WTO NOTICIAS: DISCURSOS DG PASCAL LAMY
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Primer Examen Global de la Ayuda para el Comercio ?Ginebra
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Pascal Lamy
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Bienvenidos a este primer Examen Global de la
Ayuda para el Comercio. Tenemos mucho que hacer, y poco tiempo para
hacerlo, por lo que ser?breve en mis observaciones.
Como todos ustedes saben, la finalidad de la OMC es hacer que el
comercio sea posible. Nuestro objetivo principal es crear oportunidades
comerciales mediante la apertura del comercio multilateral y la creaci髇
de normas multilaterales que aseguren condiciones de igualdad.
Pero tambi閚 sabemos que a menudo no basta con eliminar los obst醕ulos
al comercio para que los pa韘es puedan obtener los beneficios de la
apertura del comercio, incluidos los que se derivar醤 de una conclusi髇
satisfactoria de las actuales negociaciones en el marco del Programa de
Doha para el Desarrollo, cuya finalizaci髇 est?prevista para 2008.
Para poder beneficiarse plenamente de la nueva apertura del comercio,
los pa韘es necesitan disponer de un marco de pol韙ica nacional, una
capacidad institucional y una infraestructura econ髆ica adecuados. Esto
es tan cierto en el norte como en el sur, en el este como en el oeste.
Es justo decir que los pa韘es desarrollados tienen la posibilidad de
movilizar los recursos necesarios para ello y que sus empresas tienen la
capacidad de buscar y aprovechar plenamente las oportunidades que brinda
la apertura del comercio.
En cambio, en muchos pa韘es en desarrollo esos recursos llegan en forma
de asistencia al desarrollo. Y aqu?es donde entra la ayuda para el
comercio. A nuestro juicio, la ayuda para el comercio es fundamental
para que los pa韘es en desarrollo puedan pasar de hacer que sea posible
el comercio a hacer que sea una realidad.
Hace casi dos a駉s, en la Conferencia de Hong Kong de 2005, los
Ministros encomendaron a la OMC el mandato de ayudar a los pa韘es en
desarrollo, especialmente los menos adelantados, a crear la capacidad
comercial que necesitan para beneficiarse de la apertura del comercio.
Lo hicieron con la convicci髇 de que ello podr韆 contribuir al logro de
los objetivos de desarrollo de esos pa韘es.
Para poner en pr醕tica el mandato ministerial de Hong Kong, el a駉
pasado esboc?un plan de movilizaci髇 y vigilancia de la Ayuda para el
Comercio. Este plan se basaba en los esfuerzos colectivos de un Equipo
de Trabajo de la OMC y de donantes multilaterales y entra馻ba el
seguimiento de las corrientes financieras a escala mundial,
autoevaluaciones de los pa韘es asociados y donantes, tres reuniones
regionales de alto nivel y una serie de 揺x醡enes peri骴icos?en el
Comit?de Comercio y Desarrollo de la OMC. Estas diversas actividades
converger韆n en un Examen Global de la Ayuda para el Comercio y en un
debate en el Consejo General.
Hoy somos testigos de la culminaci髇 del trabajo realizado en 2007.
Dentro de un momento pedir?al Secretario General de la OCDE que
presente el informe conjunto OMC/OCDE Aid for Trade at a Glance 2007 (La
Ayuda para el Comercio en s韓tesis 2007). El informe ofrece una amplia
visi髇 de las corrientes de la Ayuda para el Comercio de 2002 a 2005,
鷏timo a駉 para el que se dispone de datos y justo antes de que
empezaran a surtir efecto los compromisos asumidos en Gleneagles por la
Cumbre del G-8 y en Hong Kong. Como todo, se puede pulir y mejorar,
seg鷑 se se馻l?ayer en un taller t閏nico. Pero considero que, en
general, nos proporciona una imagen clara de las corrientes de Ayuda
para el Comercio y constituye un buen punto de referencia para medir los
progresos futuros. Quisiera dar las gracias a la OCDE por su excelente
trabajo.
En el informe tambi閚 se analizan las autoevaluaciones de la Ayuda para
el Comercio, 30 de pa韘es donantes, ocho de pa韘es receptores y 10 de
organismos internacionales. Los resultados son importantes, pero tambi閚
lo fue el proceso para llegar a esos resultados. Tuvo por efecto alentar
a los ministerios y los organismos a iniciar un di醠ogo interno sobre la
Ayuda para el Comercio, a reflexionar sobre sus objetivos y a
preguntarse si pod韆n mejorar su actuaci髇. Estas autoevaluaciones
proporcionan un importante instrumento para el avance de la Ayuda para
el Comercio, que espero que pueda ampliarse, en particular para los
pa韘es asociados, en 2008.
A continuaci髇 se dar?a los organismos multilaterales y bilaterales la
oportunidad de explicar qu?est醤 haciendo para impulsar la Ayuda para
el Comercio. Queremos conocer sus prioridades y sus planes, con
inclusi髇 de los planes de aumento de la asistencia financiera y mejora
de sus propias capacidades comerciales, tanto en los pa韘es como en la
sede.
Posteriormente, esta tarde y ma馻na por la ma馻na celebraremos tres
sesiones sobre las 揾ojas de ruta?regionales 梡ara Am閞ica Latina y el
Caribe, Asia y el Pac韋ico y 羏rica?que ser醤 moderadas por el
Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, el Vicepresidente del
Banco Asi醫(yī)ico de Desarrollo y el Secretario Ejecutivo de la Comisi髇
Econ髆ica de las Naciones Unidas para 羏rica, respectivamente, y
contar醤 con la participaci髇 de pa韘es receptores y donantes clave. El
objetivo de estas sesiones es centrarse en prioridades regionales
espec韋icas, en especial informes y recomendaciones de los ex醡enes
regionales, y proponer algunas medidas pr醕ticas para hacer avanzar la
iniciativa de Ayuda para el Comercio.
El Examen Global finalizar?el mi閞coles con un debate del Consejo
General, en el que intentaremos obtener las reacciones y contribuciones
de todos los Miembros acerca de los pr髕imos pasos que deber?dar la OMC,
en particular c髆o podemos mejorar la vigilancia y, en especial, la
evaluaci髇.
La Ayuda para el Comercio es un tema complejo. Cada pa韘 tiene sus
propias necesidades y prioridades. Hay una multitud de participantes que
abarcan m鷏tiples pol韙icas. Sin embargo, a pesar de esta complejidad,
merece la pena mencionar algunos temas comunes que han surgido en este
primer a駉 de vigilancia.
En primer lugar, el liderazgo. Ning鷑 plan general para aumentar la
capacidad comercial funcionar?a menos que los pa韘es en desarrollo lo
quieran, a menos que lo hagan 搒uyo? y a menos que favorezca a sus
intereses nacionales. La 鷑ica estrategia de desarrollo guiada por el
comercio que tendr?閤ito ser?la que sea creada y ejecutada por los
propios pa韘es e integrada en los planes nacionales. En 鷏tima
instancia, la responsabilidad es de ustedes.
En segundo lugar, el establecimiento de prioridades. El desaf韔 que se
presenta a los pa韘es es decidir qu?proyectos son m醩 importantes y
cu醠es proporcionar醤 el mayor rendimiento de la inversi髇. Tener 100
prioridades es como no tener ninguna. Para avanzar, necesitamos
objetivos claros y planes realizables.
En tercer lugar, el enfoque regional. Muchos problemas de capacidad y
揷onectividad? en particular para los pa韘es peque駉s o sin litoral,
tienen un alcance regional. Podemos ayudar a Rwanda a construir el mejor
corredor de transporte de 羏rica, pero si no est?conectado a un
corredor de transporte igualmente eficaz en un pa韘 vecino, como Uganda,
Kenya o Tanzan韆, Rwanda seguir?aislada de los mercados mundiales.
En cuarto lugar, una financiaci髇 mayor y previsible. Los donantes son
responsables de aumentar la cantidad general destinada a la
financiaci髇, cumpliendo las promesas de contribuci髇 que hicieron en
Monterrey, Gleneagles y Hong Kong. Corresponde a los pa韘es receptores
decidir si este dinero adicional se destina al comercio o a otra
prioridad.
En quinto lugar, la movilizaci髇 del sector privado. Son las empresas,
no los gobiernos, las que comercian. Por tanto, para que esta iniciativa
funcione, necesitamos que el sector privado participe directamente y nos
diga d髇de residen los problemas, contribuya a brindar soluciones a los
mismos y, con un poco de creatividad y los incentivos adecuados, aporte
algunos de los recursos mediante asociaciones entre el sector p鷅lico y
el sector privado.
Hubo otro tema, el m醩 importante, que estuvo presente en todos los
debates de este a駉: el comercio, la inversi髇 y la reforma interna son
los principales impulsores del crecimiento y desarrollo econ髆icos. La
Ayuda para el Comercio puede, y debe, ser un complemento importante de
una Ronda de Doha exitosa, de la que el desarrollo es un pilar
fundamental. Ahora bien, perm韙anme ser claro y franco a este respecto:
en modo alguno puede sustituirla.
El desaf韔 que se plantea ahora es tomar lo que hemos aprendido sobre la
Ayuda para el Comercio en el 鷏timo a駉 y aplicarlo a soluciones
concretas. Para eso est醤 ustedes aqu? para informarnos de las
soluciones adoptadas, esbozar sus planes y explicar la manera en que
tienen previsto ponerlos en pr醕tica.
El objetivo de la OMC no ha sido nunca dirigir o dictar la manera en que
se deber韆 prestar la Ayuda para el Comercio. No somos un organismo de
desarrollo. Salvo por nuestra participaci髇 en actividades de formaci髇,
contamos con escaso personal especializado y recursos limitados. No
tenemos intenci髇 de convertirnos en otro organismo de desarrollo en una
esfera ya saturada.
No obstante, s?tenemos el cometido y la responsabilidad de garantizar
que nuestros Miembros 梕n especial los menos adelantados?nbsp; puedan
beneficiarse de la apertura del comercio y del fortalecimiento de las
normas que tanto nos estamos esforzando en negociar. Estamos
emprendiendo una labor de vigilancia pero no porque s? Queremos crear
un foro, un di醠ogo, un 揻oco?escojan ustedes la met醘ora?nbsp; para
alentar a todos los principales agentes a que cumplan los compromisos,
atiendan las necesidades, mejoren la eficacia y refuercen la rendici髇
de cuentas mutua. Los expertos pol韙icos probablemente lo describir韆n
como un m閠odo de cooperaci髇 abierto. Se trata de utilizar incentivos
aplicando un enfoque de acumulaci髇 progresiva para encontrar soluciones
colaborativas.
Dicho 揻oco?funciona. En esta sala se han reunido ministros, altos
funcionarios, jefes de organizaciones multilaterales y regionales para
responder a una sola pregunta: 縞髆o ampliar la capacidad comercial de
los pa韘es en desarrollo? Todos estamos de acuerdo en que el comercio
puede ser un poderoso motor de desarrollo. China, la India, el Brasil,
Sud醘rica y muchos otros pa韘es son una prueba palpable de ello.
Estamos de acuerdo en que hacer posible el comercio es s髄o la mitad del
desaf韔 (hacer que sea una realidad es la otra), que precisa
infraestructura, tecnolog韆, conocimientos especializados, financiaci髇
y exportadores competitivos. Tambi閚 estamos de acuerdo en que el futuro
de una econom韆 mundial abierta, y del sistema multilateral de comercio
en que se basa, depende de que todos los pa韘es compartan los beneficios
de manera m醩 equitativa.
Este a駉 nos hemos embarcado en un viaje largo y azaroso, que nos ha
llevado literalmente por todo el mundo en nuestro af醤 por movilizar m醩
y mejor Ayuda para el Comercio. Debemos centrarnos en ese objetivo
fundamental. Por eso estamos aqu? 蓅e es el punto de referencia
respecto del cual se medir?nuestro 閤ito o fracaso. Aguardo con inter閟
la celebraci髇 de un debate constructivo y el establecimiento de una
hoja de ruta para la pr髕ima etapa del viaje.
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