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Lo que est?ocurriendo en la OMC
WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG MIKE MOORE

Tbilisi, Georgia, 21-22 de mayo de 2002

Conferencia de Ministros de Comercio de la OMC para los pa韘es de Asia Central y el C醬caso

Es un gran honor para m?declarar abierta esta Conferencia de Ministros de Comercio de la OMC para los pa韘es de Asia Central y el C醬caso. Deseo expresar mi sincera gratitud a nuestro anfitri髇, el Presidente Eduard Shevardnadze, y a las autoridades de Georgia. Es la primera vez que la OMC organiza una Conferencia de alto nivel de este tipo en la regi髇. Hemos hecho hasta ahora demasiado poco, y conf韔 en que esta Conferencia contribuya a corregir esa negligencia y a fomentar la integraci髇 de la regi髇 en el sistema multilateral de comercio.

Esta Conferencia tiene en mi opini髇 dos objetivos globales. En primer lugar, ayudar a los pa韘es de la regi髇 que se han adherido recientemente o que han iniciado el proceso de adhesi髇 a la OMC a participar con 閤ito en el sistema multilateral de comercio y, en segundo lugar, ayudar a identificar formas de apoyar a esos pa韘es en sus preparativos para participar en el actual proceso de negociaci髇. La Conferencia brinda una oportunidad 鷑ica de intercambiar opiniones y compartir experiencias sobre una amplia gama de cuestiones relacionadas con la OMC y con el comercio. Nos ayudar?a aprender directamente de ustedes cu醠es son los desaf韔s que enfrentan sus pa韘es. Me permito alentarles a utilizar esta oportunidad para realizar debates interactivos y eficientes sobre cuestiones de importancia para todos nosotros.

Los pa韘es de Asia Central y el C醬caso, situados entre Europa y Asia, han estado siempre en el 揷entro del mundo? Hace m醩 de 1.000 a駉s, cuando la Ruta de la Seda vinculaba a Asia con Europa, muchos pa韘es de la regi髇 formaban parte de ese corredor vital. Sir Halford MacKinder, uno de los fundadores de la geopol韙ica, postul? una vez la teor韆 de que el control del coraz髇 de Eurasia lleva al control de la inmensa superficie terrestre de Eurasia y, en consecuencia, al control del mundo. Sir MacKinder ten韆 raz髇, pero s髄o en parte. En el mundo de hoy, lo importante no es solamente el control de la geograf韆, sino el conocimiento y las capacidades productivas, y el comercio y las inversiones que son resultado de ellas. Esta regi髇 est?volviendo a despertar y a asumir su importante funci髇 como 揷entro del mundo? Se dedica actualmente mucha atenci髇 y mucho inter閟 a esta regi髇, que est?creciendo a un ritmo m醩 r醦ido que el resto del mundo. Por ejemplo, los modelos econ髆icos predicen tasas de crecimiento para Kazajst醤 y Azerbaiy醤 del 8 por ciento. Se prev?que Georgia, Armenia y Kirguist醤 crezcan a un ritmo del 5 por ciento.

Oportunidades y beneficios del sistema basado en normas de la OMC

A trav閟 de la OMC, podr韆 lograrse que estas cifras aumentaran a鷑 m醩. Para los pa韘es de Asia Central y el C醬caso, al igual que para el resto del mundo, la OMC ofrece un sistema basado en normas dentro del cual es posible liberalizar el comercio internacional. Los principios de no discriminaci髇 de la OMC -que constituyen el elemento esencial del sistema de la OMC-, la consolidaci髇 de los compromisos negociados y la liberalizaci髇 progresiva del comercio garantizan la equidad en las relaciones comerciales y proporcionan una salvaguardia contra los impulsos proteccionistas. Todas y cada una de las normas de la OMC son negociadas por los gobiernos Miembros y aprobadas por consenso. S髄o mediante un sistema como 閟te es posible proteger los derechos comerciales leg韙imos de todos los pa韘es, grandes o peque駉s.

El sistema de derechos y obligaciones de la OMC guarda tambi閚 una relaci髇 crucial con las cuestiones de desarrollo -la adhesi髇 al imperio de la ley y la buena gobernanza. Los pa韘es deciden pertenecer a la OMC y contraer esos compromisos por la simple raz髇 de que tienen un inter閟 enorme en hacerlo. La alternativa es una econom韆 mundial menos abierta, menos pr髎pera y m醩 incierta; esta es una opci髇 que muy pocos pa韘es elegir韆n libremente. Actualmente, todos los gobiernos quieren obtener inversiones extranjeras directas. Muchos reconocen actualmente que la manera de atraer esas inversiones es demostrar que sus reg韒enes comerciales son estables y dignos de confianza. Una forma importante en que los gobiernos pueden demostrar su empe駉 en asegurar la estabilidad pol韙ica, la previsibilidad y la buena gobernanza es mediante su adhesi髇 a la OMC. Ello muestra a los posibles inversores, tanto nacionales como extranjeros, que est醤 dispuestos a acatar un conjunto convenido de normas y entendimientos.

Hay tambi閚 un argumento hist髍ico para formar parte en la OMC. La liberalizaci髇 y el sistema multilateral de comercio funcionan bien. El comercio genera ganancias de divisas y moviliza recursos internos para el crecimiento econ髆ico. El sistema ha demostrado repetidamente su valor. Los 鷏timos 50 a駉s han sido testigos de una prosperidad y un crecimiento sin precedentes y se ha hecho m醩 para luchar contra la pobreza en los 鷏timos 50 a駉s que en los 500 a駉s anteriores. Evidentemente, la liberalizaci髇 del comercio es s髄o un ingrediente del conjunto de pol韙icas necesarias para el desarrollo. La liberalizaci髇 del comercio ayudar?poco a una naci髇 que est? desgarrada por la guerra o que gasta todos sus ingresos de la exportaci髇 en armamentos. Tampoco servir?de mucho sin una buena gobernanza o con una enorme deuda pendiente. Una ronda de negociaciones comerciales no ayudar?a los pa韘es que no tienen capacidad interna ni infraestructura para aprovechar las nuevas oportunidades de acceso al mercado. La liberalizaci髇 del comercio debe ir por eso acompa馻da de otras reformas.

El Programa de Doha para el Desarrollo

Esta Conferencia brinda una oportunidad de conocer las prioridades de los pa韘es de la regi髇 y los problemas y desaf韔s que enfrentan ustedes para integrarse en el sistema multilateral de comercio. En nuestro programa de dos d韆s examinaremos tambi閚 algunas de las cuestiones m醩 cr韙icas a que hace frente la OMC desde perspectivas nacionales, regionales y multilaterales. Para facilitar nuestros debates, les ruego me permitan poner de relieve algunos aspectos del programa de trabajo de la OMC. En la Conferencia Ministerial de Doha celebrada en noviembre pasado, los Miembros de la OMC aprobaron el Programa de Doha para el Desarrollo, iniciaron una ronda amplia de negociaciones comerciales y establecieron un plazo ambicioso, el 1? de enero de 2005, para la terminaci髇 de esas negociaciones. No es mucho tiempo, pero los Miembros est醤 encarando su labor con urgencia y responsabilidad. El impulso a partir de Doha ha sido notable. Los Miembros han establecido un Comit?de Negociaciones Comerciales para supervisar las negociaciones. Han designado al Director General presidente ex officio de ese 髍gano. Se ha determinado la estructura de las negociaciones y se han seleccionado todos los presidentes de los distintos 髍ganos de negociaci髇. Los Miembros han convenido tambi閚 en que la pr髕ima Conferencia Ministerial se celebre en Canc鷑 (M閤ico) del 10 al 14 de septiembre de 2003.

Muchos observadores pensaron que llevar韆 muchos meses, y tal vez a駉s, adoptar estas decisiones principalmente administrativas. Esa hab韆 sido la experiencia tras el lanzamiento de la Ronda Uruguay. Sin embargo, gracias a su voluntad y su determinaci髇, los Miembros han avanzado r醦idamente a las negociaciones sustantivas. Por nuestra parte, la Secretar韆 est?bien preparada para ayudar a los Miembros en su labor. Hemos consolidado nuestras estructuras internas y reorientado claramente nuestras prioridades para tener en cuenta el Programa de Doha.

Creo que podremos concluir la ronda dentro del plazo de tres a駉s convenido por los Ministros. Pero debemos redoblar el paso de las negociaciones. Y debemos incorporar en nuestra labor las lecciones de Doha. El camino hacia M閤ico y hacia la conclusi髇 exitosa de la ronda debe incluir varios elementos clave.

Un elemento crucial para el 閤ito ser?la asistencia t閏nica y la creaci髇 de capacidad, o sea, la ayuda a los Miembros m醩 pobres para integrarse en el sistema de comercio y participar plenamente en las negociaciones. Los Miembros han actuado ya en forma decisiva mediante la aprobaci髇 de un presupuesto incrementado para la Secretar韆 y la promesa de 30 millones de francos suizos para un nuevo Fondo Fiduciario mundial para la asistencia t閏nica. Estos 30 millones, que equivalen al doble de la cifra solicitada, son un firme apoyo para seguir adelante con el Programa de Doha para el Desarrollo. Nuestra tarea es hacer que los recursos se usen de manera prudente y adecuada. Ya se han hecho buenos progresos en ese sentido. La Secretar韆 tiene un amplio programa de actividades para 2002, y estamos procediendo a su aplicaci髇. Hemos establecido tambi閚 nuevos sistemas de auditor韆 y evaluaci髇 para asegurar que los Miembros est閚 informados y que haya m醩 transparencia y rendici髇 de cuentas en nuestros trabajos de asistencia t閏nica. Hemos contratado tambi閚 nuevos funcionarios para mejorar nuestra capacidad de asistencia t閏nica. Esos funcionarios estar醤 en sus puestos en las pr髕imas semanas.

Estamos tratando de ser innovadores. El Instituto de Formaci髇 de la OMC organiza cursos de capacitaci髇 muy exitosos en Ginebra para los funcionarios de los gobiernos. Hemos duplicado recientemente la capacidad de estos cursos. Con el fin de ampliar esas actividades, estamos tratando de iniciar lo antes posible en los pa韘es anfitriones cursos para funcionarios comerciales de tres meses de duraci髇 conducentes a un diploma. Esos cursos se basar醤 en los planes de estudios del Instituto de Formaci髇 de la OMC, y ayudar醤 a los pa韘es a crear un cuerpo de asesores para los ministerios a tiempo para la nueva Conferencia Ministerial. Conf韔 en que podamos iniciar pronto los cursos en dos universidades de 羏rica. Conf韔 tambi閚 en que la idea se haga extensiva oportunamente a otras regiones. Es una labor en marcha, y desear韆mos idealmente organizar cursos conducentes a un diploma de maestr韆 para funcionarios j髒enes. Esta 鷏tima idea no se materializar?durante mi mandato, pero podr韆 ser realidad durante el mandato de mi sucesor, el Dr. Supachai.

En colaboraci髇 con otros organismos, estamos elaborando una nueva base de datos y de archivos de los pa韘es de modo que puedan coordinarse nuestros esfuerzos colectivos y podamos identificar las lagunas en nuestra prestaci髇 de asistencia t閏nica relacionada con el comercio. Esto nos ayudar?a ser m醩 transparentes y responsables ante los Ministros. Necesitamos tambi閚 este sistema de alerta temprana para hallar y solucionar las deficiencias. El a駉 que viene ser?muy tarde para descubrir los problemas.

Sabemos que las necesidades de asistencia de la OMC o de asistencia t閏nica relacionada con el comercio de los pa韘es en desarrollo y las econom韆s en transici髇 van mucho m醩 all?de lo que la OMC puede y debe suministrar. Necesitamos ser absolutamente claros acerca de los l韒ites de lo que puede y no puede hacer la OMC con respecto al Programa de Doha para el Desarrollo. No nos corresponde decir a los pa韘es o a las empresas que fabriquen camisetas o zapatos, ni que construyan aeropuertos o puertos mar韙imos. La verdad es que m醩 del 10 por ciento de nuestro presupuesto se destina al Centro de Comercio Internacional, que existe con el fin de ayudar a las empresas a navegar a trav閟 de los acuerdos y normas para hacer llegar los productos al mercado, y que ese Centro realiza un trabajo excelente. Esa es su actividad principal. Otras organizaciones pueden ayudar con la infraestructura f韘ica; esa es su actividad principal. Nosotros podemos cooperar con otros organismos, y lo hacemos. Pero debemos ocuparnos de nuestra actividad principal, que es la liberalizaci髇 del comercio, el Programa de Doha para el Desarrollo y la eliminaci髇 de los obst醕ulos al comercio, de modo que las personas de todas partes puedan resultar beneficiadas.

Los pa韘es de esta regi髇 necesitan asistencia t閏nica en primer lugar para sumarse a nuestra Organizaci髇 y luego para participar efectivamente en nuestras negociaciones actuales. Junto con mis colaboradores, estoy aqu?para aprender y para trabajar con ustedes con el fin de identificar oportunidades de prestar esa asistencia. En los pr髕imos dos d韆s, les pedir?su orientaci髇 y su asesoramiento.

Otro elemento importante en la ruta trazada por la OMC es la transmisi髇 del mensaje correcto a fin de movilizar el apoyo del p鷅lico. Es aqu?donde creo que los Ministros y los funcionarios, incluidos ustedes los aqu?presentes, pueden ayudar. Los beneficios potenciales de la ronda son enormes y los argumentos econ髆icos y de desarrollo en favor de ella, irrefutables. Tenemos que explicar estos beneficios de manera de conseguir el apoyo no s髄o de los negociadores comerciales sino tambi閚 de los pol韙icos, los que formulan las pol韙icas, los que plasman la opini髇 p鷅lica, la comunidad empresarial y todos los dem醩 participantes en la sociedad civil.

  • En t閞minos econ髆icos, la reducci髇 en una tercera parte de los obst醕ulos al comercio en la agricultura, la manufactura y los servicios dar韆 a la econom韆 mundial un impulso de 613.000 millones de d髄ares EE.UU. Esto equivale a a馻dir una econom韆 del tama駉 del Canad?a la econom韆 mundial.
  • La eliminaci髇 de los obst醕ulos al comercio aumentar韆 el ingreso mensual en 2,8 billones de d髄ares EE.UU. y sacar韆 de la pobreza para el a駉 2015 a 320 millones de personas.
  • En t閞minos de desarrollo, la eliminaci髇 de todos los obst醕ulos arancelarios y no arancelarios proporcionar韆 a los pa韘es en desarrollo beneficios de alrededor de 182.000 millones de d髄ares EE.UU. en el sector de servicios, 162.000 millones en el sector de manufacturas y 32.000 millones en el sector de la agricultura.
  • En lo que hace a los pa韘es m醩 pobres del mundo, los estudios muestran la medida en que los obst醕ulos al comercio y los aranceles de los pa韘es ricos les perjudican. Me permito tomar un ejemplo de un libro que he le韉o recientemente. Tanto los mongoles como los noruegos pagaron a los Estados Unidos alrededor de 23 millones de d髄ares en aranceles el a駉 pasado, pero Mongolia export?143 millones de d髄ares y Noruega 5.200 millones, o 40 veces m醩. De hecho, los mongoles pagaron 16 centavos para vender a los Estados Unidos el equivalente de 1 d髄ar en su閠eres y trajes, en tanto que los noruegos pagaron 0,5 centavo por el equivalente de 1 d髄ar en salm髇 ahumado de alta calidad, partes de motores de aviones y crudo del Mar del Norte.

Por supuesto, los pa韘es no necesitan esperar la conclusi髇 de la Ronda de Doha para el Desarrollo para iniciar las reformas ni para liberalizar el comercio. El comercio Sur-Sur creci?en el decenio de 1990 m醩 r醦ido que el comercio mundial, y le corresponde ahora m醩 de la tercera parte de las exportaciones de los pa韘es en desarrollo, o alrededor de 650.000 millones de d髄ares. El Banco Mundial comunica que el 70 por ciento de la carga que pesa sobre las exportaciones de manufacturas de los pa韘es en desarrollo es resultado de obst醕ulos al comercio de otros pa韘es en desarrollo. Cuanto m醩 r醦idamente se eliminen esos obst醕ulos, m醩 r醦idos ser醤 los resultados para los pa韘es en desarrollo y las econom韆s en transici髇.

Otras cuestiones importantes para el desarrollo y la buena gobernanza, como la transparencia en la contrataci髇 p鷅lica, la pol韙ica de competencia y la facilitaci髇 del comercio, necesitan direcci髇 de los niveles pol韙icos m醩 altos. La facilitaci髇 del comercio, de acuerdo con estudios realizados por el APEC y la UNCTAD, generar? beneficios enormes. Las oportunidades de acceso a los mercados no ser醤 muy significativas si los camiones son detenidos en las fronteras durante d韆s debido a demoras burocr醫icas. Es necesario mejorar con urgencia la infraestructura del sector p鷅lico para proteger y promover los derechos de propiedad y los sistemas judiciales nacionales. Los obst醕ulos burocr醫icos y la mala administraci髇, en cualquier lugar en que se produzcan, tanto en los pa韘es desarrollados como en los pa韘es en desarrollo o las econom韆s en transici髇, son costosos y corrosivos.

Estos son entonces algunos de los elementos importantes de nuestro programa de trabajo de la OMC y de la ruta trazada hasta M閤ico y hacia la conclusi髇 de la ronda: el aumento de la asistencia t閏nica con m醩 transparencia y mejor rendici髇 de cuentas; la coherencia con otros organismos; la colaboraci髇 con la sociedad civil; la comunicaci髇 efectiva de los beneficios de la liberalizaci髇 a fin de obtener el apoyo de los principales participantes. M醩 all?de esto, necesitamos asegurar que nuestros procesos en la OMC apoyen debidamente las negociaciones y sean transparentes y dignos de confianza. Sobre la base de mi experiencia de Doha, puedo decirles que es vital que mantengamos a los Ministros plenamente informados y comprometidos con nuestro trabajo. La orientaci髇, los conocimientos y la flexibilidad que ustedes pueden darnos ser醤 necesarios en todos los puntos de nuestras negociaciones. Si se puede contar con todos estos elementos, corresponder?a los negociadores comerciales de los Miembros de la OMC trabajar con empe駉 y flexibilidad para hacer realidad los enormes beneficios que ofrece el sistema multilateral de comercio.

Desaf韔s y oportunidades de adhesi髇

Por 鷏timo, a medida que progresa el Programa de Doha para el Desarrollo, hay 28 pa韘es que desean adherirse a la OMC, entre ellos varios de esta regi髇. La adhesi髇 a la OMC ha sido una de mis principales prioridades, y me enorgullezco enormemente de que 10 pa韘es ? Albania, China, el Taipei Chino, Croacia, Estonia, Georgia, Jordania, Lituania, Moldova y Om醤 ?que representan m醩 de la cuarta parte de la poblaci髇 del mundo, se hayan adherido a la OMC durante mi mandato. La Secretar韆 est?haciendo todo lo posible por apoyar nuevas adhesiones. Pero no debemos olvidar que la adhesi髇 a la OMC est?directamente vinculada a un proceso s髄ido de reforma econ髆ica interna. Este es un resultado natural de la necesidad de ajustar las estructuras econ髆icas y jur韉icas internas de los pa韘es a las normas b醩icas internacionales, cuya expresi髇 es el Acuerdo de la OMC. Los adelantos en la reforma interna desempe馻r醤 un papel importante en la determinaci髇 del ritmo de adhesi髇 a la OMC.

Es evidente que el proceso de reforma interna y de adhesi髇 tendr? consecuencias econ髆icas, pol韙icas y sociales de gran alcance. Los cambios de este tipo requieren por eso visi髇 de futuro, valor y determinaci髇. Requieren tambi閚 la creaci髇 de consenso entre grupos de intereses nacionales para apoyar los cambios, pese a las dificultades inevitables. Los beneficios de pertenecer a la OMC deben comunicarse efectivamente para lograr el apoyo de sectores clave de la sociedad. Los empresarios, por ejemplo, deben participar en mayor medida en nuestra labor y expresar m醩 claramente su apoyo al sistema comercial.

El Programa de Doha para el Desarrollo definir?las relaciones comerciales internacionales en la primera parte del nuevo siglo. Necesitamos asegurarnos de que todos los pa韘es tengan la oportunidad de beneficiarse de 閘 y de plasmar el futuro del sistema multilateral de comercio. La adhesi髇 de los pa韘es de Asia Central y el C醬caso es un paso adelante importante para lograr la plena universalidad de la OMC. Esto ser?beneficioso para el sistema y para todos los Miembros. Nuestra Conferencia marca un nuevo jal髇 importante en la integraci髇 esperada de la regi髇 en el sistema multilateral de comercio.

縋or qu?est醤 ustedes aqu? 縋or qu?ha tomado la OMC esta iniciativa de invitar a los Ministros y funcionarios de pa韘es Miembros y no miembros a reunirse en esta fant醩tica ciudad de Tbilisi? Esta es una oportunidad de intercambiar informaci髇 y opiniones. Es una oportunidad de intercambiar ideas sobre la forma en que podemos trabajar juntos eficaz y efectivamente para el bien de esta regi髇. Es una oportunidad de que a馻dan ustedes sus voces a nuestra Organizaci髇 y de asegurar que tengan ustedes una participaci髇 efectiva en el sistema de comercio mundial. Muchas gracias.