Antecedentes
Las medidas no arancelarias (es decir, las medidas de política, distintas de las arancelarias, que pueden afectar al comercio de mercancías) y las reglamentaciones de los servicios son menos transparentes que los aranceles.  Algunas de ellas se aplican por motivos legítimos (es decir, con objeto de que los países puedan lograr objetivos de política legítimos).  Otras se utilizan principalmente para proteger a los productores nacionales.  La mayor parte de las medidas no arancelarias afectan más a los costos fijos que entraña para los exportadores el acceso a los mercados extranjeros que a los costos variables de su presencia en esos mercados.  Para superar los obstáculos creados por las reglamentaciones puede ser necesario llegar a alguna forma de convergencia de esas reglamentaciones y establecer una estructura de gobernanza de varios niveles.  Por esas razones, las medidas no arancelarias y las reglamentaciones de los servicios plantean dificultades específicas a la cooperación internacional en materia de comercio.  Es sumamente importante comprender la naturaleza de esas dificultades para determinar la orientación futura de la labor de la OMC en relación con dichas medidas.

 

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