COMMUNICADO
DE PRENSA
PRENSA/TPRB/180
5 de diciembre de 2001
Malasia: Diciembre de 2001
El informe de la Secretar韆 de la OMC, junto con la declaraci髇 de pol韙ica formulada por el Gobierno de Malasia, servir醤 de base para el tercer examen de las pol韙icas comerciales de Malasia por el 觬gano de Examen de las Pol韙icas Comerciales de la OMC, los d韆s 3 y 5 de diciembre de 2001.
> segundo
comunicado de prensa
> conclusiones
del Presidente
El aumento de las exportaciones ha contribuido a la recuperaci髇 sostenida de Malasia pero se avecinan numerosos desaf韔s
volver al principioEl aumento del consumo privado, la revitalizaci髇 de la inversi髇 interna, as? como el fuerte aumento de las exportaciones contribuyeron a que Malasia se recuperase de la crisis financiera de 1997. Esa recuperaci髇 dio lugar a niveles bajos de desempleo y de inflaci髇 en 2000. Pero muchos desaf韔s se avecinan y una recuperaci髇 sostenida de la econom韆 malasia no s髄o depende de pol韙icas macroecon髆icas atinadas, sino tambi閚 de la aplicaci髇 de reformas estructurales, seg鷑 un informe de la OMC sobre las pol韙icas y las pr醕ticas comerciales de Malasia.
Seg鷑 el informe, durante el per韔do objeto de examen (1997-2001), la econom韆 de Malasia se ha mantenido relativamente abierta al comercio y a las inversiones extranjeras. Esto se aplica especialmente al sector de las mercanc韆s; comparado con 閟te, el sector de los servicios es m醩 cerrado, aunque a juzgar por el Octavo Plan de Malasia, lanzado recientemente, el Gobierno tiene previsto proceder a su apertura gradual.
El informe recuerda que en la segunda mitad de 1997, Malasia se vio azotada por la crisis financiera asi醫ica, que contribuy?a que en 1998 los resultados econ髆icos se deterioraran notablemente. Como resultado de ello, el PIB real, que desde la recesi髇 de 1985 hab韆 venido registrando un incremento medio anual de m醩 del 8 por ciento, disminuy?en 1998 en un 7,4 por ciento debido a un pronunciado declive de la demanda interna privada causado, a su vez, por una dr醩tica reducci髇 de las inversiones y tambi閚, aunque en menor medida, por la disminuci髇 del consumo. En consecuencia, la tasa de desempleo aument? la inflaci髇 se duplic?y el ringgit baj?
No obstante, la econom韆 efectivamente se recuper? el PIB aument?en un 6,1 por ciento en 1999 y en un 8,3 por ciento en 2000, de modo que a finales de 2000 la producci髇 real en t閞minos de valor alcanz?un nivel superior al registrado antes de la crisis (no obstante, en 2000 los ingresos per c醦ita segu韆n siendo de 3.531 d髄ares EE.UU., es decir alrededor del 20 por ciento menos del nivel alcanzado antes de la crisis). Esa recuperaci髇 puede atribuirse al aumento del consumo privado y a la revitalizaci髇 de la inversi髇 interna, as?como al fuerte aumento de las exportaciones, que se debi?al hecho de que los interlocutores comerciales de Malasia mantuvieron abiertos sus mercados durante toda la crisis. El desempleo descendi?en 2000, a un 3,1 por ciento y la inflaci髇 baj?del 2,8 por ciento en 1999 al 1,6 por ciento en 2000.
Este informe dice que si bien a ra韟 de la crisis financiera de Asia, se impusieron "temporalmente" algunos obst醕ulos comerciales, al mismo tiempo se atenuaron, tambi閚 con car醕ter temporal determinadas restricciones aplicables a las inversiones extranjeras directas (IED). Adem醩, el Gobierno, al promover la reestructuraci髇 empresarial y financiera, ha dado los primeros pasos para atajar las debilidades estructurales que se han hecho m醩 patentes durante la crisis. No obstante, subsisten varios obst醕ulos al comercio y a las inversiones que siguen constituyendo una distorsi髇 potencialmente importante de la competencia y que, por ende, pueden dificultar el desarrollo de Malasia a largo plazo.
El arancel sigue siendo la principal medida en frontera aplicada a las importaciones; tambi閚 representa el 5,8 por ciento de la recaudaci髇 fiscal total. Como consecuencia de los incrementos "temporales" de los tipos en 1998, el nivel medio de los derechos NMF efectivamente aplicados aument?del 8,1 por ciento en 1997 al 9,2 por ciento en 2001. Este incremento de la protecci髇 arancelaria se vio facilitado por el hecho de que un tercio de las l韓eas arancelarias no est醤 consolidadas y de que, incluso para las l韓eas objeto de consolidaci髇, los tipos consolidados a menudo superan considerablemente los tipos aplicados. La falta de consolidaciones, junto con la diferencia entre los tipos consolidados y los tipos aplicados, puede conferir cierta imprevisibilidad al arancel de Malasia. Adem醩, la multiplicidad de los tipos aplicados contribuye a la complejidad del arancel. Sin embargo, la reducci髇 de los derechos que no son ad valorem (que pasaron de representar del 4,5 por ciento de todas las l韓eas arancelarias, en 1997, a tan s髄o el 0,7 por ciento, en 2001) ha aumentado la transparencia del arancel, dado que esos derechos suelen ocultar "crestas" arancelarias. Las crestas arancelarias ata馿n, entre otras mercanc韆s, a los veh韈ulos autom髒iles, las bebidas, los textiles y el vestido. Dado el incremento en el n鷐ero de los aranceles tanto inferiores al 10 por ciento como superiores al 30 por ciento, ha aumentado la dispersi髇 en los tipos NMF aplicados, con lo cual existe un riesgo mayor de que el arancel distorsione la asignaci髇 de los recursos en detrimento de la econom韆 de Malasia.
Las medidas fiscales, que se cuentan entre los principales instrumentos de los programas de desarrollo econ髆ico de Malasia, incluyen un amplio abanico de incentivos a la inversi髇 ofrecidos para diversas actividades manufactureras (incluida su exportaci髇), la agricultura, el turismo y otros sectores de servicios designados al efecto, las actividades de investigaci髇 y desarrollo, la formaci髇 y la protecci髇 medioambiental. Al parecer, algunos de estos incentivos quiz醩 se hayan otorgado como compensaci髇 por las prescripciones en materia de contenido nacional impuestas en ocasiones por las autoridades a las inversiones; con la eliminaci髇 de la mayor韆 de esas prescripciones, se plantea la cuesti髇 de si dichos incentivos siguen siendo necesarios. Aunque a veces los incentivos para las inversiones, tanto fiscales como no fiscales, pueden estar justificados por motivos de "mal funcionamiento del mercado", tambi閚 implican el riesgo de que se subvencionen inversiones de calidad, que no precisan esas ayudas y que podr韆n haberse efectuado de todos modos, o de transformar inversiones que en otro caso hubiesen sido de dudosa rentabilidad en inversiones redituables. En la medida en que esos incentivos han fomentado las inversiones de este 鷏timo tipo, es probable que hayan contribuido a la sobreinversi髇 y a una distorsi髇 en la asignaci髇 de recursos, y con ello posiblemente al descenso de la productividad total de los factores registrado en Malasia a principios del decenio de 1990.
La econom韆 de Malasia est?relativamente abierta al comercio de mercanc韆s y a las inversiones extranjeras, con la notable excepci髇 del arroz y los productos del autom髒il. El sector de la electr髇ica es un buen ejemplo de las ventajas que puede ofrecer un r間imen comercial abierto para el fomento del desarrollo. Este sector, en el que la protecci髇 arancelaria y no arancelaria ha sido bastante escasa, ha atra韉o importantes corrientes de inversiones extranjeras directas (IED) y ha aumentado su participaci髇 en la producci髇 electr髇ica mundial hasta situarse en aproximadamente el 2,5 por ciento; el sector de la electr髇ica, que representa m醩 de la mitad de las exportaciones totales de Malasia, ha constituido uno de los principales motores del crecimiento del pa韘 y su intensa competitividad externa ha sido un elemento fundamental en la recuperaci髇 de Malasia de la crisis financiera asi醫ica. En cambio, la industria nacional del autom髒il ha estado relativamente protegida de la competencia extranjera mediante elevados aranceles y se ha beneficiado de otros incentivos. Este sector ha conseguido hacerse con una parte importante del mercado nacional aunque, contrariamente a los objetivos previstos, sus exportaciones son modestas, lo que indica quiz醩 que la competitividad externa ha sido un tanto escasa.
Malasia es una naci髇 dedicada a los intercambios comerciales, y por tanto las exportaciones y las inversiones extranjeras directas desempe馻n un importante papel en su econom韆. La dr醩tica desaceleraci髇 que ha sufrido recientemente la econom韆 estadounidense y el hecho de que el Jap髇 siga debilit醤dose son factores que plantean serias dificultades para el comercio malasio, al tiempo que empa馻n las perspectivas relativas a las inversiones y, en consecuencia, las perspectivas econ髆icas a corto y medio plazo. De hecho, el Banco Central prev?que, pese a las estimulantes medidas fiscales adoptadas en el mes de marzo en 2001, el crecimiento disminuir?entre un 5 y un 6 por ciento, debido principalmente a la desaceleraci髇 de las exportaciones destinadas a los Estados Unidos (el Banco Asi醫ico de Desarrollo ha previsto para 2001 un crecimiento del 4,9 por ciento). Esto plantea la cuesti髇 de si en su pol韙ica econ髆ica, Malasia no habr?conferido demasiada importancia a las exportaciones, en detrimento de la demanda interna (es decir, el ahorro nacional es excesivo), creando una dependencia excesiva de los mercados extranjeros (con una reducida gama de productos, a saber, los aparatos electr髇icos).
El Gobierno ha logrado considerables avances para hacer frente a las diferencias estructurales, m醩 patentes durante la crisis asi醫ica, fomentando la reestructuraci髇 empresarial y financiera. Asimismo, un r間imen comercial y de inversiones m醩 liberal podr韆 contribuir sobremanera no s髄o a la recuperaci髇 sostenida de la econom韆, sino tambi閚 al desarrollo econ髆ico de Malasia a largo plazo.
Nota para las redacciones
En los Ex醡enes de las Pol韙icas Comerciales, ejercicio prescrito en los Acuerdos de la OMC, se examinan y eval鷄n a intervalos regulares las pol韙icas comerciales y relacionadas con el comercio de los pa韘es Miembros. Tambi閚 se siguen de cerca los acontecimientos importantes que pueden tener consecuencias para el sistema mundial de comercio. Para cada examen se elaboran dos documentos: una exposici髇 de pol韙icas que presenta el gobierno del Miembro objeto de examen, y un informe detallado que redacta de manera independiente la Secretar韆 de la OMC. Estos dos documentos son luego examinados por el conjunto de Miembros de la OMC en el 觬gano de Examen de las Pol韙icas Comerciales (OEPC). Esos documentos y las actas de las reuniones del OEPC se publican poco despu閟. Desde la entrada en vigor del Acuerdo sobre la OMC en 1995, los informes abarcan tambi閚 las esferas de los servicios y de los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.
En lo que respecta al presente examen, el 觬gano de Examen de las Pol韙icas Comerciales examinar?el informe de la Secretar韆 de la OMC y la exposici髇 de pol韙icas preparada por el Gobierno de Malasia los d韆s 3 y 5 de diciembre de 2001. 蒷 informe de la Secretar韆 abarca la evoluci髇 de todos los aspectos de las pol韙icas comerciales de Malasia desde el 鷏timo examen, inclusive sus leyes y reglamentos internos, el marco institucional, las pol韙icas comerciales por medidas y la evoluci髇 de determinados sectores.
Se adjuntan al presente comunicado de prensa las observaciones recapitulativas que figuran en el informe de la Secretar韆 y algunos extractos de la exposici髇 de pol韙icas del Gobierno. Los informes de la Secretar韆 y del Gobierno se pueden obtener seleccionando el nombre del pa韘 en la lista completa de Miembros objeto de examen. Estos dos documentos, el acta de los debates del OEPC y el resumen del Presidente se publicar醤 oportunamente en una versi髇 encuadernada y podr醤 obtenerse en la Secretar韆, Centro William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.
Desde diciembre de 1989 se han finalizado los siguientes ex醡enes: Argentina (1992 y 1999), Australia (1989, 1994 y 1998), Austria (1992), Bahrein (2000) Bangladesh (1992 y 2000), Benin (1997), Bolivia (1993 y 1999), Botswana (1998), Brasil (1992, 1996 y 2000), Brunei Darussalam (2001), Burkina Faso (1998), Camer鷑 (1995 y 2001), Canad?(1990, 1992, 1994, 1996, 1998 y 2000), Chile (1991 y 1997), Chipre (1997), Colombia (1990 y 1996), Comunidades Europeas (1991, 1993, 1995, 1997 y 2000), Corea, Rep. de (1992, 1996 y 2000), Costa Rica (1995 y 2001), C魌e d'Ivoire (1995), Egipto (1992 y 1999), El Salvador (1996), Estados Unidos (1989, 1992, 1994, 1996, 1999 y 2001), Fiji (1997), Filipinas (1993 y 1999), Finlandia (1992), Gab髇 (2001), Ghana (1992 y 2001), Guinea (1999), Hong Kong (1990, 1994 y 1998), Hungr韆 (1991 y 1998), India (1993 y 1998), Indonesia (1991, 1994 y 1998), Islandia (1994 y 2000), Islas Salom髇 (1998), Israel (1994 y 1999), Jamaica (1998), Jap髇 (1990, 1992, 1995,1998 y 2000), Kenya (1993 y 2000), Lesotho (1998), Macao (1994 y 2001), Madagascar (2001), Malasia (1993, 1997 y 2001), Mal?(1998), Marruecos (1989 y 1996), Mauricio (1995 y 2001), M閤ico (1993 y 1997),Mozambique (2001), Namibia (1998), Nicaragua (1999), Nigeria (1991 y 1998), Noruega (1991, 1996 y 2000), Nueva Zelandia (1990 y 1996), OECO (2001), Pakist醤 (1995), Papua Nueva Guinea (1999), Paraguay (1997), Per?(1994 y 2000), Polonia (1993 y 2000), Rep鷅lica Checa (1996 y 2001), Rep鷅lica Dominicana (1996), Rep鷅lica Eslovaca (1995 y 2001), Rumania (1992 y 1999), Senegal (1994), Singapur (1992, 1996 y 2000), Sri Lanka (1995), Sud醘rica (1993y 1998), Suecia (1990 y 1994), Suiza (1991, 1996 y 2000 (junto con Liechtenstein)), Swazilandia (1998), Tailandia (1991, 1995 y 1999), Tanzan韆 (2000), Togo (1999), Trinidad y Tabago (1998), T鷑ez (1994), Turqu韆 (1994 y 1998), Uganda (1995), Uruguay (1992 y 1998), Venezuela (1996), Zambia (1996) y Zimbabwe (1994).
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Informe de la Secretar韆
覴GANO
DE EXAMEN DE LAS POL蚑ICAS COMERCIALES
MALASIA
Informe de la Secretar韆 Observaciones
recapitulativas
El entorno econ髆ico
Durante el per韔do objeto de examen (1997-2001), la econom韆 malasia se ha mantenido relativamente abierta al comercio y a las inversiones extranjeras. Esto se aplica especialmente al sector de las mercanc韆s; comparado con 閟te, el sector de los servicios es m醩 cerrado, aunque a juzgar por el Octavo Plan de Malasia, lanzado recientemente, el Gobierno tiene previsto proceder a su apertura gradual. Entre 1997 y 2000, las importaciones y exportaciones de mercanc韆s y servicios equivalieron, en t閞mino medio, a un 106 y a un 117 por ciento, respectivamente, del PIB. El valor de las inversiones extranjeras directas (IED) de otros pa韘es en Malasia, que suelen representar entre una cuarta y una tercera parte de las inversiones privadas efectuadas cada a駉, equivale actualmente a casi la mitad del PIB. Por otro lado, con arreglo a un 韓dice de globalizaci髇 empleado recientemente en un estudio independiente, Malasia figura entre las 20 econom韆s m醩 globalizadas del mundo.
En la segunda mitad de 1997, Malasia se vio azotada por la crisis financiera asi醫ica, que contribuy?a que en 1998 los resultados econ髆icos se deterioraran notablemente. Ese deterioro sobrevino pese a la aparente solidez de las variables fundamentales de la econom韆 del pa韘 (que, entre otras cosas, hab韆 logrado el pleno empleo, una baja inflaci髇, una elevada tasa de ahorro nacional, una pol韙ica fiscal prudente y un sistema bancario razonablemente s髄ido). Sin embargo, tanto la productividad del capital como la productividad total de los factores empez?a crecer a un ritmo notablemente m醩 lento (la tasa media anual de crecimiento de la productividad total de los factores, que en el per韔do 1990-1995 hab韆 sido del 2,4 por ciento, descendi?en el per韔do 1995-2000 a un 0,9 por ciento), debido quiz醩 a la sobreinversi髇, cuando no a una asignaci髇 cada vez m醩 ineficiente del capital. Como resultado de todo ello, el PIB real, que desde la recesi髇 de 1985 hab韆 venido registrando un incremento medio anual de m醩 de 8 por ciento, disminuy?en 1998 en un 7,4 por ciento debido a un pronunciado declive de la demanda interna privada causada, a su vez, por una dr醩tica reducci髇 de las inversiones y tambi閚, aunque en menor medida, por la disminuci髇 del consumo. En consecuencia, la tasa de desempleo aument?del 2,5 por ciento registrado en 1997 al 3,3 por ciento en 1998. La inflaci髇 se duplic? pasando del 2,6 por ciento en 1997 al 5,3 por ciento en 1998, debido en parte a la subida de los precios de importaci髇 resultante de la depreciaci髇 del ringgit, cuya tasa de cambio aument?de aproximadamente 2,8 ringgit por d髄ar EE.UU. en el tercer cuatrimestre de 1997 a 3,8 ringgit por d髄ar EE.UU. al cabo de un a駉.
Inicialmente, Malasia respondi?ante la crisis aplicando una pol韙ica financiera m醩 restrictiva, pero al comprobar que la situaci髇 econ髆ica segu韆 empeorando, el Gobierno dio un giro a su pol韙ica monetaria y fiscal hacia finales de 1998, bajando los tipos de inter閟 y aumentando el gasto p鷅lico con objeto de estimular la econom韆. Adem醩, con miras a apoyar a los mercados financieros internos y permitir cierto margen para relajar las pol韙icas monetaria y fiscal, se empezaron a aplicar controles temporales a determinadas transacciones por cuenta de capital y se estableci?un tipo de cambio fijo de 3,80 ringgit por d髄ar EE.UU.
La cuesti髇 de si estas pol韙icas macroecon髆icas, en particular la imposici髇 de controles a las transacciones de capital, ayudaron a Malasia a recuperarse m醩 r醦idamente de la crisis ha sido ampliamente debatida. En realidad, en el momento en que se instauraron esos controles, tanto en Malasia como en otros pa韘es de Asia Sudoriental los mercados ya parec韆n haberse estabilizado. Con todo, la econom韆 efectivamente se recuper?y el PIB aument?en un 6,1 por ciento en 1999 y en un 8,3 por ciento en 2000, de modo que a finales de 2000 la producci髇 real en t閞minos de valor alcanz?un nivel superior al registrado antes de la crisis (no obstante, en 2000 los ingresos per capita segu韆n siendo de 3.531 d髄ares EE.UU., es decir, un 20 por ciento menos del nivel alcanzado antes de la crisis). Esa recuperaci髇 puede atribuirse al aumento del consumo privado y a la revitalizaci髇 de la inversi髇 interna, as?como al fuerte aumento de las exportaciones, que se debi?al hecho de que los interlocutores comerciales de Malasia mantuvieran abiertos sus mercados durante toda la crisis. La tasa de desempleo descendi?en 2000 al 3,1 por ciento y la inflaci髇 baj?del 2,8 por ciento en 1999 al 1,6 por ciento en 2000.
La recuperaci髇 sostenida de la econom韆 malasia no s髄o depende de pol韙icas macroecon髆icas atinadas, sino tambi閚 de la aplicaci髇 de reformas estructurales. La crisis asi醫ica desvel?puntos d閎iles en varias esferas, por ejemplo en la estructura social y la buena gesti髇 de las empresas, as?como en el sistema financiero. En consecuencia, el Gobierno ha adoptado medidas o anunciado planes de reestructuraci髇 de los sectores empresarial y financiero, que vienen a sumarse a un programa de privatizaci髇 y a reformas del mercado laboral iniciados hace ya alg鷑 tiempo. El Gobierno tambi閚 ha tomado una serie de medidas encaminadas a diversificar la econom韆, ampliando y consolidando a鷑 m醩 la base industrial, fomentando la contribuci髇 de la agricultura al PIB y promoviendo el desarrollo del sector de los servicios.
Cambios que afectan al marco institucional
Desde el 鷏timo Examen de las Pol韙icas Comerciales, el marco institucional de Malasia relacionado con el comercio ha experimentado algunos cambios dignos de menci髇. En enero de 1998, se cre?el Consejo Nacional de Acci髇 Econ髆ica como 髍gano consultivo del Gabinete con el cometido de buscar soluci髇 a los problemas econ髆icos provocados por la crisis financiera asi醫ica, y en julio de 1998, dicho Consejo anunci?la puesta en marcha del Plan Nacional de Recuperaci髇 Econ髆ica. Por otro lado, con miras a reforzar la solidez del mercado financiero de Malasia, se crearon, en virtud del Plan Nacional de Recuperaci髇 Econ髆ica, Danaharta (la empresa nacional de gesti髇 de activos), Danamodal (un mecanismo especial para revitalizar el sector bancario) y el Comit?Empresarial de Reestructuraci髇 de la Deuda. En 1997 se estableci?el Consejo Nacional de Consumo, bajo la presidencia del Ministro de Comercio Interior y Consumo, para abordar cuestiones de protecci髇 de los consumidores.
Los Acuerdos de la OMC siguen desempe馻ndo un papel crucial en la formulaci髇 de la pol韙ica de Malasia en materia de comercio y cuestiones afines; no obstante, son tambi閚 de importancia los acuerdos regionales, especialmente aqu閘los en que participa la Asociaci髇 de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) y el Foro de Cooperaci髇 Econ髆ica de Asia y el Pac韋ico, as?como los diversos acuerdos bilaterales, incluso en 醡bitos no cubiertos por los Acuerdos de la OMC. Malasia coordina sus pol韙icas sobre asuntos propios de la OMC con otros miembros de la ASEAN y, al mismo tiempo, se esfuerza por asegurar que su participaci髇 en acuerdos comerciales regionales est?en consonancia con los principios fundamentales en que se basan los Acuerdos de la OMC.
Los intercambios comerciales y las pol韙icas, pr醕ticas y medidas relacionadas con el comercio
Durante el per韔do objeto de examen, la econom韆 malasia se ha mantenido relativamente abierta en lo que respecta al comercio internacional de mercanc韆s y a las inversiones extranjeras. A ra韟 de la crisis financiera de Asia, se impusieron 搕emporalmente?algunos obst醕ulos comerciales, aunque al mismo tiempo se atenuaron, tambi閚 con car醕ter temporal, determinadas restricciones aplicables a las inversiones extranjeras directas (IED). Adem醩, el Gobierno, al promover la reestructuraci髇 empresarial y financiera, ha dado los primeros pasos para atajar las debilidades estructurales que se han hecho m醩 patentes durante la crisis. No obstante, subsisten varios obst醕ulos al comercio y a las inversiones que siguen constituyendo una distorsi髇 potencialmente importante de la competencia y que, por ende, pueden dificultar el desarrollo de Malasia a largo plazo.
El arancel sigue siendo la principal medida en frontera aplicada a las importaciones; tambi閚 representa el 5,8 por ciento de la recaudaci髇 fiscal total. Como consecuencia de los incrementos 搕emporales?de los tipos en 1998, el nivel medio de los derechos NMF efectivamente aplicados aument?del 8,1 por ciento en 1997 al 9,2 por ciento en 2001. Este incremento de la protecci髇 arancelaria se vio facilitado por el hecho de que un tercio de las l韓eas arancelarias no est醤 consolidadas y de que, incluso para las l韓eas objeto de consolidaci髇, los tipos consolidados a menudo superan considerablemente los tipos aplicados. Esta falta de consolidaciones, junto con la diferencia entre los tipos consolidados y los tipos aplicados, puede conferir cierta imprevisibilidad al arancel de Malasia. Adem醩, la multiplicidad de tipos aplicados contribuye a la complejidad del arancel. Sin embargo, la reducci髇 de los derechos que no son ad valorem (que pasaron de representar el 4,5 por ciento del conjunto de l韓eas arancelarias, en 1997, a tan s髄o el 0,7 por ciento, en 2001) ha aumentado la transparencia del arancel, dado que esos derechos suelen ocultar "crestas" arancelarias. Las crestas arancelarias ata馿n, entre otras mercanc韆s, a los veh韈ulos autom髒iles, las bebidas, los textiles y el vestido. Dado el incremento en el n鷐ero de los aranceles tanto inferiores al 10 por ciento como superiores al 30 por ciento, ha aumentado la dispersi髇 en los tipos NMF aplicados, con lo cual existe un riesgo mayor de que el arancel distorsione la asignaci髇 de los recursos en detrimento de la econom韆 de Malasia.
El nivel medio de protecci髇 arancelaria es inferior a lo que indica el promedio aritm閠ico de los tipos NMF aplicados, debido a las concesiones arancelarias, a menudo otorgadas para los bienes de capital y los insumos intermedios, as?como a los tipos preferenciales, en particular los estipulados en favor de los pa韘es de la ASEAN; de hecho, el tipo medio de los derechos aplicados a las importaciones totales fue del 1,3 por ciento en 2000 (frente al 3 por ciento correspondiente a 1997). La diferencia creciente que se observa entre el nivel medio de los derechos NMF efectivamente aplicados y el nivel medio del arancel preferencial para la AFTA ha incrementado el riesgo de que se produzca una desviaci髇 de las corrientes comerciales. La parte de las importaciones malasias correspondiente a la ASEAN aument?de manera sustancial entre 1996 y 1999, si bien esa tendencia puede deberse m醩 a la depreciaci髇 de las monedas de los pa韘es de la ASEAN a ra韟 de la crisis financiera asi醫ica que a la AFTA. De producirse efectivamente una desviaci髇 de las corrientes comerciales a causa de la AFTA, y de ser 閟ta superior a la creaci髇 de comercio, podr韆n resultar perjudicados los interlocutores comerciales de Malasia que no son miembros de la ASEAN.
Junto con las prohibiciones a la importaci髇 aplicadas por razones de seguridad nacional, religiosas y medioambientales, tambi閚 se utilizan como instrumentos de la pol韙ica comercial y de desarrollo de Malasia diferentes medidas en frontera no arancelarias que constituyen obst醕ulos. En concreto, la proporci髇 de l韓eas arancelarias para las que se exigen licencias de importaci髇 es cada vez mayor; en el caso de algunos productos agropecuarios e industriales, ese r間imen de licencias aparentemente puede conferir a las autoridades un margen de discreci髇 administrativa. En cambio, Malasia no recurre con frecuencia a medidas especiales; durante el per韔do objeto de examen, ha adoptado pocas medidas antidumping y ninguna medida compensatoria ni de salvaguardia.
Las prescripciones en materia de contenido nacional fueron derogadas en 2000, salvo en el caso de la industria automotriz. Los procedimientos de contrataci髇 p鷅lica, en particular los m醨genes preferenciales, suelen favorecer a las empresas de propiedad malasia, sobre todo cuanto se trata de cuant韆s relativamente modestas. Por lo general, los proveedores extranjeros quedan excluidos cuando se conceden contratos de importes superiores, salvo que no existan en el pa韘 los suministros o servicios de que se trate; en cuanto a los contratos de obras, se permite participar a contratistas extranjeros si no existe personal t閏nico especializado nacional. Malasia no es parte en el Acuerdo sobre Contrataci髇 P鷅lica, aunque participa en el Grupo de Trabajo sobre la Transparencia de la Contrataci髇 P鷅lica de la OMC. Por otro lado, las restricciones a la propiedad extranjera propician la participaci髇 nacional en las empresas que operan en Malasia, si bien se tiende a aplicar restricciones menos estrictas cuando se trata de empresas con vol鷐enes de exportaci髇 m醩 importantes.
Algunas partidas (en particular, los productos forestales, el petr髄eo crudo y determinados productos del aceite de palma) est醤 sujetas a derechos de exportaci髇, que suponen aproximadamente el 2 por ciento de los ingresos fiscales totales. Algunos pocos productos tambi閚 est醤 sujetos a prohibiciones, limitaciones y prescripciones en materia de licencias. Al mismo tiempo, se presta ayuda a las exportaciones mediante concesiones arancelarias, desgravaciones fiscales, la creaci髇 de zonas de elaboraci髇 para la exportaci髇, seguros, garant韆s y cr閐itos en condiciones de favor, etc. y se respalda asimismo la promoci髇 y comercializaci髇 de los productos.
Las medidas fiscales, que se cuentan entre los principales instrumentos de los programas de desarrollo econ髆ico de Malasia, incluyen un amplio abanico de incentivos a la inversi髇 ofrecidos para diversas actividades manufactureras (incluida su exportaci髇), la agricultura, el turismo y otros sectores de servicios designados al efecto, las actividades de investigaci髇 y desarrollo, la formaci髇 y la protecci髇 medioambiental. Al parecer, algunos de estos incentivos quiz醩 se hayan otorgado como compensaci髇 por las prescripciones en materia de contenido nacional impuestas en ocasiones por las autoridades a las inversiones; con la eliminaci髇 de la mayor韆 de esas prescripciones, se plantea la cuesti髇 de si dichos incentivos siguen siendo necesarios. A menudo, los incentivos fiscales resultan costosos (si se consideran como ingresos fiscales no percibidos) y su eficacia no siempre est?del todo clara. Aunque a veces los incentivos para las inversiones, tanto fiscales como no fiscales, pueden estar justificados por motivos de 搈al funcionamiento del mercado? tambi閚 implican el riesgo de que se subvencionen inversiones de calidad, que no precisan esas ayudas y que podr韆n haberse efectuado de todos modos, o de transformar inversiones que en otro caso hubiesen sido de dudosa rentabilidad en inversiones redituables. En la medida en que esos incentivos han fomentado las inversiones de este 鷏timo tipo, no es descabellado pensar que hayan contribuido a la sobreinversi髇 y a una distorsi髇 en la asignaci髇 de recursos, y con ello posiblemente al descenso de la productividad total de los factores registrado en Malasia a principios del decenio de 1990.
Malasia ha emprendido la unificaci髇 progresiva de sus normas nacionales con las normas internacionales. El 31 por ciento de las 2.862 normas de Malasia actualmente en vigor est醤 armonizadas con normas internacionales, o se basan en 閟tas, y el 80 por ciento de las nuevas normas elaboradas por Malasia en 1998 y 1999 se corresponden con normas internacionales.
Desde el examen anterior (realizado en 1997), Malasia ha promulgado dos nuevas leyes y ha modificado otras cuatro con el fin de asegurar una mayor protecci髇 de los derechos de propiedad intelectual y poner la legislaci髇 nacional en conformidad con el Acuerdo sobre los ADPIC. Asimismo, ha reforzado la aplicaci髇 de las leyes relativas a los derechos de propiedad intelectual, especialmente las relativas al derecho de autor.
Las empresas estatales siguen desempe馻ndo un papel importante en la econom韆 de Malasia, especialmente por cuanto respecta a las actividades relacionadas con el petr髄eo, la electricidad, el transporte, las telecomunicaciones y los servicios postales. Adem醩 de costear sus propias operaciones, algunas de esas empresas ofrecen financiaci髇 a otras empresas estatales y tambi閚 a empresas privadas. Por ejemplo, PETRONAS, la empresa petrolera estatal, que destaca por su elevada rentabilidad, ha adquirido participaciones, entre otras, en empresas pertenecientes a la industria automotriz y en compa耥as navieras y Khazanah Holdings, una empresa de inversiones estatal, ha adquirido participaci髇 en una compa耥a privada de telecomunicaciones. Sin embargo, el Gobierno emprendi?hace ya alg鷑 tiempo un programa de privatizaci髇, que a ra韟 de la crisis asi醫ica al parecer ha venido aplic醤dose a un ritmo m醩 lento; de hecho, el Gobierno ha readquirido participaciones en algunas empresas.
En la actualidad, Malasia no cuenta con una ley que englobe todas las cuestiones relacionadas con la competencia, aunque existen varias leyes de otra 韓dole que regulan las actividades de las empresas y protegen los intereses de los consumidores. Adem醩, con miras a fomentar la competencia en el sector de las telecomunicaciones, el Gobierno ha establecido recientemente para dicha industria una serie de directrices en materia de competencia. Por otro lado, se est醤 adoptando medidas encaminadas a mejorar la gesti髇 empresarial en Malasia.
Cuestiones sectoriales
La econom韆 de Malasia est?relativamente abierta al comercio de mercanc韆s y a las inversiones extranjeras, con la notable excepci髇 del arroz y los productos del autom髒il. El sector de la electr髇ica es un buen ejemplo de las ventajas que puede ofrecer un r間imen comercial abierto para el fomento del desarrollo. Este sector, en el que la protecci髇 arancelaria y no arancelaria ha sido bastante escasa, ha atra韉o importantes corrientes de inversiones extranjeras directas (IED) y ha aumentado su participaci髇 en la producci髇 electr髇ica mundial hasta situarse en el 2,5 por ciento; el sector de la electr髇ica, que representa m醩 de la mitad de las exportaciones totales de Malasia, ha constituido uno de los principales motores del crecimiento del pa韘 y su intensa competitividad externa ha sido un elemento fundamental en la recuperaci髇 de Malasia de la crisis financiera asi醫ica. En cambio, la industria nacional del autom髒il ha estado relativamente protegida de la competencia extranjera mediante elevados aranceles y se ha beneficiado de otros incentivos; este sector ha conseguido hacerse con una parte importante del mercado nacional aunque, en contra de los objetivos previstos, sus exportaciones son modestas, lo que indica quiz醩 que la competitividad externa ha sido un tanto escasa.
El Octavo Plan de Malasia lanzado recientemente por el Gobierno prev? una apertura gradual del sector de los servicios que representa m醩 de la mitad del PIB de Malasia, aunque no ha alcanzado a鷑 el grado de liberalizaci髇 existente en los sectores agropecuario y manufacturero. Esto se debe fundamentalmente a las restricciones a la inversi髇 extranjera directa, que es necesaria para establecer una presencia comercial, el principal modo de suministro de la mayor韆 de los servicios. La presencia comercial se limita por lo general a las empresas conjuntas, en las que la participaci髇 extranjera combinada no puede superar el 30 por ciento. Los obst醕ulos a la presencia comercial limitan la competencia en lo que a prestaci髇 de servicios se refiere y menoscaban la eficacia del sector, ya que los precios abonados por las empresas y los particulares por esos servicios son superiores a los que se pagar韆n si el mercado fuera m醩 competitivo. Los elevados costos comerciales resultantes ponen trabas a la competitividad de todas las empresas de Malasia que necesitan como insumos servicios esenciales (energ韆, finanzas, telecomunicaciones y transporte) para la producci髇 y suministro de bienes y servicios.
Los planes del Gobierno para seguir abriendo el sector de los servicios financieros a la competencia internacional, las medidas de reforma adoptadas por la Comisi髇 de Valores y las actividades emprendidas para fomentar la buena gesti髇 y la reorganizaci髇 empresariales se complementan mutuamente.
Perspectivas
Malasia es una naci髇 dedicada a los intercambios comerciales, y por tanto las exportaciones y las inversiones extranjeras directas desempe馻n un importante papel en su econom韆. La dr醩tica desaceleraci髇 que ha sufrido recientemente la econom韆 estadounidense y el hecho de que el Jap髇 siga debilit醤dose son factores que plantean serias dificultades para el comercio malasio, al tiempo que empa馻n las perspectivas relativas a las inversiones y, en consecuencia, las perspectivas econ髆icas a corto y medio plazo. De hecho, el Banco Central prev?que, pese a las estimulantes medidas fiscales adoptadas en el mes de marzo en 2001, el crecimiento disminuir?entre un 5 y un 6 por ciento, debido principalmente a la desaceleraci髇 de las exportaciones destinadas a los Estados Unidos (el Banco Asi醫ico de Desarrollo ha previsto para 2001 un crecimiento del 4,9 por ciento). Esto plantea la cuesti髇 de si, dentro de su pol韙ica econ髆ica, Malasia no habr?conferido demasiada importancia a las exportaciones, en detrimento de la demanda interna (es decir, el ahorro nacional es excesivo), creando una dependencia exagerada de los mercados extranjeros (con una reducida gama de productos, a saber, los aparatos electr髇icos).
Otro desaf韔 importante que se avecina para Malasia es la inminente adhesi髇 de China a la OMC. China no s髄o es un peligroso competidor en los mercados de exportaci髇 malasios, sino que tambi閚 libra con Malasia una re駃da carrera por la obtenci髇 de IED. De hecho, China se ha hecho en los 鷏timos tiempos con la mayor parte de las IED de otros pa韘es destinadas a la regi髇.
El Gobierno ha logrado considerables avances en sus esfuerzos por hacer frente a las debilidades estructurales que se han hecho patentes durante la crisis asi醫ica, fomentando la reestructuraci髇 empresarial y financiera. Asimismo, un r間imen comercial y de inversiones m醩 liberal podr韆 contribuir sobremanera no s髄o a la recuperaci髇 sostenida de la econom韆, sino tambi閚 al desarrollo econ髆ico a largo plazo de Malasia.
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Informe del Gobierno
覴GANO
DE EXAMEN DE LAS POL蚑ICAS COMERCIALES
MALASIA
Informe del Gobierno Economic Development
Con una tasa media anual de crecimiento del 7,8 por ciento, el per韔do comprendido entre 1991 y 1997 se caracteriz?por la continuaci髇 de un r醦ido desarrollo econ髆ico, iniciado a mediados del decenio de 1980. Debido a la crisis financiera, el PIB de Malasia se redujo en 1998 en un 7,4 por ciento, si bien la econom韆 volvi?a recuperarse enseguida en el segundo cuatrimestre de 1999 para alcanzar una tasa media de crecimiento del 7,2 por ciento durante el per韔do 1999-2000.
Esa r醦ida recuperaci髇 puede atribuirse a los esfuerzos desplegados por el Gobierno, a partir de mediados de 1998, por hacer menos estricta la pol韙ica monetaria y asegurar un est韒ulo fiscal que reactivara la demanda interna, as?como al notable aumento de las exportaciones en 1999 y 2000. La renta per c醦ita en ringgit disminuy?en 1998 para volver a situarse en 2000 en 13.359 ringgit, es decir, un nivel superior a los 11.234 ringgit (4.493 d髄ares EE.UU.) alcanzados en 1996, aunque, expresada en d髄ares de los Estados Unidos, registr? un valor inferior, equivalente a 3.515 d髄ares EE.UU.
La tasa de desempleo registr?un promedio del 2,9 por ciento para el per韔do 1997-2000, alcanz醤dose en 1998 el nivel m醩 alto, del 3,3 por ciento, y en 1997 el m醩 bajo, del 2,5 por ciento. La tasa de inflaci髇 basada en el 韓dice de precios al consumo se mantuvo en un promedio del 3,1 por ciento, arrojando un m醲imo del 5,3 por ciento en 1998 y un m韓imo del 1,6 por ciento en 2000.
Las manufacturas y los servicios, tomados conjuntamente, fueron los sectores que m醩 contribuyeron al PIB total, aumentando del 81,8 por ciento en 1997 al 83,7 por ciento en 1998, al 85,1 por ciento en 1999 y al 86,1 por ciento en 2000. Durante dicho per韔do, la contribuci髇 del sector manufacturero al PIB oscil?entre un 27,9 y un 33,4 por ciento, en tanto que la correspondiente al sector de los servicios fluctu?entre un 51,9 y un 55,8 por ciento. La parte del PIB correspondiente al sector agropecuario se mantuvo constantemente por encima del 9 por ciento, salvo en 2000 cuando baj?al 8,4 por ciento. El sector de la construcci髇 vio disminuir su contribuci髇 al PIB del 4,8 en 1997 al 3,3 por ciento en 2000.
Durante el per韔do objeto de examen, las inversiones internas, basadas en proyectos aprobados, se redujeron en 1999 dr醩ticamente a 4.700 millones de ringgit, tras haber llegado a alcanzar en 1997 los 14.300 millones y en 1998 los 13.200 millones, aunque en 2000 volvieron a recuperarse para alcanzar los 13.700 millones de ringgit. No obstante, las IED mantuvieron su solidez, ascendiendo a 11.400 millones de ringgit en 1997, a 13.000 millones de ringgit en 1998, a 12.200 millones de ringgit en 1999 y a 19.800 millones de ringgit en 2000.
Las inversiones internas efectuadas en el per韔do 1997-2000 se centraron principalmente en siete sectores, a saber: los productos del petr髄eo (incluidos los productos petroqu韒icos), los aparatos electr髇icos y el閏tricos, los productos de metal b醩ico, el gas natural, las sustancias y productos qu韒icos, el equipo de transporte y los productos minerales no met醠icos. Durante el citado per韔do, estas siete industrias acapararon conjuntamente el 76 por ciento de las inversiones internas totales destinadas a proyectos manufactureros aprobados.
Las exportaciones malasias, tras alcanzar los 77.300 millones en 1997, se redujeron en 1998 en un 7,2 por ciento para situarse en 71.800 millones de d髄ares EE.UU. En cambio, en 1999 y 2000 las exportaciones aumentaron en un 1,6 y un 17 por ciento, respectivamente, debido principalmente a la demanda sostenida de art韈ulos el閏tricos y electr髇icos. La proporci髇 de exportaciones de productos primarios disminuy? debido en gran medida a la bajada de los precios y a la disminuci髇 del volumen de exportaci髇 del aceite de palma. Con todo, la subida de los precios del petr髄eo crudo y del gas natural contribuy?a compensar el crecimiento de las exportaciones en este sector. Las importaciones siguieron la misma tendencia durante el per韔do en cuesti髇, registrando en 1998 una disminuci髇 del 26 por ciento, en 1999 un aumento del 12,9 por ciento y un nuevo incremento del 34,4 por ciento en 2000. La disminuci髇 de las importaciones registrada en 1998 puede atribuirse en gran medida a la desaceleraci髇 de la actividad empresarial, al aplazamiento de importantes proyectos de infraestructura y a la debilidad de la demanda de productos de consumo. Los bienes de importaci髇 que experimentaron un declive fueron la maquinaria y equipo, el equipo de transporte y los productos sider鷕gicos. En 2000 Malasia ocup?el decimoctavo puesto tanto dentro de los exportadores como dentro de los importadores m醩 importantes del comercio mundial.
Por cuanto respecta a la balanza de pagos, las reservas externas aumentaron a finales de 1999 a 30.900 millones de d髄ares EE.UU., lo que equivale a 5,9 meses de importaciones no reexportadas, aunque a finales de 2000 bajaron a 29.900 millones de d髄ares EE.UU., equivalentes a 4,5 meses de importaciones no reexportadas, debido en gran medida al hecho de que el super醰it de la balanza de mercanc韆s se redujo al superar el crecimiento de las importaciones al de las exportaciones. Adem醩, pese a que el Gobierno sigui?aplicando el est韒ulo fiscal para el a駉 2000, el d閒icit fiscal se mantuvo en un nivel sostenible del 6,3 por ciento del PIB.
El 1?de septiembre de 1998, Malasia introdujo medidas selectivas de control cambiario con objeto de restaurar la estabilidad en los mercados financieros y en la econom韆. La estabilidad que se ha logrado como fruto de esos controles ha permitido al pa韘 acelerar la reestructuraci髇 del sector financiero y empresarial. En la actualidad, las 鷑icas normas que siguen aplic醤dose a las entradas a corto plazo consisten en medidas destinadas a impedir la internacionalizaci髇 del ringgit.