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NEGOCIACIONES SOBRE LA AGRICULTURA: INFORMACI覰 GENERAL
Preparativos de las “modalidades” (marzo de 2002-julio de 2003)
ACTUALIZACIÓN DE 1 DE DICIEMBRE DE 2004
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En el presente documento informativo se explican las cuestiones relativas a la agricultura planteadas en las actuales negociaciones y con anterioridad a las mismas. Este documento ha sido preparado por la Divisi髇 de Informaci髇 y Relaciones con los Medios de Comunicaci髇 de la Secretar韆 de la OMC para ayudar al p鷅lico a comprender las negociaciones sobre la agricultura. No se trata de un informe oficial de las negociaciones.
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En el presente documento informativo se explican las cuestiones relativas a la agricultura planteadas en las actuales negociaciones y con anterioridad a las mismas. Este documento ha sido preparado por la División de Información y Relaciones con los Medios de Comunicación de la Secretaría de la OMC para ayudar al público a comprender las negociaciones sobre la agricultura. No se trata de un informe oficial de las negociaciones.
El mandato: la Declaraci髇 de Doha
En noviembre de 2001 se celebr?en Doha (Qatar) la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC. La Declaraci髇 adoptada el 14 de noviembre inici?nuevas negociaciones sobre diversos temas e incluy?las negociaciones sobre la agricultura (y los servicios) que ya estaban en curso.
La Declaraci髇 (v閍se el recuadro) se basa en los trabajos ya realizados en las negociaciones sobre la agricultura, confirma y desarrolla pormenorizadamente los objetivos, adem醩 de establecer un calendario. La agricultura forma actualmente parte del todo 鷑ico en cuyo marco todas las negociaciones vinculadas habr醤 de finalizar no m醩 tarde del 1?nbsp;de enero de 2005 (salvo algunos temas tratados en los “resultados iniciales” que tienen fechas l韒ites anteriores).
La Declaraci髇 reconfirma el objetivo a largo plazo ya acordado en el art韈ulo 20: establecer un sistema de comercio equitativo y orientado al mercado mediante un programa de reforma fundamental. El programa abarca normas reforzadas y compromisos espec韋icos sobre la ayuda y la protecci髇 de los gobiernos para el sector agropecuario. El objeto es corregir y prevenir las restricciones y distorsiones en los mercados agropecuarios mundiales.
Sin prejuzgar el resultado, los gobiernos Miembros se comprometen a celebrar negociaciones globales encaminadas a lograr:
- acceso a los mercados: mejoras sustanciales
- subvenciones a la exportaci髇: reducciones de todas las formas de subvenciones, con miras a su remoci髇 progresiva
- ayuda interna: reducciones sustanciales de la ayuda causante de distorsi髇 del comercio
La Declaraci髇 prev?que el trato especial y diferenciado para los pa韘es en desarrollo sea parte integrante de todas las negociaciones, tanto en los nuevos compromisos contra韉os por los pa韘es, como en cualesquiera normas y disciplinas pertinentes, nuevas o revisadas. Dice que el resultado deber?ser efectivo en la pr醕tica y permitir que los pa韘es en desarrollo atiendan a sus necesidades, especialmente en materia de seguridad alimentaria y de desarrollo rural. Los Ministros tambi閚 toman nota de las preocupaciones no comerciales (tales como la protecci髇 del medio ambiente, la seguridad alimentaria, el desarrollo rural, etc.) recogidas en las propuestas de negociaci髇 ya presentadas y confirman que esas preocupaciones ser醤 tenidas en cuenta en las negociaciones, conforme a lo previsto en el Acuerdo sobre la Agricultura.
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Fechas clave de la Declaraci髇
- F髍mulas y otras “modalidades” para los compromisos de los pa韘es: no m醩 tarde del 31 de marzo de 2003
- Proyectos de compromisos globales de los pa韘es: no m醩 tarde de la Quinta Conferencia Ministerial, del 10 al 14 de septiembre de 2003 (en Canc鷑, M閤ico)
- Balance: Quinta Conferencia Ministerial, del 10 al 14 de septiembre de 2003 (en Canc鷑, M閤ico)
- Plazo: no m醩 tarde del 1?nbsp;de enero de 2005, como parte del todo 鷑ico.
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Las “modalidades”
Esta etapa, que inicialmente consist韆 en un programa de 12 meses, abarca una de las fases m醩 decisivas de las negociaciones sobre la agricultura. Tiene por objeto establecer las “modalidades” o metas (comprendidas las metas cuantitativas) para la consecuci髇 de los objetivos enunciados en la Declaraci髇 Ministerial de Doha: “mejoras sustanciales del acceso a los mercados; reducciones de todas las formas de subvenciones a la exportaci髇, con miras a su remoci髇 progresiva; y reducciones sustanciales de la ayuda interna causante de distorsi髇 del comercio”. La etapa tambi閚 incluir?un cierto grado de elaboraci髇 de normas. Se trata pues de una etapa que determinar?la forma que revestir?el resultado final de las negociaciones.
Las “modalidades” que se establezcan servir醤 de base para la presentaci髇 por los Miembros de sus primeras ofertas o “proyectos de compromisos globales”. Seg鷑 lo prescrito por la Declaraci髇 Ministerial de Doha este proceso deb韆 estar concluido cuando se celebrara la Quinta Conferencia Ministerial en Canc鷑, M閤ico, del 10 al 14 de septiembre de 2003, pocos meses despu閟 del 31 de marzo de 2003, fecha l韒ite para las modalidades.
En definitiva, los Miembros no lograron cumplir el plazo fijado en marzo de 2003 para convenir en las modalidades, y luego se centraron en un esquema o “marco” de las modalidades, que fue acordado finalmente el 1º de agosto de 2004. Por lo tanto, los períodos de que se trata pueden caracterizarse así: “preparativos de las modalidades” (marzo de 2002-julio de 2003), “Cancún y la etapa del marco” (agosto de 2003-agosto de 2004) y “la etapa de modalidades” (septiembre de 2004-).
(A modo de indicación del proceso requerido sólo para establecer un calendario, cabe señalar que el programa para elaborar las “modalidades” se acordó tras una serie de consultas que dieron lugar al necesario respaldo consensual. Se sostuvieron cuatro consultas informales abiertas a todos los Miembros de la OMC para informarles de los debates celebrados en grupos más pequeños y escuchar observaciones antes de alcanzar un compromiso de consenso. Una de las limitaciones fue la necesidad de evitar una programación coincidente con la de otras reuniones — incluidas las negociaciones sobre otros temas — en un año de intensa actividad.)
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Pilar por pilar
Los preparativos de las “modalidades” se iniciaron con un trabajo técnico centrado en las posibilidades pormenorizadas correspondientes a cada una de las tres esferas (o “pilares”) del Acuerdo sobre la Agricultura: las subvenciones a la exportaci髇/competencia; el acceso a los mercados y la ayuda interna. El trato especial para los pa韘es en desarrollo se considera parte integrante de todas esas esferas y se tendr醤 en cuenta las preocupaciones no comerciales.
La primera serie de reuniones abarc?las exportaciones: subvenciones, competencia, impuestos y restricciones. Se trataba de reuniones informales “entre series de reuniones” (3 y 4 de junio de 2002), reuniones informales en Sesi髇 Extraordinaria (17 y 18 de junio de 2002) y una reuni髇 formal en Sesi髇 Extraordinaria (20 de junio de 2002). A continuaci髇 se trat?el acceso a los mercados en reuniones informales “entre series de reuniones” (29 a 30 de julio de 2002), reuniones informales en Sesi髇 Extraordinaria (2 y 3 de septiembre de 2002) y una reuni髇 formal en Sesi髇 Extraordinaria (6 de septiembre de 2002). Luego se abord?la ayuda interna en reuniones informales “entre series de reuniones” (4 y 5 de septiembre de 2002), reuniones informales en Sesi髇 Extraordinaria (23 a 25 de septiembre de 2002) y una reuni髇 formal en Sesi髇 Extraordinaria (27 de septiembre de 2002).
El Presidente Stuart Harbinson afirm?que el debate sobre los tres pilares mantenido en esas reuniones hab韆 servido para profundizar el conocimiento y la comprensi髇 de las diversas posiciones. Sin embargo, observ?que las delegaciones tendieron a reiterar posiciones “m醲imas” en esferas clave, en algunos casos con una “persistente falta de concreci髇” (una referencia, por ejemplo, a la falta de cifras en algunas propuestas). Esto, dijo, no era “especialmente positivo para la elaboraci髇 del “documento general”, a finales de a駉”. No obstante, a馻di? los negociadores dispon韆n a鷑 de alg鷑 tiempo, incluidas las reuniones de balance previstas para noviembre.
“Ha llegado ya el momento de cambiar de velocidad”, expres? “Nos hemos preparado concienzudamente durante los dos a駉s y medio 鷏timos. El reloj corre ahora de prisa y estamos llegando al per韔do cr韙ico. No disponemos de demasiado tiempo si hemos de cumplir los plazos del 18 de diciembre para el “Documento General” y del 31 de marzo para el establecimiento de modalidades.
En el proceso hemos tambi閚 de cambiar de talante. Es necesario que adoptemos un enfoque m醩 creativo en el que los participantes comiencen a buscar activamente soluciones de transacci髇 y formas de tender puentes.”
Existen elementos comunes — dijo — pero en algunas esferas cr韙icas se precisa a鷑 m醩 trabajo y mucha m醩 flexibilidad. “En consecuencia, les insto a que reflexionen de forma intensa y urgente sobre lo que su delegaci髇 puede aportar para llevar este proceso a una conclusi髇 aceptable para todos a fines del pr髕imo marzo.”
Ya hab韆 expresado esas ideas en reuniones anteriores, y volver韆 a repetirlas en otras ocasiones. Pero los Miembros no pudieron responder a su llamamiento. En la reuni髇 de balance de noviembre, algunos todav韆 no hab韆n propuesto cifras para la reducci髇 de las subvenciones a la exportaci髇, la ayuda interna y los aranceles. Uno de los mayores participantes no lo hizo hasta enero, despu閟 de que el Presidente distribuyera el documento recapitulativo.
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Tres documentos fundamentales
Las ideas desarrolladas durante los preparativos de las “modalidades”, as?como las propuestas en etapas anteriores, se compilaron en un documento recapitulativo (TN/AG/6), que Stuart Harbinson, Presidente de las negociaciones, distribuy?a los Miembros el 18 de diciembre de 2002. El documento en cuesti髇 tiene aproximadamente 100 p醙inas y presenta una lista completa de las posiciones sobre todas las cuestiones.
Como los Miembros segu韆n sin dar indicios de movimiento hacia posiciones intermedias, la responsabilidad de intentar cumplir los plazos reca韆 en el Presidente. Tras haber o韉o las observaciones de los negociadores en reuniones informales y formales, present?su primer intento de encontrar un compromiso: el “Anteproyecto de modalidades para los nuevos compromisos” (TN/AG/W/1), distribuido a los Miembros el 12 de febrero de 2003 y puesto a disposici髇 del p鷅lico cinco d韆s m醩 tarde. El anteproyecto centraba las negociaciones en la aproximaci髇 de posiciones divergentes y la b鷖queda de los compromisos necesarios para alcanzar un acuerdo final. Hasta el momento, las delegaciones se han concentrado m醩 en expresar sus voluntades que en reducir las diferencias entre s?
Las observaciones presentadas en las posteriores reuniones de negociaci髇 se plasmaron en una revisi髇 del anteproyecto distribuida el 18 de marzo de 2003 (TN/AG/W/1/Rev.1, denominado luego oficiosamente el “texto Harbinson”, y que se volvió a distribuir con algunos apéndices revisados en un informe al Consejo General (TN/AG/10, 7 de julio de 2003, y TN/AG/10/Corr.1, 13 de octubre de 2003). El Presidente la describi?como “una revisi髇 inicial y limitada de algunos elementos del anteproyecto de modalidades” y no como otro anteproyecto. “En conjunto, al tiempo que se manifestaron varias sugerencias 鷗iles, las posiciones en esferas clave siguieron siendo extremadamente divergentes. En esas circunstancias, no hubo una suficiente orientaci髇 colectiva que permitiese al Presidente, en esta etapa y en esas esferas, modificar significativamente el anteproyecto presentado el 17 de febrero de 2003”, explic?
Lleg?y pas?la fecha l韒ite del 31 de marzo, pero las posiciones segu韆n siendo muy divergentes y no hubo consenso en torno al anteproyecto ni a la forma de modificarlo. Algunos pa韘es, sobre todo algunos de los que persegu韆n reformas m醩 moderadas, dijeron que, a menos que se modificara, no pod韆n aceptarlo como base para la negociaci髇.
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Una vez finalizado el plazo
Si los negociadores no pudieron elaborar las modalidades no fue por no haberlo intentado. En los tres a駉s anteriores al final de marzo de 2003, hubo un compromiso sin precedentes para negociar, particularmente a juzgar por el n鷐ero y la variedad de los pa韘es afectados. A pesar de que el plazo hab韆 vencido, los negociadores siguieron trabajando arduamente a un nivel m醩 t閏nico en el que pod韆n conseguir algunos avances. Pero se echaba de menos una orientaci髇 pol韙ica por parte de los gobiernos Miembros, que habr韆 permitido progresar hacia un compromiso sobre las cuestiones principales.
En la reuni髇 de negociaci髇 del 31 de marzo, el Presidente Harbinson dijo a las delegaciones que el hecho de no cumplir el plazo era “ciertamente un rev閟. Ha de ser decepcionante para todos que nuestros esfuerzos no hayan dado fruto”.
A馻di?lo siguiente: “Percibo claramente en todas las partes un compromiso constante con el mandato de Doha. Adem醩, muchos delegados me han indicado que est醤 comprometidos con la continuaci髇 de la labor sobre las cuestiones que tenemos ante nosotros. No deber韆mos restar importancia a las dificultades, pero debemos tambi閚 mirar hacia el futuro.”
Y concluy?diciendo: “La tarea que nos espera y nuestra responsabilidad com鷑 son simples y claras: debemos seguir trabajando juntos para culminar lo antes posible la labor que nos encomendaron los Ministros de Doha.”
Despu閟 del 31 de marzo de 2003, los negociadores estuvieron ocupados aclarando varias cuestiones t閏nicas importantes y complejas que forman necesariamente parte del paquete. Entre ellas figuran las siguientes: las categor韆s de ayuda interna (diversos “compartimentos”), los aranceles, los contingentes arancelarios (incluida su administraci髇), los cr閐itos a la exportaci髇, la ayuda alimentaria, varias disposiciones aplicables a los pa韘es en desarrollo, disposiciones aplicables a los pa韘es que se han incorporado recientemente a la OMC, las preferencias comerciales, la medici髇 del consumo interno (una propuesta de referencia para diversas disposiciones), etc.
Pero los negociadores carec韆n del apoyo de las decisiones de sus gobiernos a un nivel pol韙ico, que habr韆n iniciado el avance tan esperado hacia un consenso en torno a las mayores cuestiones. En una reuni髇 de negociaci髇 de finales de junio de 2003, el Presidente Harbinson record?a las delegaciones que deb韆n negociar entre s?y no con la Presidencia.
En un informe al Comit?de Negociaciones Comerciales de 7 de julio de 2003 (TN/AG/10 de fecha 7 de julio de 2003, y TN/AG/10/Corr.1, de fecha 13 de octubre de 2003), afirm?que en las 11 consultas t閏nicas celebradas entre abril y mediados de junio “se hicieron nuevos progresos valiosos en cierto n鷐ero de esferas relacionadas con las normas”.
Y prosigui? “No pod韆 decirse lo mismo con respecto a las cuestiones b醩icas relativas a las modalidades para los nuevos compromisos, a pesar de las reiteradas exhortaciones del Presidente a todas las delegaciones para que elaboraran y propusieran soluciones que pudieran contribuir al desarrollo de una base para la avenencia. En estas circunstancias, la consecuci髇 del objetivo de establecer modalidades lo antes posible ha permanecido fuera de alcance. [...] Est?claro que las modalidades que se establezcan deben reflejar fielmente el mandato de Doha. Seg鷑 est醤 las cosas, hace falta una orientaci髇 colectiva y la adopci髇 de decisiones sobre cierto n鷐ero de problemas clave con el fin de allanar el camino para alcanzar ese objetivo.”
Seg鷑 se acercaba la Conferencia Ministerial de Canc鷑 de septiembre de 2003, los Miembros empezaron a buscar maneras pr醕ticas de resolver las cuestiones clave pendientes, de forma que pudieran elaborarse modalidades.
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