mundial de comercio para fomentar la innovación y resolver los problemas mundiales
El moderador Sr. Stuart Harbinson solicitó el parecer de todos
los panelistas sobre las consecuencias de la Ronda de Doha de cara al
futuro del sistema multilateral, en términos de los retos globales
planteados y de las normas y acuerdos establecidos.
El Sr. Roberto Azevedo, Embajador del Brasil en Ginebra, subrayó
que en la estructura actual la propiedad intelectual favorece la
innovación. Manifestó su opinión de que la Ronda de Doha no introducirá
cambios importantes en los acuerdos sobre propiedad intelectual.
El Sr. Thaddeus Burns afirmó que la propiedad intelectual ha
resultado crucial para el desarrollo de sociedades multinacionales que
han hecho extensiva su producción a las economías emergentes durante el
pasado año y a quienes el Acuerdo de la OMC sobre los Aspectos de los
Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC)
ha infundido la confianza que precisaban para invertir en actividades de
investigación y desarrollo en mercados que anteriormente no eran
accesibles.
El Sr. Ricardo Meléndez-Ortiz, cuya intervención se centró en el
hecho de que la innovación es inseparable de la transferencia
tecnológica desde los países desarrollados hacia los países en
desarrollo, agregó que la innovación debería integrarse en las futuras
negociaciones en el marco del sistema de la OMC. Si la OMC no lograra
integrar en su sistema multilateral el sinnúmero de acuerdos de libre
comercio (ALC) y acuerdos regionales, correría peligro de perder el
lugar que ocupa como principal organización en el ámbito del comercio
internacional.
En conclusión, todos los panelistas convinieron en que la Ronda de Doha
no debe modificarse ni hacerse más compleja de lo que es en la
actualidad; que es indispensable un planteamiento unitario del comercio
y la innovación, debiendo incluirse esta última en las negociaciones de
la OMC y pudiendo tomarse también en consideración los acuerdos
referentes a las normas de origen, el Acuerdo General sobre el Comercio
de Servicios (AGCS) y los obstáculos no arancelarios.
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Sesión 17: Debate de los pros y contras de una asamblea parlamentaria de la OMC, sin olvidar el medio ambiente
TÍTULO DE LA SESIÓN: Puede hacer frente el actual sistema multilateral
de comercio a los desafíos en ciernes?
Los numerosos retos planteados en el mundo de hoy se discutieron en esta
sesión desde una doble perspectiva: i) ¿Qué puede hacer la OMC? y ii)
¿Cuál es la contribución de los parlamentarios a este respecto? Se
dedicó considerable atención a la relación entre los acuerdos de la OMC
y el medio ambiente. Se debatieron extensamente la función de los países
más pobres y su capacidad para beneficiarse del sistema, incluido el
delicado tema de si los países en desarrollo emergentes deben reclamar
todavía un trato especial y diferenciado.
El Sr. Moreira, Presidente de la Comisión de Comercio
Internacional del Parlamento Europeo, abogó por la creación de una
auténtica “Asamblea Parlamentaria de la OMC” que a su juicio vendría a
reforzar la responsabilización democrática y pública de la OMC tanto
global como localmente. Esta opinión sólo recibió un apoyo parcial de
sus colegas parlamentarios del panel, puesto que el Senador Heber de
Uruguay y el Sr. Ouattara de Burkina Faso estimaron que tal Asamblea no
haría sino reiterar las posiciones de los respectivos gobiernos.
El Sr. Ouattara, Miembro del Parlamento y ex-Ministro de Comercio
de Burkina Faso, declaró que desde la creación de los “Cuatro del
Algodón” existe espacio suficiente para que los pequeños operadores se
desenvuelvan dentro del sistema multilateral de comercio. Añadió que el
nuevo protagonismo asumido por los países emergentes dentro de la OMC
exige determinar quiénes necesitan realmente un trato especial y
diferenciado. Refiriéndose a las numerosas amenazas que se ciernen hoy
sobre el mundo, se pregunta si la crisis sería tan dura si hubiéramos
concertado un Acuerdo de Doha dos o tres años atrás.
El Senador Sr. Luis Heber, de Uruguay, señaló que es en los
momentos de crisis cuando se ve a los buenos líderes y que Pascal Lamy
había sido un buen Director General durante la crisis, como lo atestigua
en particular la labor de vigilancia realizada. Indicó que el “radar” de
la OMC al rastrear prácticas proteccionistas debe prestar atención
también a las formas más sutiles de proteccionismo. Afirmó igualmente
que el sistema de la OMC basado en normas es importante y útil para el
mundo, lo cual explica por qué en el G-20 se cuestionan muchas
organizaciones internacionales, pero NO la OMC.
La profesora Laurence Boisson-de-Chazourne, de la Universidad de
Ginebra, hizo referencia principalmente a la problemática medioambiental
y a su vinculación con los Acuerdos de Comercio Multilaterales; dijo en
particular que la cooperación entre la OMC y los acuerdos multilaterales
sobre medio ambiente no debería ser cortés y pasiva, SINO mutuamente
vigorizante. Puntualizó que esta cooperación reforzada, la cual habría
de asemejarse a lo que está haciendo la OMC con el Banco Mundial y con
el Fondo Monetario Internacional, se aplicaría únicamente a aquellos
acuerdos medioambientales que gozan de elevados niveles de ratificación,
por ejemplo los relativos a la biodiversidad, la desertización o el
cambio climático. Puso de relieve muchas similitudes entre las
negociaciones de la OMC y las negociaciones del cambio climático,
recalcando la necesidad de energía política.
Durante el debate muchos participantes resaltaron los desafíos
planteados (el cambio climático, la seguridad alimentaria, la energía,
el desempleo, etc.) y preguntaron cómo podía reaccionar la OMC. Otros
participantes criticaron las rondas de negociación multilateral de
acuerdos comerciales por creer que posiblemente hubieran quedado
superadas y que quizá conviniera encontrar alguna otra cosa para obtener
resultados. Una representante de la Red del Tercer Mundo declaró que las
ventajas que ofrece a los pobres el Programa de Doha para el Desarrollo
son prácticamente nulas y que en realidad salen favorecidos los Miembros
desarrollados; en cuanto a los aspectos medioambientales, dudaba que los
Miembros desarrollados se avinieran a permitir a los países en
desarrollo sobrepasar sus aranceles consolidados o incumplir sus
vigentes compromisos en materia de servicios para combatir el cambio
climático.
A esto replicaron los panelistas que aquí no se trata de
transformar a la OMC en una Organización Internacional de Normas
Medioambientales o Sociales, sino simplemente de ofrecer a la comunidad
internacional nuevos y mejores medios de cooperación. El objetivo último
es hacer frente a los retos. Esto resulta un tanto complicado en el caso
del cambio climático por dos razones: i) subsiste cierta incertidumbre
científica en torno a la gravedad de la situación y ii) las decisiones
han de tomarse inmediatamente, pero sus efectos no serán perceptibles
hasta dentro de 50-70 años (!).
Los panelistas tuvieron también palabras de elogio para el Foro
por haber ofrecido una oportunidad de acercarse más a la OMC.
Finalmente, indicaron que deberían hacerse más esfuerzos para lograr una
auténtica inclusividad en lo que respecta a los agentes no estatales.
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Sesión 18: Donde el regionalismo podría dar buenos resultados a condición de gestionarlo con cautela
TÍTULO DE LA SESIÓN: El papel del regionalismo en la integración de la región del Pacífico en el sistema mundial de comercio
En esta sesión se discutieron los objetivos del Acuerdo del Pacífico
sobre Estrechamiento de Relaciones Económicas (PACER Plus), el cual
aspira a promover el desarrollo económico a largo plazo de los países de
las Islas del Pacífico gracias a una integración más estrecha con los
dos países desarrollados vecinos (Australia y Nueva Zelanda) y las
implicaciones de la consiguiente integración en la economía global.
El moderador Sr. Torres abrió la sesión presentando al Instituto
de Comercio Internacional de la Universidad de Adelaida y explicando sus
actividades.
El Sr. Yeend, Embajador de Australia en Ginebra, tomó la palabra
en primer lugar para explicar la posición de Australia en las
negociaciones del PACER Plus y su compromiso en la región del Pacífico.
El PACER Plus se basa en los anteriores acuerdos de libre comercio (ACL)
concertados en la región, por ejemplo SPARTECA, PICTA, etc. A diferencia
de las iniciativas previas, sin embargo, se trata de un acuerdo
preferencial recíproco que incluye disposiciones relativas al comercio
de servicios y a la inversión, así como un capítulo sobre la cooperación
para el desarrollo y la movilidad laboral. En su opinión, el PACER Plus
representa una oportunidad para ayudar a estas frágiles naciones a
cosechar los beneficios de la liberalización del comercio y de un mejor
acceso a los mercados. Australia es plenamente consciente de las
limitaciones de capacidad que sufren las Islas del Pacífico y tiene
intención de paliar esta dificultad a través del programa de Ayuda para
el Comercio. En 2009-2010, Australia asignó a dicho programa 400
millones de dólares australianos, de cuya suma 158 millones (40 por
ciento del total) se destinaron a los países del Pacífico. El Sr. Yeend
terminó diciendo que la conclusión con éxito de la Ronda de Doha sigue
siendo la principal prioridad de la política comercial de Australia.
El Sr. Wilson, Consejero del Instituto de Comercio Internacional,
declaró que uno de los objetivos del Instituto consiste en buscar un
equilibrio entre diferentes conjuntos de intereses de los países en
desarrollo con respecto a cuestiones comerciales. En su opinión, el
PACER Plus desempeña un importante papel de cara a la integración de los
países de las Islas del Pacífico en la región y en el sistema de
comercio multilateral. Explicó que la región del Pacífico está
constituida por una variedad de países con diferentes realidades
económicas. Estos países comercian principalmente con Australia y Nueva
Zelandia; sin embargo, dos países del grupo (Papua Nueva Guinea y Fiji)
firmaron un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, de modo que
todas las Islas del Pacífico se benefician del Sistema Generalizado de
Preferencias de la UE. Las negociaciones del PACER Plus se encuentran
todavía en una fase temprana, llevándose a cabo actualmente en cada país
un proceso de consulta en que intervendrán también el sector privado y
la sociedad civil. El Instituto de Comercio Internacional ha realizado
varios estudios sobre el impacto del Plus en las economías en
desarrollo: si bien se prevé una pérdida de ingresos del orden del 6-6,5
por ciento, el acuerdo aportará todos los ajustes necesarios para
compensar el impacto negativo temporal de la liberalización del comercio
e incluirá un capítulo específicamente consagrado a la cooperación para
el desarrollo. Respecto de los países que no son miembros de la OMC,
concluyó el Sr. Wilson, el PACER Plus es un fundamento que promueve la
integración regional y brinda ayuda para afrontar con éxito los retos
del sistema multilateral de comercio.
El Sr. Marchi, Senior Fellow del Centro Internacional para el
Comercio y el Desarrollo Sostenible (ICTSD), hizo notar que estamos
asistiendo a una proliferación de acuerdos comerciales regionales (ACR)
y se preguntó cómo puede un ACR conferir seguridad al comercio y
beneficiar a todos sus miembros. Habida cuenta de que el PACER Plus se
encuentra todavía en una fase precoz de las negociaciones, sugirió la
necesidad de tomar seriamente en cuenta las siguientes cuestiones: i)
prever tiempo suficiente para las consultas nacionales; ii) asumir un
compromiso auténtico en materia de creación de capacidad y ayuda al
desarrollo; iii) incluir compromisos en materia laboral y
medioambiental; iv) encontrar un equilibrio adecuado entre los
compromisos de liberalización de los servicios y el derecho a
reglamentar; v) incluir normas eficaces y equitativas en materia de
solución de diferencias.
Durante el turno de preguntas y respuestas tomaron la palabra
cuatro intervinientes. El primero preguntó cuál era la cobertura
completa de las negociaciones de servicios y qué medidas se habían
adoptado con el fin de implicar en las negociaciones a los agentes no
estatales. El segundo quiso saber si el PACER Plus contemplaría la
posibilidad de incluir cláusulas de trato especial y diferenciado en
favor de los países en desarrollo. El tercero preguntó si existían
oportunidades de cooperación entre la Comunidad y Mercado Común del
Caribe (CARICOM), los países del Pacífico y el Canadá. El último
interviniente preguntó cómo se trataba el tema de las limitaciones de
recursos humanos en el contexto de las negociaciones bilaterales y
multilaterales. El Embajador Sr. Yeend explicó que normalmente el
planteamiento aplicado por Australia en las negociaciones sobre
servicios suele consistir en procurar la plena cobertura, utilizando
como base el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), pero
que en este caso concreto las negociaciones tienen en cuenta las
sensibilidades de los países. Habida cuenta de que muchos de sus
interlocutores poseen la condición de 'país en desarrollo', Australia
respalda sin ambages la inclusión en el acuerdo de cláusulas de trato
especial y diferenciado en todos los sectores considerados. Por lo
tocante a las limitaciones de recursos humanos, se comentó que el hecho
de negociar a nivel bilateral, regional y multilateral supone una ardua
tarea para todos los países, tanto desarrollados como en desarrollo. El
Sr. Marchi dijo que la cooperación Sur-Sur es un fenómeno nuevo en el
comercio internacional y que se aprecian perspectivas de cooperación
entre las economías del Sur.
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Sesión 19: Los oradores discuten sobre la transparencia y la responsabilización en y en torno a la OMC
TÍTULO DE LA SESIÓN: Replantearse la responsabilidad interna y externa de la OMC
Los panelistas discutieron acerca de la
transparencia y la responsabilización en las interacciones entre
gobiernos, los agentes no estatales y la Secretaría de la OMC.
En esta sesión dos profesores de universidad (el uno alemán y el otro
canadiense) debatieron con dos representantes de sendas ONG de la India
y y Europa, así como con un experto jurídico de la OMC, sobre el tema de
la responsabilización de la OMC en el contexto de la crisis global y la
transparencia. Se citaron ejemplos de responsabilización gubernamental
en procedimientos de notificación de prácticas proteccionistas; de
supervisión parlamentaria en los países en desarrollo; de acceso a
información y a comités; y de la perspectiva institucional por la
Secretaría. Además, los panelistas discutieron acerca de las medidas
concretas más apropiadas para mejorar la dimensión de inclusividad
global de la organización.
El moderador Sr. Mark Halle, del
Instituto Internacional de Desarrollo Sostenible (Europa), comenzó
presentando un proyecto que se propone acometer junto con el Sr. Robert
Wolfe en relación con el tema de debate, partiendo de las siguientes
preguntas básicas: quién es responsable frente a quién, por qué razón, a
través de qué procesos, de conformidad con qué criterios y con qué
resultados. Hizo resaltar que la responsabilización es algo que afecta a
todas las organizaciones internacionales, pues se trata de determinar
qué grado de responsabilidad asumen respecto de su misión, frente a sus
miembros y en cuanto a la forma de reducir el desfase entre lo prometido
y lo realizado en la práctica. Insistió en que la OMC se comporta mejor
que ciertas otras organizaciones en algunos aspectos (por ejemplo, la
notificación relacionada con la inocuidad de los alimentos) y peor en
otros (por ejemplo, la notificación de subvenciones).
El profesor Robert Wolfe, de la
Universidad de Queens (Canadá), presentó su opinión de que las
obligaciones impuestas por el régimen de la OMC han evitado que se
produjera una explosión de prácticas proteccionistas durante la crisis.
Cotejó los datos recibidos de la OMC con la reseña (más pesimista) de
Global Trade Alert y concluyó que no existen indicios de que los
Miembros del G-20 hayan creado nuevos obstáculos al comercio ni hayan
tomado medida alguna incompatible con los principios de la OMC. Explicó
asimismo que los Miembros de la OMC procuraban aprovechar la
flexibilidad que ofrecían los Acuerdos en vez de adoptar una conducta
“proteccionista”.
El profesor Wolfe puntualizó que la verificación de datos de terceros a
cargo de la Secretaría había contribuido a que la sociedad civil
formulara una interpretación alternativa. Criticó la tendencia de la
sociedad civil a dramatizar en exceso las denuncias de proteccionismo en
la crisis y recalcó que el impacto negativo de los paquetes de estímulo
había sido mínimo y que los procedimientos de notificación de la OMC
habían dado lugar a una importante mejora de la responsabilización
general en el ámbito del comercio.
El Sr. Halle resumió la situación
diciendo que cuanta más transparencia haya, tanto mayor será la
responsabilización, ilustrando un conocido principio básico de buena
gobernanza; las aportaciones de terceros pueden resultar muy valiosas en
este contexto.
El profesor Jens Steffek, de la
Universidad de Darmstadt (Alemania), presentó una perspectiva académica
de la responsabilización, según se pone de manifiesto en el principal
problema de controlar eficazmente las organizaciones internacionales.
Diferenció entre la responsabilización formal y la responsabilización
real, o entre los mandatos legales y las sanciones previstas en los
tratados, así como la responsabilización frente a los múltiples
auditorios de la sociedad global.
El profesor Steffek sugirió que la OMC, siendo una organización
formalmente impulsada por sus Miembros, ha de ser responsable frente a
diferentes actores no sólo por los resultados obtenidos, sino además por
el proceso seguido para su obtención. En su opinión, el problema a este
respecto se deriva de que las organizaciones internacionales son
enjuiciadas por referencia a unos mandatos redactados en términos muy
amplios y a unas expectativas a menudo contradictorias.
El profesor Steffek concluyó de todo ello que la misión de la OMC (según
se enuncia en el Preámbulo del Acuerdo sobre la OMC) incluye elementos
relativos al desarrollo y al medio ambiente que afectan a diversos
colectivos interesados, por lo que es necesario facilitar información,
abrir los comités de negociación y recabar datos “sobre el terreno” en
torno al efecto de las políticas de la OMC en los colectivos interesados
desfavorecidos.
El Sr. Rashid Kaukab, de Consumer
Unity & Trust Society (CUTS), presentó los resultados de un estudio
realizado en cinco países que contempla la categorización y
participación de los colectivos interesados a nivel nacional,
contraponiendo el diferente impacto de esos colectivos a sus respectivas
funciones en la formulación de política. A continuación comparó esto con
su participación (encuadrados en delegaciones) en las Conferencias
Ministeriales y concluyó que la presunción de que los gobiernos son
responsables no está justificada por los hechos.
Algunos miembros del auditorio dijeron luego que no estaban de acuerdo
con esta conclusión por cuanto no tomaba en consideración la
participación de las ONG como miembros de delegaciones.
El Sr. Kaukab criticó el nivel de supervisión parlamentaria en los
países en desarrollo e incluso en los países desarrollados, aduciendo
varios ejemplos que demuestran que la falta de información influenció la
ratificación del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad
Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC). Recomendó vivamente a
la OMC que, en vez de dejar la responsabilización en manos de los
gobiernos, cuidara de mejorar la transparencia, acreditar a las ONG y
organizar foros paralelos para empresas, directores de estrategia y
parlamentarios.
El Sr. Halle intervino diciendo que la mejora del acceso a la
información ”tanto la procedente de la propia organización como la
facilitada por CUTS y por el Centro Internacional para el Comercio y el
Desarrollo Sostenible (ICTSD)” ha mejorado el funcionamiento de la OMC
al transmitir al público una idea más precisa del proceso real, pero que
los mecanismos de participación no han avanzado tan rápido.
La profesora Gabrielle Marceau, de
la División de Asuntos Jurídicos de la OMC, relacionó esta sesión con un
anterior panel sobre temas laborales en la OMC. Convino en que debería
realizarse un estudio sobre la responsabilización y afirmó que la OMC se
ha marcado a sí misma este objetivo. La profesora Marceau recordó que la
transparencia promueve la responsabilización y que ésta a su vez
refuerza la legitimidad; pero que ante todo es indispensable que el
público comprenda que el comercio tiene efectos positivos.
En este contexto y desde una perspectiva jurídica, la primera conclusión
que se desprende de la jurisprudencia del Órgano de Apelación es que el
GATT no puede ser interpretado aisladamente. La profesora Marceau hizo
hincapié en la necesidad de tomar en cuenta los diferentes niveles de
poder de las distintas organizaciones internacionales, así como las
relaciones que la Secretaría de la OMC mantiene con otras organizaciones
internacionales sin contar para ello con un mandato escrito de sus
Miembros.
Aludiendo luego a los dos anteriores oradores que habían recomendado que
los comités se abrieran al público, la profesora Marceau advirtió que,
por la naturaleza misma de las negociaciones, existen temas que sólo
pueden discutirse a puerta cerrada. Añadió que resulta fácil censurar
los procesos de negociación de la OMC (como por ejemplo la “sala
verde”), pero que lo mejor sería explicarlos sencillamente al público.
Diversos miembros del auditorio
preguntaron qué significa exactamente el término “colectivo interesado”;
qué pueden aportar los extraños al sistema de la OMC; cómo repercutirá
en las negociaciones comerciales el nuevo protagonismo asumido por el
Parlamento Europeo; qué diferencia hay entre la responsabilidad de la
Secretaría y la responsabilidad de los Miembros, etc. Finalmente, los
panelistas pusieron término al animado debate señalando que lo dicho
durante la sesión representaba ya de por sí un progreso.
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Sesión 20: Los oradores recomiendan que los países en desarrollo aprovechen la flexibilidad prevista para las patentes de medicamentos
TÍTULO DE LA SESIÓN: Las normas de la OMC y la salud pública en los países en desarrollo: El talón de Aquiles o la panacea de los países en desarrollo
El panel examinó si la OMC es
verdaderamente un pilar para el desarrollo de la atención sanitaria en
los países subsaharianos, centrándose en tres temas principales: i) cómo
establecer los objetivos generales del desarrollo de la sanidad pública
en el África Subsahariana, ii) cómo lograr la coherencia entre dichos
objetivos y las normas de la OMC y iii) las recomendaciones de cara al
futuro.
La Sra. Miriam Omolo, del
Instituto de Asuntos Económicos (Kenya), inició la discusión presentando
los principales datos y cifras que caracterizan la situación actual de
la sanidad pública en el África Subsahariana. Enumeró algunos de los
principales retos: la ausencia de unos sistemas informáticos integrados,
las persistentes dificultades de acceso a medicamentos básicos y la
penuria de financiación y de recursos humanos en este sector.
Los demás panelistas pasaron
revista a los Acuerdos de la OMC que tienen alguna relación con la
sanidad y se centraron en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos
de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) y su
impacto sobre las políticas de sanidad pública aplicables a los países
en desarrollo. Tras convenir en que las normas presentan un importante
déficit al ser aplicadas a los países en desarrollo y más concretamente
a los países menos adelantados, recomendaron un mayor aprovechamiento de
la flexibilidad prevista en el Acuerdo ADPIC (por ejemplo, licencias
obligatorias) y un reparto más justo de la asistencia técnica teniendo
en cuenta la situación real de los países considerados.
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Sesión 21: Los panelistas advierten que el proteccionismo puede ir en detrimento de la seguridad alimentaria
TÍTULO DE LA SESIÓN: ¿Qué tipo de marco de política comercial se necesita para contribuir a alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria?
En esta sesión (basada mayormente en la
investigación) se señaló que el proteccionismo y las políticas
autárquicas pueden ser contraproducentes hasta el punto de minar la
seguridad alimentaria. Un delegado chino argumentó que se requiere
cierto grado de protección para que los agricultores sigan produciendo
alimentos, pero agregó que China ya sólo aplica un modesto arancel del
15 por ciento por término medio a los productos agropecuarios e incluso
podría reducirlo al 1 por ciento en la Ronda de Doha.
El moderador Sr. Ricardo Meléndez-Ortiz,
Director General del Centro Internacional para el Comercio y el
Desarrollo Sostenible, comenzó recordando que el tema de la seguridad
alimentaria figura nuevamente en el orden del día internacional y que el
mundo necesitará producir más alimentos con menos recursos. Esta
cuestión se halla interrelacionada con otras de mayor amplitud como el
medio ambiente o la energía, y conviene distinguir dentro de ella las
áreas que pueden ser acometidas a escala global (por ejemplo, en las
negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC) y las que han de enfocarse
a nivel de país.
El Sr. Eugenio Díaz-Bonilla, del
Banco Interamericano de Desarrollo, expuso su punto de vista basado en
un informe de investigación que será publicado próximamente. Explicó que
se trata de un tema sumamente complejo y que el comercio es tan sólo uno
de los elementos que influyen sobre la seguridad alimenticia. Además, el
comercio no sólo tiene impactos directos, sino también indirectos, por
ejemplo a través del crecimiento económico y los ingresos fiscales.
Al igual que varios oradores, opinaba que la seguridad alimentaria es
una cuestión que afecta a las economías domésticas, las cuales varían
considerablemente entre sí. Uno de sus mensajes más importantes a este
respecto es que el hecho de conceder a un país un trato especial en los
acuerdos comerciales a nivel de cosechas o de países no contribuye en
absoluto a la seguridad alimenticia de los hogares.
Aludiendo luego al proyecto de acuerdo en las negociaciones de la OMC
sobre la agricultura, el Sr. Díaz-Bonilla señaló que dicho proyecto deja
a los países en desarrollo un amplio margen para aplicar las políticas
correctas; no entorpece las políticas beneficiosas de los países más
pobres, pero tampoco impide a los países ricos practicar políticas
dañinas de subvenciones y protección que distorsionan el comercio y
causan perjuicio a otros países.
Criticó el argumento según el cual los países en desarrollo necesitan
aplicar el proteccionismo comercial en el sector agrario porque las
políticas alternativas (la inversión, por ejemplo) resultan “demasiado
caras”, señalando que la protección resulta cara para los consumidores
porque hace subir los precios.
Al comentar uno de los elementos conflictivos de las negociaciones sobre
la agricultura, el mecanismo de salvaguardia especial (MSE) cuyo objeto
es permitir a los países en desarrollo hacer frente al aumento de las
importaciones o el descenso de los precios, el Sr. Díaz-Bonilla dijo que
el debate sobre si el MSE perjudica a las exportaciones de otros países
en desarrollo no es lo más importante. El principal inconveniente del
MSE, dijo, es que provoca la subida de los precios en el mercado
interior del país que aplica la protección.
El Sr. Prabhu Pingali, de la Gates
Foundation, describió la labor que lleva a cabo la Fundación entre los
habitantes pobres (renta inferior a 1 USD por día) y muy pobres (renta
inferior a 0,50 USD por día) de África y la India. Se trata de
agricultores que apenas intervienen en los mercados, tienden a comprar
localmente y no están afectados por las políticas comerciales
internacionales. Sus intereses comerciales, dijo, se circunscriben a
cuestiones tales como i) disponer de acceso a simientes y tecnología de
mejor calidad para aumentar la productividad y ii) procurar que la
protección de los derechos de propiedad intelectual no suponga una
traba.
Los agricultores que están ligeramente por encima de este nivel tienen
mayor actividad en los mercados y necesitan reducir sus costes de
transacción y mejorar la productividad.
El Embajador del Brasil, Sr. Roberto Azevedo,
advirtió que no debe caerse en la trampa de considerar la seguridad
alimentaria de manera simplista, por ejemplo aspirando a la
autosuficiencia a través de la protección. Además, la seguridad
alimentaria no es meramente una cuestión de precios de los alimentos:
también es importante aumentar la capacidad adquisitiva.
Al tiempo que recomendaba una combinación sofisticada de políticas, el
Sr. Azevedo afirmó que el cierre de las fronteras es el camino más corto
hacia la inseguridad alimentaria y que el acceso a los mercados es una
red de seguridad a la que no debe renunciarse.
El Representante Permanente Adjunto de China ante la OMC, Sr.
Zhang Xiangchen, afirmó que la
agricultura es el sector más distorsionado del comercio. China atribuye
a la seguridad alimentaria un carácter prioritario y su opinión coincide
con la manifestada en esta sesión, a saber, que el comercio no es el
único factor determinante.
Explicó que, a pesar de las dificultades que previsiblemente habrá de
afrontar cuando reduzca el promedio de los aranceles agrícolas del 15
por ciento al 11 por ciento, China desea que la Ronda de Doha concluya
pronto para poder disponer cuanto antes de un mercado más estable y
menos distorsionado.
El debate versó sobre diversos temas, desde los biocarburantes al cambio
climático. En respuesta a una pregunta, el Sr. Díaz-Bonilla resumió el
significado del término “seguridad alimentaria” de la siguiente manera:
disponibilidad, acceso, estabilidad y adecuada utilización. Advirtió que
la autosuficiencia alimentaria puede menoscabar la seguridad alimentaria.
Y añadió que la “soberanía alimentaria” es poco más que un eslogan que
podría implicar margen de actuación.
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