“Desearía empezar dando las gracias a todos los miembros del grupo por su participación en estas conversaciones. Tenemos la inmensa suerte de contar como miembros del grupo con algunos de los más acreditados y distinguidos expertos del mundo en el tema del sistema mundial de comercio y la OMC. Se trata de personas cultas y creativas a las que hemos pedido que miren más all?del horizonte inmediato y consideren la forma que podemos dar en los años venideros a esta organización y al sistema que supervisa.

Nuestro objetivo es sacar este verano una publicación que ofrezca ideas colectivas e individuales sobre el modo en que debemos llevar adelante las cuestiones de fondo y de conducción, teniendo en cuenta los factores políticos externos que darán forma a nuestra organización en el futuro.

La Conferencia de Doha fue un gran éxito y se ha traducido en un impresionante programa de trabajo y de negociaciones en los años por venir. Tenemos el Programa para el Desarrollo y nos proponemos cumplir las instrucciones de los ministros. Pero el éxito de Doha no significa que muchos de los problemas que salieron a la luz en Seattle hayan desaparecido y no vayan a volver a surgir a lo largo de las negociaciones. Doha no ha reducido en absoluto la necesidad de una honda reflexión sobre los problemas a que se enfrenta el sistema as? como sobre las cuestiones sustantivas del propio Programa de Doha. Simplemente nos brinda un marco más positivo para esa reflexión.

No pretendo que dos días de conversaciones hayan bastado para que encontremos todas las respuestas. Pero creo que hemos debatido las cuestiones correctas. Una OMC con 144 gobiernos Miembros no es lo mismo que un GATT con 23. Necesitamos nuevas ideas acerca del modo en que esta organización puede tener un mejor desempeño y ofrecer más a sus Miembros tanto en términos de sustancia como de proceso.

El debate de los dos últimos días ha sido en ocasiones intenso y no hemos estado todos siempre de acuerdo en todo. Pero las diferencias de opinión han sido positivas. Cada uno de nuestros expertos procede de un entorno distinto y enfoca el mundo desde una perspectiva diferente. Pero todos ellos comparten un deseo común: ver una OMC vibrante y representativa que satisfaga las demandas de todos los gobiernos Miembros y sus pueblos de manera más eficaz.

En los próximos meses cada miembro de este grupo escribir?un capítulo de la publicación y estoy seguro de que habr?nuevas diferencias de opinión. Las distintas perspectivas y prioridades serán evidentes en esos capítulos. Pero también apuntarán a una postura común para la organización. Algunas de las ideas que surjan serán controversiales y tal vez incluso polémicas. Pero las cuestiones a que se enfrenta la OMC exigen ideas nuevas y sugerencias creativas sobre la forma en que podemos tratar los problemas que confrontamos.

Un debate positivo que examine estas cuestiones institucionales debe ofrecer una variedad de perspectivas para que las examinen nuestros clientes, los gobiernos Miembros. Estamos en una organización intergubernamental que adopta sus decisiones sobre la base del consenso. En ningún momento hemos perdido de vista esto. Pero, gracias a su acervo de conocimientos, este extraordinario grupo de personas puede aportar a los gobiernos Miembros algunas ideas sobre la mejor forma de abordar tanto los problemas con que nos enfrentamos en la actualidad como los que nos aguardan en el futuro?

 
Los asesores del Sr. Moore son los siguientes: