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WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG PASCAL LAMY

17 de julio de 2006, Cumbre de San Petersburgo

揕a principal responsabilidad les incumbe a ustedes? dice Lamy al G-8

Las consultas del Director General de la OMC Pascal Lamy s髄o han dado lugar a un movimiento 搈arginal?en las negociaciones, y seg鷑 ha declarado Lamy en la Cumbre del Grupo de los Ocho, celebrada en San Petersburgo el 17 de julio de 2006, incumbe ahora a los dirigentes de los principales pa韘es la responsabilidad de dejar a sus ministros un margen de negociaci髇 mayor.

En la reuni髇 estuvieron presentes: los l韉eres del G-8 ?Alemania, el Canad? los Estados Unidos, Francia, Italia, el Jap髇, el Reino Unido y Rusia ?as?como el Brasil, China, la India, M閤ico, Sud醘rica y la Uni髇 Europea, y los dirigentes de la Uni髇 Africana, la Comunidad de Estados Independientes, el Organismo Internacional de Energ韆, el Organismo Internacional de Energ韆 At髆ica, las Naciones Unidas, la UNESCO, el Banco Mundial y la Organizaci髇 Mundial de la Salud.

El Sr. Lamy se expres?en estos t閞minos:

La ronda de negociaciones comerciales multilaterales, que comenz?hace casi cinco a駉s, toca a su fin. Muy pronto conoceremos su resultado, tanto si se trata de un 閤ito como de un fracaso. Y, si estoy especialmente agradecido al Presidente Putin por haberme brindado la oportunidad de dirigirme a ustedes, es porque tengo la sensaci髇 de que la respuesta depende de los que hoy se sientan alrededor de esta mesa.

No se trata de decidir por los dem醩 Miembros de la OMC: necesitamos un consenso de 150 Miembros. Tampoco se trata de limitar las negociaciones al pu馻do de cuestiones que abordar?brevemente aqu?ante ustedes.

Pero el hecho es que la responsabilidad pol韙ica principal est?aqu? con un 85 por ciento del PNB del planeta y un 75 por ciento del comercio mundial, y que, lo queramos o no, los restantes temas de negociaci髇 dependen ahora de que se resuelvan las cuestiones relativas a la agricultura y la industria.

El mensaje que deseo transmitirles es simple y breve. Puede resumirse en dos puntos:

  • en este momento, el punto muerto en el que nos encontramos nos conducir? muy pronto al fracaso si no dan a sus ministros un mayor margen de negociaci髇; los plazos s髄o sirven con esa condici髇.

  • soy consciente de sus problemas pol韙icos internos. Sin embargo, les pido que, en las decisiones que adopten, tengan en cuenta los riesgos que conllevar韆 un fracaso, que son considerables, y no menos pol韙icos.

縀n qu?situaci髇 nos encontramos? Hace 15 d韆s recib?el mandato de escuchar las confesiones de los negociadores, empezando por los de ustedes, sobre su margen de maniobra en lo que respecta a la reducci髇 de las subvenciones a la agricultura, la apertura de los mercados agr韈olas y la apertura de los mercados industriales. Aunque hubo algunas buenas noticias, siguen siendo muy marginales, y las balizas se馻ladas todav韆 no indican ninguna zona de aterrizaje para estas tres cuestiones. Por tanto, es preciso que acerquen sus posiciones, lo que significa que deben estar dispuestos a revisar las instrucciones que dieron a sus ministros.

A primera vista, si miramos las cifras, las diferencias que los separan al final de las negociaciones no parecen insalvables: unos pocos miles de millones de subvenciones a la agricultura causantes de distorsi髇 del comercio, que ser韆 necesario eliminar o transformar en unos a駉s; unos pocos miles de millones de exportaciones agr韈olas suplementarias para algunos y, por consiguiente, de importaciones suplementarias para los dem醩; y otro tanto en lo que respecta a los productos industriales. En otras palabras, unos pocos puntos porcentuales por encima de las concesiones ya propuestas.

As?pues, el problema no es t閏nico, sino pol韙ico. De lo que aqu?se trata es del valor que atribuye su opini髇 p鷅lica a estos puntos porcentuales suplementarios en t閞minos de beneficios obtenidos. Y, francamente, debo decirles que el precio que han fijado para estas concesiones es demasiado elevado. Todos sabemos que resulta muy dif韈il desde el punto de vista pol韙ico cambiar ese precio. Sabemos que un esfuerzo a馻dido tiene un costo para ustedes. Pero estoy convencido de que, para alcanzar un compromiso, ser?preciso aceptar ese costo. Lo que les pido, ya que son ustedes los que decidir醤 en 鷏tima instancia lo que se someter?al voto de sus parlamentos, es simplemente que contrapongan este costo al costo de un fracaso.

Un fracaso significar韆 tirar por la borda los resultados que hemos acumulado sobre la mesa de negociaciones a lo largo de los 鷏timos cinco a駉s, resultados que har韆n que esta ronda fuese la m醩 ambiciosa de las concluidas en los 鷏timos 50 a駉s, tanto en lo que respecta a la apertura del comercio en la agricultura, la industria o los servicios, como en lo relativo al fortalecimiento de las disciplinas en materia de subvenciones o de reglamentaci髇 del comercio. De hecho, estas negociaciones ya tienen un valor potencial entre dos y tres veces superior al de las negociaciones anteriores.

Ante todo, un fracaso supondr韆 un golpe a las perspectivas de desarrollo de las tres cuartas partes de los Miembros de la OMC cuyas econom韆s son m醩 pobres o m醩 d閎iles que las suyas y para los cuales la integraci髇 en el comercio internacional representa la mejor manera de lograr el crecimiento y mejorar sus sistemas de gobierno. Esta es la raz髇 por la que todos ustedes acordaron denominar a esta ronda 搇a ronda del desarrollo? deb韆 ser una contribuci髇 a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Por 鷏timo, un fracaso enviar韆 una se馻l muy negativa sobre el futuro de la econom韆 mundial y sobre el peligro de que resurja el proteccionismo en un momento en el que el ritmo de la globalizaci髇 afecta negativamente al tejido social y econ髆ico de muchos pa韘es y la inestabilidad geopol韙ica est?en aumento.

Un sistema de comercio basado en normas multilaterales sigue siendo la p髄iza de seguros menos costosa para la econom韆 mundial. Todos ustedes vienen cosechando sus beneficios desde hace mucho tiempo. Pero, aunque no es costosa, esta p髄iza tampoco es gratuita, y les pido que realicen un esfuerzo suplementario para renovarla por los a駉s venideros decidiendo entre todos aprovechar esta oportunidad para dar a sus ministros un mayor margen de negociaci髇.

Gracias por su atenci髇.

> Declaraci髇 del G8 sobre el comercio