COMMUNICADO
DE PRENSA
PRENSA/TPRB/190
16 de abril de 2002
M閤ico: abril de 2002
El informe de la Secretar韆 de la OMC, junto con la exposici髇 de pol韙icas del Gobierno de M閤ico, constituir?el fundamento del tercer Examen de las Pol韙icas Comerciales de M閤ico por parte del 觬gano de Examen de las Pol韙icas Comerciales de la OMC, los d韆s 15 y 16 de abril de 2002.
> segundo
comunicado de prensa
> conclusiones
del Presidente
La liberalizaci髇 del comercio y de las inversiones ha actuado como catalizador del desarrollo de M閤ico pero es esencial que se emprendan nuevas reformas.
volver al principioM閤ico se ha convertido en un ejemplo excelente del papel que el comercio y la inversi髇 extranjera pueden desempe馻r como catalizadores de la modernizaci髇 econ髆ica y el crecimiento. Al servirse de los compromisos internacionales para apartarse de las pol韙icas orientadas hacia la actividad nacional que se hab韆n aplicado anteriormente, los encargados de la adopci髇 de decisiones pol韙icas han promovido un c韗culo virtuoso de desreglamentaci髇, cambios estructurales, crecimiento de la productividad e ingresos per c醦ita m醩 elevados que han convertido a M閤ico en un interlocutor comercial cada vez m醩 atractivo y en un polo de atracci髇 de la inversi髇 extranjera. Sin embargo la estrategia de liberalizaci髇 de M閤ico ha acentuado considerablemente las diferencias entre el trato concedido a sus interlocutores preferenciales y el dado a otros Miembros de la OMC, seg鷑 un informe de la Secretar韆 de la OMC sobre las pol韙icas y pr醕ticas comerciales de M閤ico.
El informe dice que algunas actividades siguen siendo relativamente ineficientes, por estar a la vez protegidas de la competencia y entorpecidas por obst醕ulos al comercio o a la inversi髇. Durante a駉s importantes reformas han estado pendientes, sobre todo en los sectores de los hidrocarburos y la electricidad. Por lo tanto los progresos realizados en el programa de reformas resultan esenciales para mantener el impulso de los esfuerzos de reestructuraci髇 de M閤ico y para reanudar el crecimiento, cuyo ritmo se ha reducido desde finales de 2000 como consecuencia del declive de la demanda estadounidense.
A pesar de la reciente disminuci髇 del ritmo del crecimiento, los resultados econ髆icos generales de M閤ico durante los 鷏timos cinco a駉s han sido positivos. Entre 1997 y 2000, el PIB creci?a un tipo medio anual del 5,2 por ciento; el comercio de mercanc韆s de M閤ico aument?a una tasa media anual del 17,1 por ciento, que es la m醩 elevada entre los 20 Miembros de mayor tama駉 de la OMC, con una ligera ventaja de las importaciones sobre las exportaciones. Este proceso ha llevado aparejado un fuerte incremento de la inversi髇 que ha aumentado considerablemente: entre 1997 y 2000, las inversiones privadas crecieron a un tipo medio anual del 10,6 por ciento. Durante ese per韔do, M閤ico atrajo aproximadamente 44.000 millones de d髄ares EE.UU. en inversiones extranjeras directas.
Sustentaron estos buenos resultados una serie de pol韙icas macroecon髆icas s髄idas caracterizadas por un tipo de cambio estable y por sendos declives de la inflaci髇 y del desempleo. Los d閒icit fiscales fueron moderados, si bien, a la vista del satisfactorio comportamiento de la econom韆, habr韆 cabido esperar un resultado aun mejor. Se prev?que el conjunto de medidas fiscales de transacci髇 adoptadas para 2002 por el Congreso aumente los ingresos fiscales si bien en un importe inferior al que en un principio tratara de conseguir el Gobierno. Por tanto el saldo fiscal del sector p鷅lico de M閤ico sigue estando expuesto a las fluctuaciones de los ingresos del petr髄eo y a importantes pasivos eventuales.
En la actualidad la mayor韆 del comercio de M閤ico se lleva a cabo mediante normas preferenciales y el TLCAN sigue registrando una importancia econ髆ica fundamental. Concretamente los Estados Unidos son, con mucha diferencia, el principal interlocutor comercial de M閤ico ya que en 2000 fueron los proveedores de aproximadamente el 73 por ciento de las importaciones del pa韘 y el lugar de destino de aproximadamente el 89 por ciento de sus exportaciones. En ese mismo a駉, el Canad?ocup?el segundo lugar entre los lugares de destino de los productos mexicanos, con el 2 por ciento aproximadamente de las exportaciones. Al margen del TLCAN, ning鷑 pa韘 absorbi?por separado m醩 del 1 por ciento del total de las exportaciones mexicanas.
El informe a馻de que M閤ico considera que el sistema multilateral de comercio es el principal instrumento de la liberalizaci髇 del comercio mundial. El apoyo prestado a este sistema ha sido muy visible recientemente, por ejemplo, en el fuerte respaldo de M閤ico al lanzamiento del Programa de Doha para el Desarrollo y en la oferta realizada para acoger la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC.
La pol韙ica comercial de M閤ico permanece estrechamente asociada con la promoci髇 de las inversiones extranjeras, y sus iniciativas tanto multilaterales como preferenciales han incluido normas para la regulaci髇 de 閟tas. Con la excepci髇 del acuerdo con Israel, todos los acuerdos de libre comercio de M閤ico contienen disposiciones relativas a la inversi髇 que conceden a los inversores protecci髇 adicional. Desde 1997, M閤ico tambi閚 ha desplegado importantes medidas unilaterales para abrir a la inversi髇 extranjera diversas actividades en materia de servicios, sobre todo los servicios financieros y las telecomunicaciones. No obstante, existen ciertos 醡bitos en los que no se permite la entrada de capital privado de ning鷑 tipo, bien porque est醤 enteramente reservados para los capitales mexicanos, bien porque requieren una mayor韆 de capital mexicano o bien porque han de contar con la aprobaci髇 previa por tratarse de una inversi髇 extranjera que excede del 49 por ciento del capital total.
Seg鷑 el informe, desde el anterior examen realizado en 1997 M閤ico ha aplicado aumentos arancelarios NMF que incrementaron el promedio del tipo aplicado aproximadamente en 3 puntos porcentuales hasta el 16,5 por ciento en 2001. En consecuencia, y a diferencia de la situaci髇 que exist韆 en 1997, la estructura arancelaria de M閤ico para 2001 mostraba una clara progresividad arancelaria.
El n鷐ero de sistemas diferentes de contingente arancelario a馻de complejidad al r間imen de importaci髇 de M閤ico. M閤ico aplica contingentes arancelarios a varios productos agropecuarios, y la mayor韆 de los contingentes se reservan para pa韘es determinados. La base de la valoraci髇 en aduana depende del origen de las importaciones: f.o.b. para las importaciones procedentes de interlocutores TLCAN y c.i.f. para otras importaciones. Adem醩, M閤ico recurre activamente a las medidas excepcionales, esencialmente las de car醕ter antidumping.
El informe se馻la que, para compensar en parte el sesgo antiexportador derivado de los obst醕ulos al comercio impuestos a las importaciones, M閤ico promueve las exportaciones mediante diversas concesiones en materia de derechos y de impuestos, una de las cuales ha sido notificada a la OMC como subvenci髇 a la exportaci髇. Con arreglo a estos procedimientos, y a menos que un acuerdo de libre comercio especifique otra cosa, los insumos importados incorporados a los bienes de exportaci髇 no se gravan mediante aranceles; adem醩 M閤ico promueve las exportaciones mediante diversos sistemas administrativos de facilitaci髇 de la imposici髇.
M閤ico tambi閚 explota numerosos programas en apoyo de actividades selectas. En general la ayuda se aporta bien mediante servicios de financiaci髇, que en su mayor韆 encauzan los bancos de desarrollo o los fondos fiduciarios p鷅licos, o bien bajo la forma de concesiones fiscales. Determinadas concesiones fiscales est醤 supeditadas a la satisfacci髇 de las prescripciones en materia de contenido nacional o se otorgan 鷑icamente si no se dispone de un producto de sustituci髇 nacional. En 2001, M閤ico pidi?y obtuvo una pr髍roga para la eliminaci髇 de las MIC en el sector del autom髒il que no eran conformes con la OMC.
En relaci髇 con las pol韙icas sectoriales, el informe se馻la que el sector manufacturero ha confirmado el papel esencial que desempe馻 como catalizador fundamental del crecimiento econ髆ico, en la medida en que su ampliaci髇 sea relacionada directamente con su capacidad para competir en los mercados extranjeros. En el sector agropecuario, si bien muchas actividades se han modernizado y beneficiado de un acceso creciente a los mercados extranjeros, sobre todo de los Estados Unidos, otras siguen desenvolvi閚dose en una escala reducida y esencialmente orientada al consumo de subsistencia. El sector energ閠ico sigue en gran medida bajo control estatal, ya que las disposiciones constitucionales restringen la participaci髇 privada en sectores estrat間icos como el de la explotaci髇 de los hidrocarburos y el suministro de electricidad al p鷅lico. En el sector de los servicios, se han introducido cambios importantes en el marco jur韉ico institucional, preservado o vinculado en general a las iniciativas de liberalizaci髇 multilateral y preferencial promovidas por M閤ico. Sin embargo, en los 鷏timos a駉s se han manifestado inquietudes en materia de pol韙ica de competencia en el mercado de las telecomunicaciones y en el del transporte nacional, que permanece en gran medida cerrado a la participaci髇 extranjera.
Nota para las redacciones
En los ex醡enes de las pol韙icas comerciales, ejercicio prescrito en los Acuerdos de la OMC, se examinan y se eval鷄n a intervalos regulares las pol韙icas comerciales y relacionadas con el comercio de los pa韘es Miembros. Tambi閚 se siguen de cerca los acontecimientos importantes que pueden tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. Para cada examen se elaboran dos documentos: una exposici髇 de pol韙icas que presenta el gobierno del Miembro objeto de examen, y un informe detallado que redacta de manera independiente la Secretar韆 de la OMC. Estos dos documentos son luego examinados por el conjunto de los Miembros de la OMC en el 觬gano de Examen de las Pol韙icas Comerciales (OEPC). Esos documentos y las actas de las reuniones del OEPC se publican poco despu閟. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC en 1995, los informes abarcan tambi閚 las esferas de los servicios y de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.
En lo que respecta al presente examen, el 觬gano de Examen de las Pol韙icas Comerciales examinar?el informe de la Secretar韆 de la OMC y la exposici髇 de pol韙icas elaborada por el Gobierno de M閤ico los d韆s 15 y 16 de abril de 2002. El informe de la Secretar韆 abarca la evoluci髇 de todos los aspectos de las pol韙icas comerciales de M閤ico desde el examen anterior, inclusive sus leyes y reglamentos internos, el marco institucional, las pol韙icas comerciales por medidas y la forma en que han evolucionado determinados sectores.
Se adjuntan al presente comunicado de prensa las observaciones recapitulativas del informe de la Secretar韆 as?como algunos extractos de la exposici髇 de pol韙icas del Gobierno. Puede disponerse de los textos de los informes de la Secretar韆 y del Gobierno con el nombre del pa韘 en la lista completa de ex醡enes de las pol韙icas comerciales. Estos dos documentos as?como el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente se publicar醤 oportunamente en una versi髇 encuadernada y podr醤 obtenerse en la Secretar韆, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.
Desde diciembre de 1989 se han llevado a cabo los siguientes ex醡enes: Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bahrein (2000), Bangladesh (1992 y 2000), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), Brasil (1992, 1996 y 2000), Brunei Darussalam (2001), Burkina Faso (1998), Camer鷑 (1995 y 2001), Canad?(1990, 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995, 1997 y 2000), Corea, Rep. de (1992, 1996 y 2001), Costa Rica (1995 y 2001), C魌e d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996, 1999 y 2001), Fiji (1997), Filipinas (1993 y 1999), Finlandia (1992), Gab髇 (2001), Ghana (1992 y 2001), Guatemala (2002), Guinea (1999), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungr韆 (1991 y 1998), India (1993 y 1998), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Israel (1994 y 1999), Islas Salom髇 (1998), Jamaica (1998), Jap髇 (1990, 1992, 1995, 1998 y 2000), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994 y 2001), Madagascar (2001), Malasia (1993, 1997 y 2001), Malawi (2002), Mal?(1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995 y 2001), M閤ico (1993, 1997 y 2002), Mozambique (2001), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991, 1996 y 2000), Nueva Zelandia (1990 y 1996), OECO (2001), Pakist醤 (1995 y 2002), Papua Nueva Guinea (1999), Paraguay (1997), Per?(1994 y 2000), Polonia (1993 y 2000), Rep鷅lica Checa (1996 y 2001), Rep鷅lica Dominicana (1996), Rep鷅lica Eslovaca (1995 y 2001), Rumania (1992 y 1999), Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sud醘rica (1993 y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991, 1996 y 2000 (junto con Liechtenstein)), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzan韆 (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), T鷑ez (1994), Turqu韆 (1994 y 1998), Uganda (1995 y 2001), Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).
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Informe de la Secretar韆
覴GANO
DE EXAMEN DE LAS POL蚑ICAS COMERCIALES M蒟ICO
Informe de la Secretar韆 Observaciones
recapitulativas
Desde el anterior examen de sus pol韙icas comerciales, realizado en 1997, M閤ico se ha convertido en un excelente ejemplo del papel que el comercio y la inversi髇 extranjera pueden desempe馻r como catalizadores de la modernizaci髇 econ髆ica y el crecimiento. Al servirse de los compromisos internacionales para consolidar el distanciamiento de las pol韙icas orientadas hacia la actividad nacional que se hab韆n aplicado anteriormente, los encargados de la adopci髇 de decisiones pol韙icas han promovido un c韗culo virtuoso de desreglamentaci髇, cambios estructurales, crecimiento de la productividad e ingresos per c醦ita m醩 elevados que han convertido a M閤ico en un interlocutor comercial cada vez m醩 atractivo y en un polo de atracci髇 de la inversi髇 extranjera. Este proceso ha sido impulsado esencialmente por una agresiva pol韙ica de liberalizaci髇 rec韕roca, reforzada por iniciativas unilaterales y compromisos multilaterales. En consecuencia, la porci髇 m醩 importante del comercio mexicano se rige en la actualidad por las normas preferenciales de los acuerdos de libre comercio.
La estrategia de liberalizaci髇 de M閤ico ha acentuado significativamente las diferencias entre el trato concedido a los interlocutores NMF y a los socios en el marco de los acuerdos de libre comercio, que desde 1997 se han ampliado en sectores como el de los aranceles, lo que suscita la posibilidad de una distorsi髇 neta del comercio. Adem醩, a pesar de la amplitud del campo de aplicaci髇 de los acuerdos de libre comercio de M閤ico, los obst醕ulos comerciales todav韆 dificultan el acceso de los consumidores mexicanos a algunos de los productos m醩 competitivos del mundo. Algunas actividades siguen siendo relativamente ineficientes, por estar a la vez protegidas de la competencia y entorpecidas por obst醕ulos al comercio o a la inversi髇. El avance en la ejecuci髇 del programa de reformas resulta por tanto esencial para mantener el impulso de los esfuerzos de reestructuraci髇 de M閤ico. A su vez ello constituye un requisito previo para que M閤ico reanude y sostenga el ritmo acelerado del crecimiento econ髆ico necesario para que sus condiciones de vida se aproximen a las de sus interlocutores comerciales m醩 cercanos.
Entre 1997 y 2000, per韔do en que el PIB creci?a un tipo medio anual del 5,2 por ciento, la econom韆 de M閤ico tuvo un comportamiento muy bueno; el comercio de mercanc韆s del pa韘 creci?a un tipo medio anual del 17,1 por ciento, el m醩 r醦ido entre los 20 mayores Miembros individuales de la OMC, y las importaciones aumentaron a un ritmo ligeramente m醩 r醦ido que las exportaciones. Este proceso ha llevado aparejado un fuerte incremento de la inversi髇: entre 1997 y 2000, la inversi髇 privada creci?a un tipo medio anual del 10,6 por ciento. Durante ese per韔do M閤ico atrajo aproximadamente 44.000 millones de d髄ares EE.UU. en inversiones extranjeras directas.
Sustentaron estos buenos resultados una serie de pol韙icas macroecon髆icas s髄idas caracterizadas por un tipo de cambio estable y por un declive de la inflaci髇 y del desempleo. Los d閒icit fiscales fueron moderados, si bien, a la vista del satisfactorio comportamiento de la econom韆, habr韆 cabido esperar un resultado a鷑 mejor. Se prev? que el conjunto de medidas fiscales de transacci髇 adoptado para 2002 por el Congreso aumente los ingresos fiscales si bien, en un importe inferior al que en un principio tratara de conseguir el Gobierno. Por tanto el saldo fiscal del sector p鷅lico de M閤ico sigue estando expuesto a las fluctuaciones de los ingresos del petr髄eo y a importantes pasivos eventuales.
En la actualidad la mayor韆 del comercio de M閤ico se lleva a cabo mediante normas preferenciales y el TLCAN sigue revistiendo una importancia econ髆ica fundamental. Concretamente los Estados Unidos son, con mucha diferencia, el principal interlocutor comercial de M閤ico ya que en 2000 fueron los proveedores de aproximadamente el 73 por ciento de las importaciones del pa韘 y el lugar de destino de aproximadamente el 89 por ciento de sus exportaciones. En ese mismo a駉, el Canad?ocup?el segundo lugar entre los lugares de destino de los productos mexicanos, con el 2 por ciento aproximadamente de las exportaciones. Al margen del TLCAN, ning鷑 pa韘 absorbi?por separado m醩 del 1 por ciento del total de las exportaciones mexicanas.
Desde finales de 2000, a ra韟 del declive de la demanda estadounidense, se ha frenado el crecimiento tanto del comercio como del PIB, lo que ha ido acompa馻do de una contracci髇 del empleo. Las opciones de pol韙ica de que disponen las autoridades para hacer frente a esas tendencias parecen limitadas con respecto a la vez a las pol韙icas monetarias y fiscales. Por tanto la reanudaci髇 del sostenimiento del crecimiento depende de forma importante de un cambio radical de tendencia de la econom韆 mundial, y particularmente de la de los Estados Unidos, as?como de la realizaci髇 de varias reformas importantes que han estado pendientes durante a駉s, sobre todo en los sectores de los hidrocarburos y la electricidad.
Desde el examen anterior, M閤ico no ha introducido cambios fundamentales en el marco de su pol韙ica comercial. La Secretar韆 de Econom韆 (anteriormente SECOFI) conserva la responsabilidad principal de la formulaci髇 y la aplicaci髇 de la pol韙ica comercial. La nueva administraci髇 est? en buena medida persiguiendo los anteriores objetivos de pol韙ica comercial, que reflejan los v韓culos formales existentes entre la pol韙ica industrial, la desreglamentaci髇 econ髆ica y la promoci髇 de la actividad exportadora. A comienzos de 2002 estaba previsto publicar el programa en materia de comercio e inversiones para 2000-2006 que tomar韆 relevo del precedente. Desde 1997 se han realizado mejoras importantes en relaci髇 con la transparencia, sobre todo merced a varios 髍ganos gubernamentales que divulgan informaci髇 esencial, particularmente mediante Internet.
M閤ico considera que el sistema multilateral de comercio es el principal instrumento de la liberalizaci髇 del comercio mundial. El apoyo prestado a este sistema ha sido muy visible recientemente, por ejemplo, en el fuerte respaldo de M閤ico al lanzamiento del Programa de Doha para el Desarrollo y en la oferta realizada para acoger la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC. M閤ico acept?nuevos compromisos multilaterales en el contexto de los Cuarto y Quinto Protocolos del AGCS, sobre telecomunicaciones b醩icas y servicios financieros, que entraron en vigor en febrero de 1998 y en marzo de 1999, respectivamente.
A la espera del resultado de iniciativas de liberalizaci髇 m醩 amplias, el principal procedimiento de que ha dispuesto M閤ico para abrir sus reg韒enes de comercio e inversiones ha sido la negociaci髇 de acuerdos de libre comercio. M閤ico reconoce que las ventajas inherentes a los acuerdos de libre comercio son de car醕ter temporal, y que por tanto no pueden constituir una soluci髇 de sustituci髇 para mejorar la competitividad de su econom韆. Como ocurre con otros Miembros que han adoptado estrategias similares, el amplio y creciente n鷐ero de acuerdos preferenciales de M閤ico puede suscitar preocupaciones acerca de las dificultades derivadas de la aplicaci髇 de diferentes reg韒enes, y de sus efectos en las pautas del comercio.
Desde 1997, M閤ico ha celebrado nuevos acuerdos de libre comercio con Chile, la Asociaci髇 Europea de Libre Cambio, la Uni髇 Europea, Israel, Nicaragua y el tri醤gulo del Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), con lo que el n鷐ero de pa韘es con los que ha firmado acuerdos de libre comercio asciende a m醩 de 30. A finales de 2001, M閤ico estaba considerando la negociaci髇 de acuerdos de libre comercio con el Jap髇 y Singapur, entre otros pa韘es, o ya estaba negociando dichos acuerdos.
La pol韙ica comercial de M閤ico sigue estando estrechamente asociada con la promoci髇 de las inversiones extranjeras, cuyas normas han formado parte a la vez de sus iniciativas multilateral y preferencial. Con la excepci髇 del acuerdo con Israel, todos los acuerdos de libre comercio de M閤ico contienen disposiciones relativas a la inversi髇 que conceden a los inversores protecci髇 adicional. Desde 1997, M閤ico tambi閚 ha desplegado importantes medidas unilaterales para abrir a la inversi髇 extranjera diversas actividades en materia de servicios, sobre todo los servicios financieros y las telecomunicaciones. No obstante, existen ciertos 醡bitos en los que no se permite la entrada de capital privado de ning鷑 tipo, bien porque est醤 enteramente reservados para los capitales mexicanos, bien porque requieren una mayor韆 de capital mexicano o bien porque han de contar con aprobaci髇 previa por tratarse de una inversi髇 extranjera que excede del 49 por ciento del capital total.
M閤ico ha participado solamente en unas cuantas diferencias sometidas a la OMC. La mayor韆 de las reclamaciones contra M閤ico estaban relacionadas con sus pr醕ticas antidumping; tambi閚 se present?una demanda contra las pr醕ticas mexicanas en los servicios de telecomunicaciones. Cuando M閤ico ha sido el reclamante todos los asuntos menos uno se han referido a las medidas antidumping.
Desde el anterior examen de sus pol韙icas comerciales, M閤ico ha aplicado aumentos arancelarios NMF que incrementaron el promedio del tipo aplicado aproximadamente en 3 puntos porcentuales, hasta el 16,5 por ciento en 2001. En consecuencia, y a diferencia de la situaci髇 que exist韆 en 1997, la estructura arancelaria de M閤ico para 2001 mostraba una clara progresividad arancelaria. El aumento en los tipos NMF y las reducciones de los aranceles preferenciales, tambi閚 han acentuado la diferencia entre el trato concedido a las importaciones procedentes de fuentes NMF y a las de fuentes preferenciales. La protecci髇 arancelaria de los productos agropecuarios es sustancialmente m醩 elevada que la de otros productos de modo que los tipos NMF aplicados a un n鷐ero reducido de productos son ligeramente superiores a los tipos consolidados. M閤ico otorga por lo menos trato NMF a todos sus interlocutores comerciales.
El n鷐ero de sistemas diferentes de contingente arancelario a馻de complejidad al r間imen de importaci髇 de M閤ico. M閤ico aplica contingentes arancelarios a varios productos agropecuarios, y la mayor韆 de los contingentes se reservan para pa韘es determinados. Adem醩, otros productos pueden tener un arancel NMF reducido siempre que cuenten con un certificado del contingente; ello tiene la finalidad de garantizar el suministro cuando la producci髇 nacional resulte insuficiente. M閤ico tambi閚 mantiene contingentes arancelarios para determinadas importaciones procedentes de interlocutores preferenciales, y para algunos productos agropecuarios importados con arreglo a un r間imen especial de arancel en frontera.
La base de la valoraci髇 en aduana depende del origen de las importaciones: f.o.b. para las importaciones procedentes de interlocutores TLCAN, y c.i.f. para otras importaciones. Todos los acuerdos de libre comercio de M閤ico contienen normas de origen espec韋icas. Las normas de origen no preferenciales se aplican a los productos sujetos a derechos antidumping y compensatorios para evitar la elusi髇 de tales derechos; los procedimientos necesarios para la aplicaci髇 de esas normas var韆n seg鷑 los productos y el pa韘 de origen.
M閤ico mantiene permisos de importaci髇 para productos sensibles por razones de seguridad nacional, salud p鷅lica y protecci髇 de las industrias nacionales. En 2001, las importaciones procedentes de fuentes NMF sujetas a permisos inclu韆n los productos petroqu韒icos; los veh韈ulos; y los neum醫icos, m醧uinas, vestidos y m醧uinas de oficina usados. En el caso de los veh韈ulos y las m醧uinas, s髄o se conceden permisos cuando ning鷑 producto de producci髇 nacional puede sustituir al producto extranjero. Desde 1998, M閤ico ha utilizado un sistema de concesi髇 de licencias de importaci髇 para reunir estad韘ticas sobre el precio de ciertos bienes procedentes de determinados pa韘es antes de que lleve a cabo su importaci髇.
M閤ico recurre activamente a las medidas excepcionales, esencialmente las de car醕ter antidumping. En el mes de marzo de 2001, se estaban aplicando 90 derechos antidumping a una amplia gama de productos, esencialmente de origen chino. En particular, desde 2001, el n鷐ero de asuntos antidumping iniciados ha disminuido de forma significativa, lo que ha contribuido a atenuar las inquietudes anteriores en cuanto a que en M閤ico esas medidas podr韆n convertirse en obst醕ulos fundamentales para el comercio.
Para compensar en parte el sesgo antiexportador derivado de los obst醕ulos al comercio impuestos a las importaciones, M閤ico promueve las exportaciones mediante diversas concesiones en materia de derechos y de impuestos, una de las cuales ha sido notificada a la OMC como subvenci髇 a la exportaci髇. Con arreglo a estos procedimientos, y a menos que un acuerdo de libre comercio especifique otra cosa, los insumos importados incorporados a los bienes de exportaci髇 no se gravan mediante aranceles; adem醩, M閤ico promueve las exportaciones mediante diversos sistemas administrativos de facilitaci髇 de la imposici髇. M醩 del 90 por ciento de las exportaciones mexicanas son realizadas por empresas que se benefician de esos sistemas. Desde el anterior examen de M閤ico, se han introducido cambios sustanciales para restringir su utilizaci髇 a las exportaciones abarcadas por el TLCAN. De conformidad con los acuerdos de libre comercio negociados con los pa韘es de la AELC y con la Uni髇 Europea, M閤ico deber韆 modificar en 2003 los programas de promoci髇 que se refieren a exportaciones a esas regiones.
M閤ico tambi閚 explota numerosos programas en apoyo de actividades selectas. En general la ayuda se aporta bien mediante servicios de financiaci髇, que en su mayor韆 encauzan los bancos de desarrollo o los fondos fiduciarios p鷅licos, o bien bajo la forma de concesiones fiscales. Determinadas concesiones fiscales est醤 supeditadas a la satisfacci髇 de las prescripciones en materia de contenido nacional o se otorgan 鷑icamente si no se dispone de un producto de sustituci髇 nacional. En 2001, M閤ico pidi?y obtuvo una pr髍roga para la eliminaci髇 de las MIC relativas al sector del autom髒il, que no eran conformes con la OMC.
M閤ico no ha firmado el Acuerdo Plurilateral sobre Contrataci髇 P鷅lica y utiliza la contrataci髇 p鷅lica para apoyar las actividades nacionales, particularmente mediante m醨genes de preferencia de precios y prescripciones en materia de contenido nacional.
Desde el 1?de enero de 2000, el Acuerdo sobre los ADPIC est?plenamente vigente en M閤ico, que hab韆 tomado medidas anticipadas para aplicar la mayor parte de las disposiciones del Acuerdo. Los esfuerzos desplegados por M閤ico para mejorar la protecci髇 de los derechos de propiedad intelectual parecen haber fructificado bajo la forma de importantes transferencias de tecnolog韆. M閤ico tambi閚 cuenta con un comercio activo y creciente de bienes con aplicaci髇 intensiva de derechos de propiedad intelectual como los productos de la tecnolog韆 de la informaci髇, los productos farmac閡ticos, las bebidas y los "bienes culturales".
En el sector agropecuario de M閤ico muchas actividades se han modernizado y beneficiado de un acceso creciente a los mercados extranjeros, sobre todo de los Estados Unidos, pero otras siguen desenvolvi閚dose en una escala reducida y esencialmente orientada al consumo de subsistencia. En general la productividad de la mano de obra del sector es muy inferior a la media nacional. M閤ico, en gran medida para aumentar la participaci髇 del sector privado en la comercializaci髇 de los productos agropecuarios, ha instaurado importantes cambios institucionales desde 1997, entre los que destaca la eliminaci髇 de la empresa estatal que anteriormente se ocupaba de las importaciones de leche. M閤ico mantiene diversos programas cuya finalidad es facilitar una ayuda directa a los ingresos de los agricultores y fomentar su productividad y competitividad. Los indicadores de ayuda a la agricultura han aumentado sustancialmente desde 1997, sobre todo como consecuencia de los bajos precios internacionales.
El sector energ閠ico sigue en gran medida bajo control estatal, ya que las disposiciones constitucionales restringen la participaci髇 privada en sectores estrat間icos como el de la explotaci髇 de los hidrocarburos y el suministro de electricidad al p鷅lico. La aplicaci髇 intensiva de capital que requieren los proyectos relacionados con el petr髄eo y la electricidad significa que esas dos ramas industriales por s?solas atraen cerca del 57 por ciento de la inversi髇 del sector p鷅lico. A la vista de las limitaciones fiscales de M閤ico y con objeto de obtener la inversi髇 necesaria para satisfacer una demanda nacional en r醦ido crecimiento, el Gobierno est?tratando de aumentar la participaci髇 privada en el sector de la energ韆 al tiempo que retiene su control de las empresas propiedad del Estado que dominan el sector. La soluci髇 de los antiguos problemas estructurales de la industria el閏trica y de la industria de los hidrocarburos presenta una importancia econ髆ica vital pero ha tropezado con la fuerte resistencia de ciertos grupos de intereses encastillados en sus posiciones.
El sector manufacturero ha confirmado el papel esencial que desempe馻 como catalizador fundamental del crecimiento econ髆ico, en la medida en que su ampliaci髇 se ha relacionado directamente con su capacidad para competir en los mercados extranjeros. Tambi閚 se ha beneficiado del fuerte apoyo que le ha prestado el Gobierno mediante reg韒enes especiales de comercio e inversi髇. El estrecho engarce del sector manufacturero mexicano con las cadenas de producci髇 de los Estados Unidos ha aportado ventajas considerables; pero tambi閚 ha expuesto al sector a las depresiones c韈licas estadounidenses, como lo prueba la importante contracci髇 de la actividad manufacturera que se registra desde finales de 2000.
En el sector de los servicios, se han introducido cambios importantes en el marco jur韉ico institucional, preservado o vinculado en general a las iniciativas de liberalizaci髇 multilateral y preferencial promovidas por M閤ico. El grado de participaci髇 del Estado ha seguido disminuyendo en los 鷏timos a駉s. El aumento de la competencia y el crecimiento de la participaci髇 extranjera han discurrido paralelamente con ajustes esenciales en la estructura del mercado de actividades clave, sobre todo en los servicios financieros y de telecomunicaciones. Sin embargo, en los 鷏timos a駉s se han manifestado inquietudes en materia de pol韙ica de competencia en el mercado de las telecomunicaciones y en el del transporte nacional, que permanece en gran medida cerrado a la participaci髇 extranjera.
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Informe del Gobierno
覴GANO
DE EXAMEN DE LAS POL蚑ICAS COMERCIALES
M蒟ICO
Informe del Gobierno de M閤ico Partes II y III
Una pol韙ica comercial abierta es uno de los elementos esenciales de la estrategia de desarrollo de M閤ico
Hace m醩 de 15 a駉s M閤ico emprendi?el proceso de la liberalizaci髇 econ髆ica con su adhesi髇 al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) en 1986, y no ha dejado de aumentar en su presencia en los mercados internacionales desde entonces.
La estrategia de liberalizaci髇 del comercio y las inversiones ha tenido una repercusi髇 importante en el crecimiento econ髆ico del pa韘, que se ha visto reforzado por un acceso permanente y fiable a los mercados externos y por una serie de mejoras en el marco regulatorio de la econom韆 nacional.
Las negociaciones comerciales internacionales constituyen un elemento fundamental de esta estrategia, ya que ofrecen mayor seguridad de acceso a los m醩 importantes mercados mundiales para los productos mexicanos, generan inversiones a largo plazo, fomentan la productividad nacional y la utilizaci髇 de nuevas tecnolog韆s y expanden el volumen de las exportaciones mediante una mayor diversificaci髇 de los mercados objetivo para los productores mexicanos.
La verdadera significaci髇 de la liberalizaci髇 comercial de M閤ico reside en el hecho de que es un catalizador del desarrollo nacional, dado que contribuye a incluir a nuevas regiones y empresas en el 醡bito del comercio internacional. Por tanto seguir?alentado la creaci髇 de m醩 puestos de trabajo de mejor calidad y contribuyendo a un desarrollo regional equilibrado.
M閤ico se propone incorporar m醩 empresas a las actividades de exportaci髇, ya que la experiencia muestra que esa es una forma adecuada de multiplicar las ventas, crear un empleo mejor pagado y modernizar la industria nacional. Tambi閚 abre posibilidades de acceso a nuevos mercados e insumos de calidad y a la creaci髇 de alianzas estrat間icas que promueven el acceso a nuevas tecnolog韆s para el sector productivo industrial. Los 21.477 exportadores censados en M閤ico en 1993 han aumentado en un 70 por ciento hasta alcanzar la cifra de 36.422 en 2000. Con todo, si se trata de diversificar y ampliar la penetraci髇 del pa韘 en los mercados internacionales, esa cifra debe alcanzar 70.000 para el fin del presente mandato del Gobierno.
A principios del decenio de 1980, las exportaciones mexicanas depend韆n casi exclusivamente del petr髄eo. Los hidrocarburos, cuyas ventas exteriores representaban la principal fuente de ingresos para el Gobierno, fueron el principal producto de exportaci髇 de M閤ico y representaron hasta el 70 por ciento de las exportaciones totales del pa韘 en 1982. Sin embargo, la pauta de las exportaciones ha cambiado radicalmente. En 2001, el 89 por ciento de las exportaciones mexicanas eran productos manufacturados. A pesar de ello nuestras exportaciones deben seguir abarcando nuevos productos y sectores.
Es preciso a馻dir un mayor valor a馻dido por unidad exportada para elevar al m醲imo las ventajas de la penetraci髇 de los productos mexicanos en los mercados internacionales. El suministro de insumos a las empresas exportadoras constituye una forma de promover la integraci髇 internacional de las empresas nacionales.
M閤ico y el sistema multilateral de comercio
M閤ico considera la OMC como el principal mecanismo tanto para la liberalizaci髇 comercial como para la creaci髇 de un marco basado en las normas comerciales internacionales. La liberalizaci髇 comercial de M閤ico y su participaci髇 en el sistema multilateral de comercio han desempe馻do un papel muy importante en la expansi髇 de sus exportaciones, que a su vez han estimulado la econom韆 y el empleo.
La adhesi髇 de M閤ico al GATT estaba motivada por el deseo de crear un entorno que fomentase la actividad econ髆ica mediante el aprovechamiento, en primer lugar, de la apertura de los mercados mundiales y la reducci髇 de los obst醕ulos al comercio; en segundo lugar, de la certeza que surge de las operaciones de comercio exterior que se rigen por unas normas y disciplinas claras y transparentes del sistema multilateral de comercio; en tercer lugar, del hecho de que las normas y disciplinas establecidas por la OMC eviten que se adopten medidas comerciales unilaterales; y por 鷏timo, de la posibilidad de poder recurrir a un mecanismo de soluci髇 de diferencias comerciales. La conclusi髇 de la Ronda Uruguay y la creaci髇 de la OMC convirtieron las ventajas de participar en el sistema multilateral de comercio en algo aun m醩 evidente.
En este contexto, con objeto de contribuir a su apertura econ髆ica, crear mayores oportunidades para los pa韘es en desarrollo y reforzar el sistema multilateral de comercio, M閤ico apoy?nuevas liberalizaciones comerciales bajo la forma del lanzamiento de una ronda de negociaciones multilaterales en la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC celebrada en Doha, Qatar, en noviembre de 2001. El programa de la presente Ronda es suficientemente amplio como para abarcar los intereses de todos los participantes, en particular de los pa韘es en desarrollo. Este es el contexto en el que M閤ico acoger? la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC en 2003.