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Lo que est?ocurriendo en la OMC

NOTICIAS:  COMUNICADOS DE PRENSA 1996

PRESS/57
9 de octubre de 1996

“El Comecio y la inversi錕絥 extranjera directa” Nuevo Informe de la OMC

En vista de las vinculaciones econ錕絤icas, institucionales y jur錕絛icas cada vez mayores que existen entre el comercio y la inversi錕絥 extranjera directa (IED), 錕絚onviene que los gobiernos Miembros de la OMC sigan recurriendo a acuerdos bilaterales en materia de IED, o deber錕絥 en cambio crear un marco multilateral que reconozca esos estrechos v錕絥culos y tenga en cuenta los intereses de todos los Miembros de la OMC, desarrollados, en desarrollo y menos adelantados por igual?

Para ayudar a la comunidad comercial a determinar la actitud que ha de asumir la OMC frente a la importancia creciente de la IED, la Secretar錕絘 de la OMC ha dado a conocer hoy (16 de octubre) un informe de 60 p錕絞inas titulado "El comercio y la inversi錕絥 extrajera directa", que trata de las vinculaciones econ錕絤icas, institucionales y jur錕絛icas que existen entre la IED y el comercio mundial. En 錕絣 se examina la interacci錕絥 de comercio e IED, incluida la repercusi錕絥 que 錕絪ta tiene en el comercio de los pa錕絪es de origen y los pa錕絪es receptores. Se pasa revista a los costos y beneficios atribuidos a la IED y se consideran las consecuencias de la competencia entre pa錕絪es receptores por obtener inversiones. Tambi錕絥 figura en el informe una exposici錕絥 de las normas que rigen la inversi錕絥 extranjera, as錕?como un breve comentario sobre las actuales normas y disciplinas de la OMC relacionadas con la inversi錕絥. El informe concluye con un examen de las cuestiones fundamentales de pol錕絫ica que tienen planteadas los Miembros de la OMC.

Se adjunta el texto completo del informe.

Nota a las redacciones:

Los coautores del informe -Richard Blackhurst, Director de la Divisi錕絥 de Estudios y An錕絣isis Econ錕絤icos, y Adrian Otten, Director de la Divisi錕絥 de Propiedad Intelectual e Inversiones- realizar錕絥 una sesi錕絥 de informaci錕絥 a la prensa el mi錕絩coles 16 de octubre a las 14.30 h en la Sala III del Palacio de las Naciones, Naciones Unidas, Ginebra. Est錕絥 invitados a asistir los representantes de la televisi錕絥, la radio y la prensa escrita.

Cap錕絫ulo IV el Comrecio y la inversi錕絥 extranjera directa
I. Introducci錕絥

Hay muchas razones por las cuales la inversi錕絥 extranjera directa (IED) se ha convertido en un tema muy debatido. Una de las razones es el aumento espectacular de los flujos mundiales anuales entre 1985 y 1995, que pasaron de unos 60.000 millones de d錕絣ares EE.UU. a una cifra estimada en 315.000 millones (gr錕絝ico 1), y el consiguiente aumento de su importancia relativa como fuente de capitales de inversi錕絥 en varios pa錕絪es.See footnote 1 El monto acumulado de las inversiones extranjeras directas, en cambio, ha ido creciendo, y las estimaciones apuntan a que las ventas de las filiales extranjeras de las sociedades transnacionales (STN) superan el valor del comercio mundial de mercanc錕絘s y servicios (que fue de 6,1 billones de d錕絣ares EE.UU. en 1995), que el comercio intraempresarial de las STN representa aproximadamente la tercera parte del comercio mundial y que las exportaciones de las STN a sociedades que no son filiales suyas representan otra tercera parte del comercio mundial, correspondiendo el tercio restante al comercio entre empresas nacionales (distintas de las STN).See footnote 2

El vivo inter錕絪 por la IED tambi錕絥 forma parte de un inter錕絪 m錕絪 amplio por las fuerzas que impulsan la actual integraci錕絥 de la econom錕絘 mundial, o lo que todos llaman familiarmente la "mundializaci錕絥". Entre las pruebas m錕絪 tangibles de esta mundializaci錕絥 se han citado el aumento m錕絪 o menos firme de la relaci錕絥 comercio/PIB mundiales y la mayor importancia de las instalaciones de producci錕絥 y distribuci錕絥 de propiedad extranjera en la mayor parte de los pa錕絪es.See footnote 3


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Las inversiones extranjeras directas tambi錕絥 se consideran una manera de incrementar la eficiencia en el empleo de los escasos recursos mundiales. Un ejemplo reciente y espec錕絝ico es la funci錕絥 atribuida a la IED en los esfuerzos destinados a estimular el crecimiento econ錕絤ico en muchos de los pa錕絪es m錕絪 pobres del mundo. Ello se debe en parte a la esperada continua aminoraci錕絥 del papel de la ayuda al desarrollo (de la que tradicionalmente estos pa錕絪es han dependido mucho), y la consiguiente b錕絪queda de otras fuentes alternativas de capital extranjero. M錕絪 importante a錕絥 es que la IED, de la que s錕絣o una 錕絥fima cantidad llega a los pa錕絪es m錕絪 pobres, puede constituir una fuente no s錕絣o de unos capitales que tanta falta hacen, sino tambi錕絥 de nueva tecnolog錕絘 y de bienes inmateriales como los conocimientos en materia de organizaci錕絥 y gesti錕絥, as錕?como de redes de comercializaci錕絥. La inversi錕絥 extranjera directa pueden tambi錕絥 estimular la competencia, la innovaci錕絥, el ahorro y la formaci錕絥 de capital, y por consiguiente, la creaci錕絥 de empleo y el crecimiento econ錕絤ico.See footnote 4 Adem錕絪 de reformas a fondo de las pol錕絫icas y pr錕絚ticas nacionales en los pa錕絪es m錕絪 pobres, esto es precisamente lo que se necesita para conseguir que cambien de signo unas perspectivas que de otro modo ser錕絘n pesimistas.

A nivel institucional, la creciente importancia de la IED, junto con la ausencia de unas normas multilaterales vinculantes aplicables a las pol錕絫icas nacionales en materia de inversiones extranjeras directas, ha creado lo que muchos consideran un obst錕絚ulo que podr錕絘 aminorar el ritmo de una mayor integraci錕絥 de la econom錕絘 mundial. El reconocimiento de la necesidad de elaborar unas normas multilaterales sobre la inversi錕絥 extranjera no es nuevo -en efecto, la Carta de La Habana por la que se creaba la Organizaci錕絥 Internacional de Comercio que nunca lleg錕?a ver la luz (origen del GATT y “antecesora espiritual” de la OMC) conten錕絘 disposiciones relativas a la inversi錕絥 extranjera- pero hasta la fecha no han dado frutos los intentos de llegar a un amplio acuerdo multilateral que establezca unas normas vinculantes.

Ha renovado el inter錕絪 por la IED en los c錕絩culos comerciales la idea de que el comercio y la inversi錕絥 extranjera directa son simplemente dos formas -a veces alternativas pero cada vez m錕絪 complementarias- de atender los mercados extranjeros, y de que ya est錕絥 vinculadas entre s錕?de diversas maneras. Los 27 pa錕絪es de la OCDE (m錕絪 la Comisi錕絥 de la CE) est錕絥 negociando un acuerdo sobre la inversi錕絥 extranjera, que se prev錕?quedar錕? finalizado a tiempo para la Reuni錕絥 Ministerial de la OCDE en 1997. A nivel multilateral, el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios de la OMC, al incluir normas relativas a la "presencia comercial", reconoce que las inversiones extranjeras directas son un requisito previo para la exportaci錕絥 de muchos servicios (no existen normas correspondientes sobre la presencia comercial en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, que regula el comercio de mercanc錕絘s).

Es importante a錕絘dir que no todo el mundo muestra el mismo entusiasmo ante esta evoluci錕絥. Las cr錕絫icas se refieren a los posibles efectos negativos de la IED. En los pa錕絪es “de origen” (de donde salen los flujos de capital), se afirma que las inversiones extranjeras directas exportan empleo y hacen bajar los salarios. En los pa錕絪es “receptores” (que reciben esas inversiones), existen dudas acerca de las repercusiones a mediano plazo en la balanza de pagos, la posible monopolizaci錕絥 del mercado interno, y, de manera m錕絪 general, los efectos de la IED en la capacidad del gobierno para administrar la econom錕絘. Las cr錕絫icas se refieren tambi錕絥 a las consecuencias que pueda tener la creaci錕絥 de un acuerdo multilateral que establezca principios comunes para la elaboraci錕絥 de normas nacionales sobre la IED y obligue a cada signatario a consolidar sus normas en el marco del acuerdo. La obligaci錕絥 de consolidar las pol錕絫icas nacionales sobre la IED en el marco de un acuerdo multilateral ser錕絘 considerada, seg錕絥 las cr錕絫icas, una manera a錕絥 m錕絪 eficaz de privar a un pa錕絪 de su derecho a controlar las entradas de IED.

M錕絪 abajo se exponen respuestas a estas inquietudes, junto con una relaci錕絥 cuidadosamente documentada de los numerosos beneficios que la IED reporta a los pa錕絪es receptores y que deben tomarse en consideraci錕絥 a la hora de definir la actitud general de un pa錕絪 frente a las entradas de IED.

El tema central del presente informe

Existe ya una bibliograf錕絘 acad錕絤ica bastante completa sobre el tema general de la econom錕絘 de las inversiones extranjeras directas.See footnote 5 Adem錕絪, en la edici錕絥 anual de la UNCTAD del World Investment Report se analizan una serie de aspectos de las inversiones extranjeras directas, y tanto el FMI como la UNCTAD y la OCDE publican estad錕絪ticas detalladas sobre estas inversiones. En conjunto, estos datos ofrecen una introducci錕絥 muy completa, tanto conceptual como emp錕絩ica, a muchas cuestiones relacionadas con la IED.

En el marco de la OMC, el aspecto m錕絪 interesante y pertinente de la inversi錕絥 extranjera directa son sus v錕絥culos -econ錕絤icos, institucionales, jur錕絛icos- con el comercio mundial. Teniendo esto en cuenta, se decidi錕?centrar el presente informe en los v錕絥culos entre la IED y el comercio, en lugar de la IED per se. El objetivo es tratar de colmar una peque錕絘 laguna en la bibliograf錕絘 y ayudar a los c錕絩culos comerciales a evaluar las diversas propuestas acerca de c錕絤o la OMC debe abordar la creciente importancia de la IED.

Esta secci錕絥 introductoria va seguida de un examen, en la Parte II, de la relaci錕絥 entre el comercio y la IED, incluido el impacto de esta inversi錕絥 en el comercio de los pa錕絪es de origen y el de los pa錕絪es receptores. En la Parte III se pasa revista a los costos y beneficios atribuidos a la IED, y se consideran las consecuencias de la competencia entre los pa錕絪es de origen por atraer inversiones extranjeras directas. Las normas (distintas de las de la OMC) que rigen las inversiones extranjeras se examinan en la Parte IV, y en la Parte V se comentan brevemente las normas y disciplinas existentes en la OMC acerca de esas inversiones. La Parte VI concluye el informe con una rese錕絘 de los v錕絥culos econ錕絤icos, institucionales y jur錕絛icos entre la IED y el comercio y sus consecuencias en lo que respecta a las opciones que se presentan a los Miembros de la OMC.

Sin embargo, antes de abordar el cuerpo del informe, ser錕絘 錕絫il examinar brevemente una serie de estad錕絪ticas b錕絪icas sobre la IED a fin de situar en el contexto que le corresponde el an錕絣isis que se hace despu錕絪 (v錕絘se el recuadro 1 sobre la definici錕絥 y medici錕絥 de la inversi錕絥 extranjera directa).

Recuadro 1
Definici錕絥 y medici錕絥 de la inversi錕絥 extranjera directa

Se habla de inversi錕絥 extranjera directa (IED) cuando un inversor radicado en un pa錕絪 (el pa錕絪 de origen) adquiere un activo en otro pa錕絪 (el pa錕絪 receptor) con la intenci錕絥 de administrar ese activo. El elemento de administraci錕絥 es lo que diferencia la IED de una inversi錕絥 de cartera en acciones, obligaciones y dem錕絪 instrumentos financieros extranjeros. En la mayor parte de los casos el inversor y el activo que 錕絪te administra en el extranjero son sociedades mercantiles. En este caso, el inversor suele conocerse con el nombre de "sociedad matriz" y el activo con el de “filial” o “empresa afiliada”.

Existen tres categor錕絘s principales de inversiones extranjeras directas:

-    Las acciones y otras participaciones de capital son el valor de las inversiones de una sociedad transnacional (STN) en acciones de una empresa en un pa錕絪 extranjero. Normalmente, se considera que el umbral que da el control sobre el activo adquirido es una participaci錕絥 de capital del 10 por ciento o m錕絪 de las acciones ordinarias o del total de los votos en el caso de una sociedad an錕絥ima (o su equivalente en el caso de una empresa no constituida en sociedad). Esta categor錕絘 incluye las fusiones y adquisiciones y las inversiones totalmente nuevas (la creaci錕絥 de nuevas instalaciones). Las fusiones y las adquisiciones son una importante fuente de IED para los pa錕絪es desarrollados, aunque su importancia relativa var錕絘 considerablemente.

-    Las utilidades reinvertidas constituyen la participaci錕絥 de la STN en las utilidades de la filial o afiliada que no se distribuyen como dividendos ni se remiten a la STN. Se supone que estas utilidades retenidas son reinvertidas en la propia filial. Este rubro puede representar hasta el 60 por ciento de las salidas de IED en pa錕絪es como los Estados Unidos y el Reino Unido.

-    Por otro capital se entiende los pr錕絪tamos de fondos a corto y largo plazo entre la STN y la filial.

Las estad錕絪ticas disponibles sobre la IED, que distan mucho de ser ideales, provienen principalmente de tres fuentes. En primer lugar, est錕絥 las estad錕絪ticas de los archivos de los ministerios y organismos que administran las leyes y reglamentos del pa錕絪 sobre las inversiones extranjeras directas. Las solicitudes de autorizaci錕絥 y el cumplimiento de los requisitos de notificaci錕絥 permiten a esos organismos registrar datos sobre los flujos de IED. Por lo general no se suelen registrar los beneficios reinvertidos, los pr錕絪tamos internos del grupo transnacional y las liquidaciones de inversiones, y no todas las inversiones notificadas son realizadas en su totalidad en el per錕給do abarcado por la notificaci錕絥. En segundo lugar, est錕絥 los datos sobre las inversiones extranjeras directas tomados de estudios -hechos o no por el gobierno- en que se eval錕絘n los datos sobre la financiaci錕絥 y la explotaci錕絥 de las sociedades. Si bien estos datos proporcionan informaci錕絥 sobre las ventas (internas y externas), los beneficios, el empleo y la parte de la producci錕絥 nacional correspondiente al valor a錕絘dido de las filiales extranjeras, a menudo no pueden compararse entre los distintos pa錕絪es debido a diferencias en las definiciones y la cobertura. En tercer lugar, est錕絥 los datos procedentes de las estad錕絪ticas de la balanza de pagos, para las que se han establecido unas directrices acordadas internacionalmente que est錕絥 recogidas en la quinta edici錕絥 del Manual de Balanza de Pagos del FMI. Las tres categor錕絘s de inversiones extranjeras directas antes descritas est錕絥 tomadas de esas directrices.

Muchos pa錕絪es -incluidos algunos pa錕絪es del G.7- no han cumplido todav錕絘 plenamente las directrices del FMI (en particular, no siempre se contabilizan las utilidades reinvertidas y las transacciones entre empresas afiliadas), lo que dificulta la comparaci錕絥 de los datos sobre inversiones extranjeras directas entre los distintos pa錕絪es. Adem錕絪, un gran n錕絤ero de pa錕絪es en desarrollo no proporcionan datos sobre esas inversiones. La edici錕絥 de 1995 del World Investment Report de la UNCTAD tuvo que basarse en las estad錕絪ticas de los miembros de la OCDE para poder hacer una estimaci錕絥 de los flujos de inversiones extranjeras directas correspondientes a unos 55 pa錕絪es. Pese a las recientes mejoras, ser錕?necesario desplegar m錕絪 esfuerzos a nivel nacional antes de poder disponer a nivel mundial de datos sobre las inversiones extranjeras directas que sean comparables y razonablemente completos.

Tendencias recientes de la inversi錕絥 extranjera directa

El gr錕絝ico 1 que figura m錕絪 arriba abarca un poco m錕絪 de dos d錕絚adas. A finales del decenio de 1970 las salidas anuales de IED desde los pa錕絪es de la OCDE hacia todos los destinos (incluso entre ellos) se hab錕絘 duplicado, pasando de unos 25.000 millones de d錕絣ares EE.UU. a casi 60.000 millones (actualmente, los pa錕絪es de la OCDE han recibido aproximadamente el 73 por ciento y originado aproximadamente el 92 por ciento de inversiones extranjeras directas). No obstante, estas son cifras nominales, y si se tiene en cuenta que los pa錕絪es de la OCDE vivieron dos per錕給dos con una inflaci錕絥 de dos cifras en el decenio de 1970, es evidente que en valor real, una vez deducida la inflaci錕絥, hubo un aumento m錕絥imo o nulo de las salidas anuales. Despu錕絪 de descender pronunciadamente a principios del decenio de 1980, estas salidas empezaron de nuevo a aumentar. Entre 1986 y 1989, en cambio, los flujos anuales de inversiones extranjeras directas se incrementaron a un ritmo fenomenal, multiplic錕絥dose por cuatro en cuatro a錕給s. En la segunda mitad de este cuatrienio de rebosante actividad inversora, el total mundial experiment錕?un nuevo impulso, aunque menor, con la triplicaci錕絥 (a partir de cifras muy bajas) de las salidas de IED de las econom錕絘s no pertenecientes a la OCDE, en particular de Hong Kong. Concretamente, la parte porcentual de los pa錕絪es no miembros de la OCDE en las salidas mundiales de IED pas錕?del 5 por ciento en 1983-1987 al 15 por ciento en 1994.See footnote 6

En los pa錕絪es de la OCDE, este per錕給do de fuerte crecimiento de la IED fue seguido de cinco a錕給s (1990-1994) de estancamiento o descenso de las salidas anuales, lo que seguramente se debi錕?en parte a la disminuci錕絥 generalizada de la actividad econ錕絤ica. Luego, en 1995, hubo una espectacular inversi錕絥 de la tendencia, y se ha calculado que las salidas de IED de la zona de la OCDE aumentaron un 40 por ciento.See footnote 7

Una pregunta que se formula con frecuencia es si las inversiones extranjeras directas crecen m錕絪 r錕絧idamente que el comercio mundial. La respuesta depende del per錕給do que se tome. Entre 1986 y 1989, y posteriormente en 1995, las salidas de IED aumentaron con mucha m錕絪 rapidez que el comercio mundial. Al contrario, entre 1973 y 1984 y 1990 y 1994 el crecimiento de la IED se mantuvo por debajo del crecimiento del comercio mundial.See footnote 8 Durante todo el per錕給do comprendido entre 1973 y 1995 el valor estimado de los flujos anuales de IED se multiplic錕?por m錕絪 de 12 (de 25.000 millones de d錕絣ares EE.UU. a 315.000 millones), mientras que el valor de las exportaciones de mercanc錕絘s se multiplic錕?por 8,5 (de 575.000 millones de d錕絣ares EE.UU. a 4,9 billones).

Si se comparan los flujos de inversiones extranjeras directas y los flujos de inversiones de cartera internacionales en el per錕給do 1988-1994 se comprueba que los flujos anuales medios de estos dos tipos de inversiones internacionales eran m錕絪 o menos id錕絥ticos en 1988-1990, per錕給do despu錕絪 del cual las inversiones de cartera registraron tres a錕給s de r錕絧ido crecimiento alcanzando un monto (630.000 millones de d錕絣ares EE.UU. en 1993) equivalente a m錕絪 del doble del de las inversiones extranjeras directas.See footnote 9 En 1994 el pronunciado descenso del crecimiento de las inversiones de cartera redujo en parte esta diferencia (todav錕絘 no se disponen de los datos de 1995 relativos a las inversiones de cartera). Una tercera categor錕絘 de flujos financieros, de particular importancia para muchos pa錕絪es en desarrollo, es el financiamiento oficial del desarrollo.See footnote 10 En 1994, cuando el flujo de inversiones internacionales de cartera equival錕絘 a aproximadamente 350.000 millones de d錕絣ares EE.UU. y los flujos de inversiones directas a 230.000 millones de d錕絣ares EE.UU. (en ambos casos hacia todos los destinos), los pa錕絪es de la OCDE proporcionaron unos 60.000 millones de d錕絣ares EE.UU. en concepto de financiamiento oficial del desarrollo, de los cuales unos 50.000 millones fueron a los pa錕絪es en desarrollo y el resto a las econom錕絘s en transici錕絥.

Se estima que en 1995 las entradas de IED en los pa錕絪es no pertenecientes a la OCDE totalizaron 112.000 millones de d錕絣ares EE.UU. De 錕絪tos, 65.000 millones aproximadamente fueron a Asia y otros 27.000 millones a Am錕絩ica Latina (incluido M錕絰ico). Los restantes 20.000 millones se dividieron en partes pr錕絚ticamente iguales entre los pa錕絪es en transici錕絥 de Europa por un lado y 錕絝rica y el Oriente Medio por otro.

La parte de las entradas mundiales de IED correspondiente a los pa錕絪es no miembros de la OCDE, que disminuy錕?en el decenio de 1980, aument錕?del 20 a alrededor del 35 por ciento entre 1990 y 1995.See footnote 11 China, como pa錕絪 receptor, se llev錕?una buena parte del aumento, pero otros pa錕絪es en desarrollo, en particular de Asia y Am錕絩ica Latina, tambi錕絥 se beneficiaron de un pronunciado aumento de las entradas de inversiones extranjeras directas. Al mismo tiempo, los flujos de IED hacia los pa錕絪es no miembros de la OCDE se concentraron en un peque錕給 n錕絤ero de pa錕絪es. En 1995 China recibi錕?aproximadamente la tercera parte de todas las inversiones extranjeras directas que entraron en los pa錕絪es no miembros de la OCDE (38.000 millones de d錕絣ares EE.UU. de un total de 112.000 millones), y nueve pa錕絪es recibieron otro 35 por ciento.See footnote 12 El 31 por ciento restante, o 36.000 millones de d錕絣ares EE.UU., se repartieron (no en partes iguales) entre aproximadamente los dem錕絪 135 pa錕絪es en desarrollo y en transici錕絥. Los pa錕絪es menos adelantados atrajeron entre 1990 y 1995 un promedio de 1.100 millones de d錕絣ares de entradas de IED, que representaron alrededor del 0,5 por ciento de las corrientes mundiales de IED.See footnote 13

Pasando a las entradas acumulativas, en el cuadro 1 figuran las cifras correspondientes a las entradas acumulativas totales de los principales pa錕絪es receptores en el per錕給do 1985-95. De los 20 pa錕絪es incluidos en el cuadro, siete son pa錕絪es en desarrollo. China se sit錕絘 en cuarto lugar, figurando tambi錕絥 en la lista M錕絰ico, Singapur, Malasia, Argentina, Brasil y Hong Kong.See footnote 14 El cuadro 1 tambi錕絥 pone de relieve el hecho de que los principales pa錕絪es receptores de inversiones extranjeras directas tambi錕絥 son en su mayor錕絘 principales pa錕絪es de origen de estas inversiones (estos 錕絣timos figuran en negrita). Las primeras nueve econom錕絘s receptoras, junto con siete de los restantes 11 pa錕絪es receptores, figuran en la lista de los 20 principales pa錕絪es de origen.

Cuadro 1
Principales pa錕絪es receptores de inversiones extranjeras directas seg錕絥 las entradas acumulativas, 1985-1995

Puesto Pa錕絪 Inversiones extranjeras directas

(En miles de millones de d錕絣ares EE.UU.)

Inversiones extranjeras directas per c錕絧ita

(En d錕絣ares EE.UU.)

1 Estados Unidos 477 ,5 1.820 (13 )*
2 Reino Unido 199 ,6 3.410 (7 )
3 Francia 138 ,0 2.380 (10 )
4 China 130 ,2 110 (20 )
5 Espa錕絘 90 ,9 2.320 (11 )
6 B錕絣gica-Luxemburgo 72 ,4 6.900 (2 )
7 Pa錕絪es Bajos 68 ,1 4.410 (3 )
8 Australia 62 ,6 3.470 (6 )
9 Canad錕?/b> 60 ,9 2.060 (12 )
10 M錕絰ico 44 ,1 470 (17 )
11 Singapur 40 ,8 13.650 (1 )
12 Suecia 37 ,7 4.270 (4 )
13 Italia 36 ,3 630 (16 )
14 Malasia 30 ,7 1.520 (14 )
15 Alemania 25 ,9 320 (18 )
16 Suiza 25 ,2 3.580 (5 )
17 Argentina 23 ,5 680 (15 )
18 Brasil 20 ,3 130 (19 )
19 Hong Kong 17 ,9 2.890 (9 )
20 Dinamarca 15 ,7 3.000 (8 )

*    Las cifras entre par錕絥tesis indican el puesto de los principales pa錕絪es receptores seg錕絥 las entradas per c錕絧ita.

Nota:    Los pa錕絪es que figuran en negrita tambi錕絥 se encuentran entre los 20 principales pa錕絪es de origen de las inversiones extranjeras directas (cabe se錕絘lar que la definici錕絥 de la inversi錕絥 extranjera directa var錕絘 considerablemente seg錕絥 los pa錕絪es). Se excluyen las Bermudas, cuyas entradas acumulativas de IED, principalmente en el sector financiero, alcanzaron la cifra de 21.500 millones de d錕絣ares.

Fuentes:    Base de datos de la UNCTAD sobre IED para las 20 primeras econom錕絘s receptoras, y Naciones Unidas (1996) para las cifras relativas a la poblaci錕絥 empleadas para calcular las cifras per c錕絧ita.

En el cuadro 1 se dan tambi錕絥 las cifras de las entradas acumulativas per c錕絧ita (cabe se錕絘lar que no hay raz錕絥 para pensar que se trata de los primeros 20 pa錕絪es sobre una base per capita). En muchos casos, el orden es muy diferente del correspondiente a las entradas totales. El cambio m錕絪 notable es el de China, que pasa del cuarto lugar en t錕絩minos de las entradas totales al vig錕絪imo lugar por las entradas per c錕絧ita. Los mayores descensos despu錕絪 del de China son el de los Estados Unidos (del primero al decimotercer lugar) y Francia (del tercero al d錕絚imo lugar). Como contrapartida, evidentemente, algunos pa錕絪es -en particular las peque錕絘s econom錕絘s- se sit錕絘n en puestos m錕絪 altos si se toman las cifras per c錕絧ita. Dinamarca, Suiza, Hong Kong y Singapur ganan 10 puestos, o m錕絪, cada uno.

La mitad superior del gr錕絝ico 2 indica d錕絥de han colocado sus inversiones extranjeras directas las STN de los seis principales pa錕絪es de origen (los seis pa錕絪es se han escogido en funci錕絥 de los datos de que se dispuso; juntos totalizaron aproximadamente las dos terceras partes de las salidas totales de inversiones extranjeras directas durante la pasada d錕絚ada).See footnote 15 Tanto en 1984 como en 1994 el principal destino fueron otros pa錕絪es de la OCDE. Incluso el Jap錕絥, que fue de los seis pa錕絪es el que ten錕絘 menos inversiones directas en otros pa錕絪es de la OCDE en 1984, vio aumentar en m錕絪 de un tercio entre 1984 y 1994 la proporci錕絥 de sus inversiones extranjeras directas totales radicada en la zona de la OCDE. De los tres pa錕絪es europeos que figuran en el gr錕絝ico, solamente el Reino Unido ten錕絘 algo m錕絪 que una parte insignificante del monto acumulado de sus inversiones extranjeras directas radicada en pa錕絪es de Asia no miembros de la OCDE en ambos a錕給s.

Se observan mayores diferencias entre los seis pa錕絪es si se analiza la distribuci錕絥 sectorial del monto acumulado de sus inversiones extranjeras directas en otros pa錕絪es, tal como se indica en la mitad inferior del gr錕絝ico 2. La parte de la IED en los sectores de la agricultura y la miner錕絘 (principalmente combustibles) alcanz錕?su m錕絰imo en el Reino Unido y su m錕絥imo en Alemania. El Reino Unido es el 錕絥ico de los seis pa錕絪es del gr錕絝ico que vio aumentar entre 1984 y 1994 la proporci錕絥 de sus inversiones extranjeras directas en el sector manufacturero, y Francia es el 錕絥ico pa錕絪 que vio aumentar la parte de su IED en la agricultura y la miner錕絘 entre ambos a錕給s. Por otro lado, los seis pa錕絪es incrementaron la parte porcentual de su IED en el sector de los servicios entre 1984 y 1994, correspondiendo los mayores incrementos a Alemania y los Estados Unidos.See footnote 16 En 1994 la proporci錕絥 de IED en el sector de los servicios super錕?la correspondiente al sector manufacturero en estos pa錕絪es, con la excepci錕絥 del Reino Unido y Alemania, donde ambos sectores registraron la misma proporci錕絥 (para el Jap錕絥 la parte correspondiente a los servicios fue m錕絪 de dos veces superior a la del sector manufacturero).


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S錕絣o en el caso de los Estados Unidos se dispone de estad錕絪ticas relativamente detalladas sobre los flujos de IED en 1995, de las cuales se resumen los principales elementos en el recuadro 2. En lo que respecta al hecho de que una parte considerable de las salidas de IED de los Estados Unidos siguen dirigi錕絥dose a pa錕絪es de "salarios m錕絪 altos", se observa que las salidas de IED del Jap錕絥 siguen una tendencia bastante similar. Seg錕絥 un reciente estudio del Banco Mundial, basado en una encuesta realizada por el Ministerio de Comercio Internacional e Industria del Jap錕絥, las STN japonesas que invierten en Asia conceden m錕絪 importancia a la disponibilidad de mano de obra calificada, a la imposici錕絥 de restricciones m錕絥imas a la actividad empresarial y a la existencia de un gran mercado interior que a los bajos salarios.See footnote 17

Recuadro 2
Tendencias de las inversiones extranjeras directas realizadas por las sociedades transnacionales estadounidenses en 1995

Se dispone de estad錕絪ticas relativamente detalladas sobre las salidas de inversiones extranjeras directas realizadas por las sociedades transnacionales de los Estados Unidos en 1995. Los aspectos m錕絪 sobresalientes de esas estad錕絪ticas son 錕絪tos:
-    R錕絧ido crecimiento de las inversiones extranjeras directas. Las salidas de inversiones extranjeras directas realizadas por sociedades transnacionales estadounidenses se incrementaron en m錕絪 de un 110 por ciento en 1995 y alcanzaron un total de 97.000 millones de d錕絣ares EE.UU., frente a 46.000 millones en 1994.
-    Utilidades reinvertidas y fusiones y adquisiciones. El nivel r錕絚ord alcanzado por las inversiones extranjeras directas estadounidenses en 1995 se debi錕?en gran parte a la reinversi錕絥 de utilidades y la adquisici錕絥 de nuevas empresas efectuadas por las sociedades transnacionales estadounidenses. Las utilidades reinvertidas totalizaron 58.900 millones de d錕絣ares EE.UU. en 1995, frente a 34.700 millones en 1994. Adem錕絪, las salidas de inversiones para adquisici錕絥 de participaciones de capital pasaron de 11.700 millones de d錕絣ares EE.UU. a 41.600 millones, con un incremento del 255 por ciento con respecto a 1994 debido a la oleada de fusiones y adquisiciones realizadas por sociedades estadounidenses, en particular en Europa Occidental. Las m錕絪 activas en estas operaciones de fusiones y adquisiciones fueron las compa錕斤拷as farmac錕絬ticas y las empresas el錕絚tricas.
-    Orientaci錕絥 hacia Europa. Europa contin錕絘 conservando su atractivo para las sociedades transnacionales estadounidenses: en 1995 absorbi錕?50.200 millones de d錕絣ares EE.UU. o el 53 por ciento del total de las inversiones extranjeras directas de los Estados Unidos. El flujo de las inversiones de las transnacionales estadounidenses hacia Europa se triplic錕? con respecto a 1994.
-    Las inversiones extranjeras directas realizadas por los Estados Unidos en Asia y Am錕絩ica Latina tambi錕絥 aumentaron r錕絧idamente en 1995. Las salidas de inversiones extranjeras directas estadounidenses hacia Asia se incrementaron un 66 por ciento con respecto a 1994. En el caso de las inversiones hechas en Am錕絩ica Latina el aumento fue del 35 por ciento.
-    Hacia pa錕絪es de salarios m錕絪 altos. Aunque el acceso a salarios bajos y materias primas baratas sigue siendo un factor importante, el r錕絧ido crecimiento de las inversiones extranjeras directas de transnacionales estadounidenses en Europa hace pensar que el costo m錕絪 bajo de estos factores de producci錕絥 no es el factor que m錕絪 ha influido en el grueso de las inversiones extranjeras directas de los Estados Unidos.

-    Funci錕絥 destacada del sector manufacturero. En general, las industrias manufactureras recibieron m錕絪 de la mitad de las salidas de inversiones extranjeras directas estadounidenses en 1995. De nuevo, Europa fue el principal destino de las inversiones directas de los Estados Unidos en el sector manufacturero, si bien las salidas hacia Am錕絩ica del Sur y Asia tambi錕絥 se incrementaron considerablemente en 1995. Entre las industrias manufactureras, los productos qu錕絤icos fueron el principal destino de las salidas de inversiones extranjeras directas estadounidenses (el 42 por ciento del total de esas inversiones en el sector manufacturero), seguidos por las m錕絨uinas (12 por ciento), otros productos manufacturados (12 por ciento), el equipo de transporte (8 por ciento), los alimentos elaborados (6 por ciento) y los metales (5 por ciento).

Fuente:    Deloitte & Touche Consulting Group (1996).

II.    El Comercio y la inversi錕絥 extranjera directa

La mayor parte de los trabajos emp錕絩icos sobre la relaci錕絥 entre la IED y el comercio no han tratado de establecer un v錕絥culo causal entre ambos, es decir, determinar, por ejemplo, si las entradas de inversiones extranjeras directas hacen que las exportaciones sean mayores de lo normal o si, en cambio, el aumento de las exportaciones atrae mayores cantidades de esas inversiones. Estos trabajos se han centrado m錕絪 bien en el objetivo m錕絪 modesto de tratar de determinar si un aumento de una de estas dos variables se acompa錕絘 autom錕絫icamente de un aumento o disminuci錕絥 de la otra -en otras palabras, si existe una correlaci錕絥 entre ambas. Por lo general se suele decir que se trata de comprobar si el comercio y la IED son sustituibles entre s錕?(tienen una correlaci錕絥 negativa) o son complementarios (tienen una correlaci錕絥 positiva).

Cuando se examina la relaci錕絥 entre ambas variables, la cuesti錕絥 de si la IED y el comercio son sustituibles entre s錕?o son complementarios tiene una importancia secundaria. Una relaci錕絥 de sustituci錕絥 puede crear un v錕絥culo tan fuerte como la relaci錕絥 de complementariedad. Y si existe un v錕絥culo entre ambos, esto significa que las pol錕絫icas comerciales pueden afectar a los flujos de IED y las pol錕絫icas relativas a estas inversiones a los flujos comerciales, y que por lo tanto convendr錕絘 que ambas pol錕絫icas se trataran conjuntamente.

En esta secci錕絥 se hace una exposici錕絥 general de los resultados de los estudios de la relaci錕絥 entre la IED y el comercio, empezando con una breve rese錕絘 de las tesis que se sustentan hoy d錕絘 acerca de cu錕絣es son los factores que impulsan a una empresa a hacer una inversi錕絥 directa en el extranjero. Como se ir錕?viendo, el conocimiento de los factores que empujan a las empresas a efectuar inversiones extranjeras directas es importante para comprender la relaci錕絥 entre la IED y el comercio. La 錕絣tima parte de esta secci錕絥 est錕?dedicada a exponer las pruebas emp錕絩icas de la relaci錕絥 entre la IED y el comercio, primero desde el punto de vista del pa錕絪 de origen y luego desde el punto de vista del pa錕絪 receptor.

1.    Por qu錕?las empresas realizan inversiones extranjeras directas

錕絇or qu錕? las empresas despliegan el esfuerzo necesario para invertir en el extranjero, en lugar de permanecer en su pa錕絪 y producir para la exportaci錕絥 o ceder su tecnolog錕絘 a empresas extranjeras? Los investigadores han estado estudiando esta cuesti錕絥 durante casi 40 a錕給s. Hay ahora cierto grado de consenso para decir que, por lo general, una sociedad transnacional es el resultado de la interacci錕絥 de tres circunstancias.See footnote 18 En primer lugar, la empresa tiene activos que pueden ser explotados de manera rentable en una escala relativamente grande, activos que incluyen la propiedad intelectual (como la tecnolog錕絘 y las marcas), los conocimientos en materia de organizaci錕絥 y gesti錕絥 y las redes de comercializaci錕絥. En segundo lugar, resulta m錕絪 rentable que la producci錕絥 para la que se empleen estos activos tenga lugar en pa錕絪es diferentes en lugar de producir en el pa錕絪 de origen y exportar desde 錕絣 exclusivamente . En tercer lugar, los beneficios potenciales de “internalizar” la explotaci錕絥 de los activos son mayores que los que se obtendr錕絘n si se cedieran 錕絪tos a empresas extranjeras y adem錕絪 son suficientes como para que le valga la pena a la empresa incurrir en los costos suplementarios que supone administrar una organizaci錕絥 grande y geogr錕絝icamente dispersa.

Los activos de las sociedades transnacionales

Se observa a menudo que los activos de las STN incluyen muchos que son “intangibles” y que consisten principalmente en propiedad intelectual, compuesta de la tecnolog錕絘, las marcas y el derecho de autor, y el “capital humano” (mano de obra calificada) necesario para utilizar estos activos. Mucha de la literatura relativa a las STN insiste en la tecnolog錕絘 como agente impulsor de la internacionalizaci錕絥 de las operaciones de estas sociedades. La tecnolog錕絘 puede referirse a productos (la empresa puede producir un tipo de producto que, por la tecnolog錕絘 que incorpora, goza de las preferencias de los consumidores frente a otras variantes del mismo producto producidas por empresas competidoras) o a procesos (la empresa puede estar en condiciones de producir productos normalizados a un costo menor que el de las empresas competidoras). Al mismo tiempo, sin embargo, la ventaja competitiva de que goza una empresa por tener cierta tecnolog錕絘 tiende a quedar obsoleta con el paso del tiempo. Por lo tanto, la ventaja real que tienen algunas empresas puede no radicar en poseer una tecnolog錕絘 determinada, sino m錕絪 bien en la capacidad de innovar constantemente esa tecnolog錕絘.

Por muy determinante que sea la tecnolog錕絘 para impulsar la internacionalizaci錕絥 de las empresas, no es el 錕絥ico activo intangible que 錕絪tas puedan tratar de explotar a nivel mundial. Las patentes y el derecho de autor pueden ofrecer una ventaja comparativa evidente a la empresa titular. En algunas industrias, los activos son marcas por las que los consumidores del mundo entero est錕絥 dispuestos a pagar un suplemento (por ejemplo, las bebidas de cola). Evidentemente, las empresas que poseen esos activos pueden ceder los derechos de producci錕絥 para un determinado pa錕絪 en lugar de decidirse a invertir en montar una planta de producci錕絥 en el extranjero.

錕絇or qu錕?producir en m錕絪 de un pa錕絪?

El hecho de que una empresa posea activos que puedan ser explotados en gran escala y hacerla competitiva en el mercado internacional no explica por s錕?solo el car錕絚ter internacional de las STN. Despu錕絪 de todo, la gesti錕絥 de un activo situado en un pa錕絪 extranjero acarrea costos adicionales, como los que entra錕絘n la obtenci錕絥 de informaci錕絥 acerca de las leyes y reglamentos del pa錕絪 receptor, la gesti錕絥 de las relaciones laborales en ese pa錕絪, el aumento de los viajes de directivos de la STN y la necesidad de llevar a cabo y controlar operaciones en idiomas y culturas diferentes. 錕絇or qu錕?no producir en un solo lugar y abastecer los mercados extranjeros con exportaciones?

En el caso de muchas ramas de servicios la respuesta es muy simple. Para poder ser competitivo en los mercados extranjeros, el proveedor de servicios ha de tener una presencia f錕絪ica en esos mercados. En realidad, lo cierto es que la mayor parte del comercio transfronterizo de servicios ha sido impulsado por las inversiones extranjeras directas. Mientras que en el caso de los productos manufacturados esas inversiones suelen ser un corolario del comercio, en el sector de los servicios sucede lo contrario. Esto se reconoci錕? expl錕絚itamente durante la Ronda Uruguay cuando los participantes acordaron incluir normas sobre la “presencia comercial” en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios.

Las actividades transnacionales tambi錕絥 pueden resultar muy convenientes para las industrias que producen bienes por varios motivos, muchos de los cuales se pueden agrupar en dos grandes categor錕絘s. En la primera entran los motivos que llevan a preferir la IED vertical, modalidad 錕絪ta que se produce cuando una empresa localiza diferentes etapas de la producci錕絥 en pa錕絪es distintos.See footnote 19 Normalmente se considera que este tipo de inversi錕絥 obedece a diferencias entre los pa錕絪es en lo que se refiere a los costos de los factores de producci錕絥. Un ejemplo evidente es la STN que opera en una industria extractiva que explota recursos naturales que est錕絥 concentrados en ciertos pa錕絪es. Otro ejemplo es el de la empresa que localiza determinada fase intensiva en trabajo de su cadena de producci錕絥 en un pa錕絪 de costos salariales bajos y, al mismo tiempo, ubica las fases de la producci錕絥 que requieren cantidades considerables de “capital humano” en otro pa錕絪 que tiene una oferta relativamente abundante de trabajadores altamente calificados. En otras palabras, las empresas de esta categor錕絘, en un intento de reducir al m錕絥imo sus costos de producci錕絥, establecen plantas de producci錕絥 en una serie de pa錕絪es y utilizan el comercio como medio de satisfacer la demanda de determinados productos -incluidos factores de producci錕絥- en determinados mercados.See footnote 20

La otra gran categor錕絘 de ventajas que ofrecen las operaciones transnacionales dan lugar a la IED horizontal, que consiste en realizar en pa錕絪es diferentes tipos similares de actividades de producci錕絥.See footnote 21 Los motivos que explican este tipo de IED son, por ejemplo, que los costos de transporte para productos con una relaci錕絥 elevada entre peso y valor pueden hacer que resulte m錕絪 rentable fabricarlos en el pa錕絪 receptor; que determinados productos tienen que ser fabricados en lugares pr錕絰imos a donde habitan los consumidores; que la producci錕絥 en el pa錕絪 receptor permite cumplir con facilidad las normas t錕絚nicas nacionales aplicables a un producto; y que la producci錕絥 en ese pa錕絪 permite estar mejor informado sobre los competidores locales. La decisi錕絥 de realizar una inversi錕絥 extranjera directa tambi錕絥 se puede explicar por el deseo de salvar obst錕絚ulos comerciales existentes -por ejemplo la IED para eludir los derechos de aduana (“tariff-jumping” FDI) o de reducir la posibilidad de que en un futuro se adopten medidas proteccionistas, la llamada IED quid pro quo.See footnote 22

錕絇or qu錕?no recurrir a la cesi錕絥 de activos?

La posesi錕絥 de activos intangibles y las diferencias de costos de producci錕絥 entre los pa錕絪es no bastan para explicar por qu錕?una empresa decide lanzarse a la producci錕絥 ella misma. Muchos activos intangibles, entre ellos la tecnolog錕絘, se pueden ceder, y as錕?sucede con frecuencia, a empresas extranjeras. Cuando una empresa decide llevar a cabo una inversi錕絥 extranjera directa, tiene que haber motivos para que prefiera “internalizar” el empleo de sus activos en vez de explotarlos cedi錕絥dolos a otra.

En la literatura econ錕絤ica se han identificado muchas ventajas de la internalizaci錕絥.See footnote 23 Una categor錕絘 la constituyen las ventajas que se derivan de evitar de los costos de transacci錕絥 que entra錕絘 toda transacci錕絥 realizada entre partes independientes. Los costos incluyen el costo del contrato y el costo de la garant錕絘 de la calidad y el tener que tratar con proveedores, con empresas de exportaci錕絥 e importaci錕絥 y con concesionarios extranjeros. Estos y otros costos se pueden reducir, quiz錕? considerablemente, internalizando las transacciones en el 錕絤bito de una misma sociedad. Un aspecto estrechamente relacionado con lo que se discute es saber si el ordenamiento jur錕絛ico del pa錕絪 receptor, sobre todo en lo que se refiere a la protecci錕絥 de la propiedad intelectual, da a la SNT que cede su tecnolog錕絘 un grado de control sobre la utilizaci錕絥 de esa tecnolog錕絘 que sea equivalente al control que habr錕絘 tenido si estableciera una filial y asumiera ella misma la producci錕絥.

Otro motivo es que el mercado exterior de una tecnolog錕絘 puede subvalorar esta tecnolog錕絘 en comparaci錕絥 con el valor que supone para la empresa que la ha desarrollado. Por ejemplo, para poder explotar plenamente una determinada tecnolog錕絘 quiz錕?se necesite disponer de otras tecnolog錕絘s complementarias o que la empresa que la explote emplee personas con determinados conocimientos y calificaciones que no son f錕絚iles de encontrar en otro lugar. En estos casos, es posible que la tecnolog錕絘 tenga m錕絪 valor dentro de la empresa que la ha creado que fuera de ella, lo que significa que 錕絪ta no podr錕?ingresar ese valor si cede la tecnolog錕絘 en el mercado libre. Cuanto mayor sea la diferencia, mayores probabilidades habr錕?de que la direcci錕絥 de la empresa decida internalizar el empleo de la tecnolog錕絘.

2.    Los efectos de las pol錕絫icas comerciales sobre la inversi錕絥 extranjera directa

Las pol錕絫icas comerciales pueden influir en los incentivos que atraen la IED de muchas maneras, de las que se acaban de mencionar dos. Unos aranceles demasiado elevados pueden atraer la IED que busca eludir tales derechos con objeto de abastecer el mercado interior. Otros tipos de obst錕絚ulos a las importaciones pueden desde luego tener el mismo efecto. No es pura coincidencia que los fabricantes japoneses de autom錕絭iles empezaran a producir en la Uni錕絥 Europea y los Estados Unidos tras la imposici錕絥 de los llamados acuerdos de “limitaci錕絥 voluntaria de las exportaciones”, que limitaban el n錕絤ero de autom錕絭iles que se pod錕絘n exportar desde el Jap錕絥. La IED tambi錕絥 se puede realizar con el fin de adelantarse a una amenaza proteccionista. Este tipo de inversi錕絥 quid pro quo se efect錕絘 ante la creencia de que el costo a錕絘dido de producir en el mercado extranjero queda m錕絪 que compensado por la menor probabilidad de que las exportaciones que ya se realizan a ese mercado se vean sometidas a nuevas barreras a la importaci錕絥. Por ejemplo, hay datos que probar錕絘n que la amenaza de protecci錕絥 que se cre錕絘 iba a llegar influy錕?much錕絪imo en las IED que realizaron los empresarios japoneses en los Estados Unidos en la d錕絚ada de 1980, y que esas inversiones atenuaron el riesgo de verse expuestos a posibles medidas proteccionistas en caso de que se llegaran a adoptar medidas antidumping o medidas de salvaguardia.See footnote 24

Aunque algunos pa錕絪es receptores utilizan deliberadamente los aranceles elevados como incentivo para atraer inversiones extranjeras, es posible que este instrumento les aporte pocas ventajas. Las IED que acuden a mercados que est錕絥 protegidos tienden a revestir la forma de unidades de producci錕絥 solitarias, cuya finalidad es abastecer el mercado interior y que no son competitivas para fabricar productos destinados a la exportaci錕絥.See footnote 25 En efecto, si los derechos de aduana que gravan las materias primas y los insumos intermedios importados son elevados, pueden reducir a錕絥 m錕絪 la competitividad internacional, especialmente si los insumos nacionales son caros o de mala calidad (como se desprende de la necesidad de proteger a los productores nacionales de esos bienes en primer lugar). Para contrarrestar los efectos negativos de los derechos de aduana elevados que gravan las materias primas y los insumos intermedios, los pa錕絪es receptores suelen establecer reg錕絤enes de devoluci錕絥 de los derechos de aduana para las materias primas y los insumos extranjeros utilizados en la producci錕絥 de art錕絚ulos destinados a la exportaci錕絥. Esta medida forma parte del programa habitual de incentivos ofrecidos a los inversores extranjeros, particularmente en las zonas industriales francas.See footnote 26

Un nivel bajo de protecci錕絥 frente a las importaciones -especialmente si est錕?consolidado- puede resultar un incentivo a錕絥 m錕絪 fuerte que los reg錕絤enes de devoluci錕絥 de derechos para atraer inversiones extranjeras directas hacia actividades de producci錕絥 orientadas a la exportaci錕絥. Comparando los flujos de IED con destino a los mercados relativamente abiertos de ciertos pa錕絪es asi錕絫icos con los que se dirigen a los mercados latinoamericanos, (hasta hace poco) relativamente protegidos, un estudio reciente comprob錕?que los primeros tend錕絘n a atraer la IED interesada por las actividades orientadas a la exportaci錕絥, mientras que los segundos acog錕絘n principalmente la IED interesada en actividades dirigidas a abastecer el mercado interior