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Lo que est?ocurriendo en la OMC
WTO NOTICIAS: DISCURSOS — DG MIKE MOORE

Monterrey, 21 mars 2002

Conferencia internacional sobre la financiaci髇 para el desarrollo, sesi髇 de apertura de la serie de sesiones en la cumbre

Una gran negociaci髇: un nuevo orden internacional

Me presento ante ustedes con un mensaje simple y claro: la pobreza, en todas sus formas, es la mayor amenaza para la paz, la democracia, los derechos humanos y el medio ambiente. Es una bomba de relojer韆 contra el coraz髇 de la libertad, pero puede ser vencida y en nuestras manos est醤 los instrumentos para lograrlo, a condici髇 de tener el coraje y el tino para utilizarlos debidamente.

Uno de esos instrumentos es la liberalizaci髇 del comercio, que puede aportar una inmensa contribuci髇 a la generaci髇 de recursos para la financiaci髇 del desarrollo. Numerosos estudios han puesto de manifiesto, el enorme impacto de la liberalizaci髇 del comercio. Perm韙anme que cite un ejemplo. Todos, partidarios o adversarios de la globalizaci髇, organizaciones no gubernamentales o empresas multinacionales, a la derecha o a la izquierda del abanico pol韙ico, convendr醤 en que la salud y la educaci髇 son las bases fundamentales de cualquier programa de desarrollo. Estudios recientes han estimado que el costo para lograr la ense馻nza primaria universal, uno de los principales Objetivos de Desarrollo del Milenio, podr韆 situarse en torno a los 10.000 millones de d髄ares anuales. Sin embargo, seg鷑 un estudio del Instituto Tinbergen, las ganancias que obtendr韆n anualmente los pa韘es en desarrollo con una mayor liberalizaci髇 del comercio ascender韆n a m醩 de 15 veces esa cantidad.

De hecho, las secretar韆s del FMI y el Banco Mundial estiman que para alcanzar los siete Objetivos de Desarrollo del Milenio ser韆n necesarios 54.000 millones de d髄ares anuales suplementarios, solamente un tercio de las ganancias que obtendr韆n los pa韘es en desarrollo de la liberalizaci髇 del comercio seg鷑 la estimaci髇 Tinbergen. Y el informe del Banco Mundial sobre las perspectivas econ髆icas mundiales estima que la supresi髇 de todos los obst醕ulos al comercio podr韆 elevar en 2,8 billones de d髄ares la renta global y sacar de la pobreza a 320 millones de personas en 2015.

Esas cifras, por supuesto, son s髄o estimaciones y cabe ponerles peros. Pero el mensaje fundamental est?claro: si los gobiernos se concentran en ello, la nueva ronda comercial iniciada en Doha puede aportar inmensos beneficios. Es la inmensidad misma de los beneficios de la liberalizaci髇 del comercio lo que hace que la labor que est醤 desarrollando sus gobiernos para aplicar el Programa de Doha para el Desarrollo sea potencialmente tan importante como fuente de financiaci髇 para el desarrollo.

Los pa韘es pobres necesitan crecer para salir de la pobreza y el comercio puede servir de motor esencial de ese crecimiento. En la actualidad, sin embargo, los productos de los pa韘es en desarrollo tropiezan con muchos obst醕ulos para entrar en los mercados de los pa韘es ricos. Es necesario que los pa韘es ricos se esfuercen m醩 por reducir las subvenciones distorsionadoras del comercio y desmantelar las barreras existentes a las exportaciones competitivas de los pa韘es en desarrollo. As?pues, una prioridad b醩ica de la comunidad comercial internacional debe ser -como reconoce el Programa de Doha para el Desarrollo- la creaci髇 de las condiciones en que los pa韘es en desarrollo puedan maximizar las ganancias que pueden obtener del comercio. Esto requiere adoptar medidas en cuatro esferas esenciales:

  • Agricultura: es la piedra angular de casi todas las econom韆s en desarrollo. La parte m醩 pobre de la poblaci髇 -que vive en las zonas rurales- depende para sus ingresos del desarrollo de un sector agr韈ola productivo y sostenible. Casi 50 econom韆s en desarrollo dependen de la agricultura para un tercio de sus ingresos de exportaci髇. En 1998-2000, casi 40 de ellas dependieron de la agricultura para m醩 del 50 por ciento de sus ingresos de exportaci髇. Sin embargo, la ayuda masiva a la agricultura en los pa韘es de la OCDE impulsa a la baja los precios de los pa韘es en desarrollo y expulsa incluso a los productores m醩 eficientes de mercados en los que, en otro caso, obtendr韆n divisas. Por consiguiente, el elemento prioritario de un verdadero programa de desarrollo ser?reducir considerablemente esa ayuda (y eliminar las subvenciones espec韋icas a la exportaci髇, aunque 閟tas constituyen s髄o una peque耥sima parte de los desembolsos en concepto de ayuda a la agricultura, que ascienden a 1.000 millones de d髄ares diarios). Adem醩, el tipo arancelario consolidado medio de la OCDE para los productos agr韈olas es cuatro veces m醩 alto que el aplicado a los productos industriales. El rendimiento para los pa韘es en desarrollo s髄o en este campo ser韆 ocho veces mayor que el conjunto del alivio de la carga de la deuda otorgado hasta ahora a los pa韘es en desarrollo. La liberalizaci髇 completa en todos los sectores -agricultura, servicios y manufacturas- equivaldr韆 aproximadamente a ocho veces el total de la AOD. Es necesario tambi閚 adoptar r醦idamente medidas a este respecto.
      

  • Textiles y vestido: es la mayor fuente de ingresos de exportaci髇 para muchos pa韘es en desarrollo, y en las negociaciones se debe velar por que el sector est?limpiamente 搃ntegrado?el 1?nbsp;de enero de 2005, seg鷑 lo previsto. Dada la concentraci髇 en fin de per韔do de este acuerdo, en el que la mayor韆 de los cambios que mejoran considerablemente las perspectivas de exportaci髇 de los pa韘es en desarrollo se dejan hasta el 鷏timo a駉, sobran razones para permanecer extremadamente vigilante.
      

  • M醲imos arancelarios: diversos estudios han puesto de manifiesto c髆o, a pesar de unos bajos aranceles medios no agr韈olas, los productos en que los pa韘es en desarrollo son competitivos siguen atrayendo no obstante aranceles relativamente altos (tanto en los pa韘es desarrollados como en los pa韘es en desarrollo); es imperativo conseguir rebajar esos aranceles en las negociaciones para que el comercio proporcione el necesario impulso a los recursos para el desarrollo.
      

  • Progresividad arancelaria: a鷑 m醩 perniciosa que la cuesti髇 de los m醲imos arancelarios es la de la progresividad arancelaria, que desequilibra la balanza en perjuicio del desarrollo de la elaboraci髇/transformaci髇 aut骳tona (y, por consiguiente, del progreso en la cadena del valor a馻dido). Para que los pa韘es en desarrollo logren alg鷑 d韆 diversificar sus econom韆s y evitar la dependencia de unos pocos productos primarios para la obtenci髇 de la mayor parte de sus ingresos en divisas, que los a韘la de la parte m醩 din醡ica del comercio mundial de mercanc韆s, es preciso erradicar esa progresividad.

緾u醠 es el precio de nuestros sue駉s y de la visi髇 de esta Conferencia? Las restricciones que acabo de esbozar son costosas para los pa韘es que las imponen. Por ejemplo, la protecci髇 supone un costo para la Uni髇 Europea, los Estados Unidos y el Jap髇 de entre 70.000 y 110.000 millones de d髄ares anuales respectivamente. Las p閞didas netas que representan para los Estados Unidos s髄o sus restricciones a la importaci髇 de textiles y prendas de vestir ascienden a m醩 de 10.000 millones de d髄ares anuales.

Esta Conferencia versa sobre la financiaci髇 del desarrollo en una 閜oca en que las inversiones directas extranjeras privadas cuadruplican la AOD y decuplican los pr閟tamos para el desarrollo del Banco Mundial. A sabiendas de que ning鷑 pa韘 ha invertido demasiado, deber韆mos alentar un acuerdo internacional sobre inversiones. Figura en el Programa de Doha para el Desarrollo, pero muchos pa韘es estiman que no tienen todav韆 la capacidad para hacer frente a las complejidades de esas negociaciones.

Otras cuestiones importantes de desarrollo y buena gobernanza, como la transparencia en la contrataci髇 p鷅lica, la pol韙ica de competencia y la facilitaci髇 del comercio, necesitan orientaciones al m醩 alto nivel pol韙ico. La facilitaci髇 del comercio, seg鷑 los estudios de la APEC y la UNCTAD, generar?enormes beneficios. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo puso de manifiesto c髆o, en Am閞ica Latina, la entrega por cami髇 de un producto en el mercado a trav閟 de dos fronteras necesit?200 horas, de las cuales 100 representaron demoras burocr醫icas en frontera.

La necesidad de esta mejora de la infraestructura de los servicios p鷅licos es desesperadamente urgente para proteger y promover los reg韒enes de propiedad privada y los sistemas jurisdiccionales internos. Las formalidades burocr醫icas y la mala gobernanza interna resultan costosas y perniciosas.

Es necesario legitimar los bienes de los pobres. En Am閞ica Latina, la tenencia de la tierra est?en un 80 por ciento al margen de la ley. En los pa韘es en desarrollo, los sectores extralegales re鷑en entre el 50 y el 70 por ciento de la poblaci髇 activa total. En el pa韘 m醩 pobre de Am閞ica Latina, los bienes de los pobres son m醩 de 150 veces mayores que las inversiones extranjeras totales desde su independencia en 1804. En un pa韘 africano, la adquisici髇 legal de tierras requer韆 77 tr醡ites burocr醫icos en 31 organismos p鷅licos y privados.

Y si los Estados Unidos aumentasen su AOD hasta alcanzar el objetivo del 0,7 por ciento fijado por las Naciones Unidas, el pa韘 m醩 rico del planeta necesitar韆 150 a駉s para transferir a los pobres del mundo recursos equivalentes a los que 閟tos ya poseen.

Este es el reto: el talento y la habilidad para liberar y obtener esas inversiones. En este punto es donde podemos convergir con las ambiciones de NEPAD y otras audaces iniciativas.

Los pa韘es en desarrollo no necesitan esperar a la conclusi髇 de la Ronda de Doha para el Desarrollo. En el decenio de 1990, el comercio Sur-Sur creci?m醩 que el comercio mundial y, en la actualidad, representa m醩 de un tercio de las exportaciones de los pa韘es en desarrollo, es decir, aproximadamente 650.000 millones de d髄ares. Seg鷑 el Banco Mundial, el 70 por ciento de la carga que grava las exportaciones de manufacturas de pa韘es en desarrollo es el resultado de obst醕ulos al comercio en otros pa韘es en desarrollo. Cuanto antes caigan esas barreras, antes se beneficiar醤 los pa韘es en desarrollo.

As? pues, la v韆 para seguir avanzando es clara: en esta Conferencia deber韆n decidirse a dar instrucciones a sus ministros de comercio para que sus funcionarios renuncien a la mezquina metodolog韆 mercantilista, que durante tantos decenios ha influido profundamente en las negociaciones comerciales, en favor de una gran negociaci髇 que asegure el desmantelamiento de las barreras que acabo de mencionar (y otras que persisten en esferas que no he mencionado). Entonces podr?el comercio desempe馻r el importante papel que le corresponde en la generaci髇 de financiaci髇 para el desarrollo, un papel que, no de manera accesoria, reducir?tambi閚 considerablemente la carga que pesa sobre otros aspectos de la financiaci髇 para el desarrollo.

Traigo buenas noticias de Ginebra. Los gobiernos donantes han sido fieles a la palabra empe馻da y han aportado m醩 fondos a nuestro presupuesto primario para asistencia t閏nica suplementaria a fin de que los pa韘es en desarrollo puedan participar plenamente en la nueva ronda. Adem醩, nuestra conferencia de promesas de contribuciones nos dio 30 millones de francos suizos, el doble de nuestro objetivo. Debemos reorientar la AOD y la asistencia t閏nica para formar negociadores, crear reg韒enes aduaneros eficientes y taponar las fugas de los sistemas fiscales porosos. Debemos prestar al fortalecimiento de las infraestructuras intelectuales de unos funcionarios p鷅licos calificados la misma atenci髇 que dedicamos a reparar baches, construir carreteras y presas.

Los organismos de las Naciones Unidas no han regateado su apoyo a la OMC y se han establecido acuerdos de asociaci髇 con las organizaciones hermanas, con el consiguiente aumento de la coherencia institucional y el mejor uso de los recursos. La Ronda se ha iniciado con 閤ito y todo se desarrolla seg鷑 lo previsto, de la estructura de las negociaciones al consenso sobre la presidencia de todas las comisiones, pasando por el calendario de reuniones. La Ronda de Doha para el Desarrollo se puede concluir y aplicar a tiempo. La condicionalidad fue mejorada por los pa韘es en desarrollo en Doha, la condici髇 del 閤ito ser?mejorar la capacidad para facilitar la buena gobernanza que les permita participar, negociar, concluir y aplicar nuestro programa. As?se est?haciendo. Debemos y podemos tener 閤ito.

> Comunicados de prensa: El Director General de la OMC, Mike Moore, pide una mayor liberalizaci髇 del comercio para ayudar a la financiaci髇 del desarrollo